Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.

Estoy confundida porque he descubierto que alguien a quien aprecio mucho, siente placer cuando hace alguna maldad, lo que me confunde es que esa persona es cristiana. ¿Eso es posible? Claro que es posible. Actuar de una manera desproporcionada se entiende cuando alguien ataca en represalia o en defensa propia. Pero cuando alguien daña a una persona inofensiva, nos preguntamos: ¿Qué pasó aquí? ¿Cómo pudo hacer eso, si esa persona nunca le hizo nada malo? Y cuando más aun, entendemos que esa persona disfruto y no tiene ningún remordimiento, por lo general, nos viene un pequeño temor. El ser humano se ha contaminado tanto con el pecado que ha adoptado actitudes casi animalescas. Sera por eso que Dios le dice al cristiano: “Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu”. El hijo de Dios, él que tiene el Espíritu, debe procurar y tratar de vivir por el espíritu, si se deja llevar por la carne, puede volver a animalizarse. Conozco cristianos malos, pero, malos, que planean y disfrutan haciendo maldad a personas que nunca le hicieron nada a ellos, esas personas lo justifican de muchas formas, pero en el fondo, muy dentro de sí, solo quieren satisfacer su carne, pero ¿Cómo? Pues, dándose placer a través de infligir algún dolor al prójimo. Usted puede decir ¿pero esto no es posible si Dios nos cambia el corazón? Claro, la Biblia nos dice: : “…les quitaré el corazón de piedra que ahora tienen, y les daré un corazón sensible”. Pero, las condiciones psicológicas eso no lo cambia Dios, así como cuando uno tiene diabetes y se entrega a Dios y Dios no cambia su condición de salud, ni ninguna otra enfermedad, (salvo algún milagro) El que es sádico, la cual es una condición psicológica en donde la persona produce dopamina cuando intrigue dolor (de cualquier tipo) a otra persona, la dopamina estimula el placer en el cuerpo y produce recompensas, eso, no se modifica en el nuevo creyente. El nuevo creyente recibe el Espíritu Santo y en tanto alimente al espíritu, podrá ir haciendo morir lo malo de él. La Biblia nos dice: “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría…” Pablo no le está hablando a los inconversos, sino a los cristianos, él les decía, son ustedes los que tienen que procurar ejercitarse en las cosas de Dios para que superen esas fuentes de maldad. Esas personas o no sienten el dolor de los demás o disfrutan sintiendo el dolor de los demás. Los cristianos maduros viven en el espíritu, la Biblia nos dice: “…Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne”. Cuidaos de esos hermanos, porque son niños en la fe, que todavía no han hecho morir todo lo que les causa placer, en algunos casos hay que soportarlos, pero en otros casos es mejor salir de en medio de ellos. ¡¡QUÉ DIOS ME LOS BENDIGA!!