13 ¿Quién guió al Espíritu del Señor, o como consejero suyo le enseñó? 14 ¿A quién pidió consejo y quién le dio entendimiento? ¿Quién le instruyó en la senda de la justicia, le enseñó conocimiento, y le mostró el camino de la inteligencia?

13 ¿Quién guió al Espíritu del Señor, o como consejero suyo le enseñó? 14 ¿A quién pidió consejo y quién le dio entendimiento? ¿Quién le instruyó en la senda de la justicia, le enseñó conocimiento, y le mostró el camino de la inteligencia? (Isaías 40:13-14).   Pero cuando miro, no hay nadie, y entre ellos no hay consejeros a quienes, si les pregunto, puedan responder. (Isaías 41:28).   Lo Que No Debemos Hacer.   Solamente escuchar al aconsejado.   Prometer que todo va a estar bien.   Enfocarse en la autoestima.   Mezclar las enseñanzas de la Biblia con la filosofía del mundo.   Enseñar el concepto del “quietismo”.   Pensar que cada situación y cada aconsejado son iguales.   Confundir los problemas espirituales con los problemas físicos.   Los Aspectos de la Consejería   Dando dirección.   Proveyendo información.   Enseñando efectivamente.   Proveyendo entrenamiento en la moralidad.   Impartiendo conocimiento.   Explicando como distinguir entre la verdad y el error.   Contestando las dudas.   Nadie Sabe lo Que Está en el Corazón del Aconsejado.   escucha tú desde los cielos, el lugar de tu morada, y perdona y da a cada uno conforme a todos sus caminos, ya que conoces su corazón (porque solo tú conoces el corazón de los hijos de los hombres). (2 Crónicas 6:30).   Pero el Señor dijo a Samuel: No mires a su apariencia, ni a lo alto de su estatura, porque lo he desechado; pues Dios ve no como[a] el hombre ve, pues el hombre mira la apariencia exterior, pero el Señor mira el corazón. (1 Samuel 16:7).   Nos equivocamos cuando pensamos que podemos entender el corazón de otra persona.   Solamente podemos escuchar lo que dice el aconsejado y observar sus acciones.