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Consejerìa Biblica
Obteniendo Información del Aconsejado
Dr. Mateo Akers
(Instituto Hispano Med-America - Lifeword)
Aired on Jul 15, 2023
Jul 15, 2023
Duración:
00:20:27 Minutes
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Escritura

1 Corintios 10:13

No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea común a los hombres; y fiel es Dios, que no permitirá que vosotros seáis tentados más allá de lo que podéis soportar, sino que con la tentación proveerá también la vía de escape, a fin de que podáis resistirla.

El problema básico de cada aconsejado.   El pecado de Adán está debajo de cada dificultad.   Trae culpabilidad.   Trae corrupción (Romanos 5:5).     El pecado puede ser presentado en varias maneras.   A veces alguien ha pecado contra el aconsejado: 1) a veces el aconsejado no sabe como reaccionar con el problema; 2) a veces el aconsejado ha reaccionado de manera mala ante el problema (Proverbios 15:1).   A veces el aconsejado ha cometido un pecado.   A veces el aconsejado solamente requiere información para tomar una decisión y no está luchando contra un pecado específico.   Algunas razones por lo cual las personas requieren consejería.   El consejo.   Preguntas difíciles.   La depresión.   La culpabilidad.   Consejería acerca del trabajo.   La crisis.   El fracaso.   El duelo.   El comportamiento extraño.   La ansiedad.   La preocupación.   El miedo.   Problemas con el matrimonio.   Problemas con la familia.   El conflicto.   Problemas con las relaciones personales.   Problemas con el trabajo.   Problemas con la escuela.   Problemas con las drogas y el alcohol.   El abuso.   Problemas sexuales.   Contemplación del suicidio.   Necesitamos prepararnos para ayudar con estos tipos de problemas.   Cuando estamos preparados, vamos a estar listos para proveer consejería cuando las personas tienen estos tipos de problemas.   Muchos aconsejados no son conscientes de la naturaleza de sus problemas.   A veces los aconsejados no mencionan todos sus problemas y cuando hacemos preguntas nos ayuda para obtener más información.   Algunos tipos de hábitos malos. Evitar los problemas: correr o esconderse (Génesis 3).   Culpar a otros por sus propios problemas.   Por ejemplo: culpar al esposo o la esposa.   Cada creyente debe hacer lo que es bueno no importa lo que hace la otra persona.   La pereza: 13 El perezoso dice: Hay un león en el camino; hay un león en medio de la plaza. 14 Como la puerta gira sobre sus goznes, así da vueltas el perezoso en su cama. 15 El perezoso mete la mano en el plato, pero se fatiga de llevársela a la boca. 16 El perezoso es más sabio ante sus propios ojos que siete que den una respuesta discreta. (Proverbios 26:13-16).   El resentimiento: 29 No salga de vuestra boca ninguna palabra mala, sino solo la que sea buena para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan. 30 Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, por el cual fuisteis sellados para el día de la redención. 31 Sea quitada de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritos, maledicencia, así como toda malicia. 32 Sed más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, así como también Dios os perdonó en Cristo. (Efesios 4:29-32).   Renunciando (tirando la toalla)   Y no nos cansemos de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos, segaremos. (Gálatas 6:9).   No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea común a los hombres; y fiel es Dios, que no permitirá que vosotros seáis tentados más allá de lo que podéis soportar, sino que con la tentación proveerá también la vía de escape, a fin de que podáis resistirla. (1 Corintios 10:13).   Una vida indisciplinada: Porque oímos que algunos entre vosotros andan desordenadamente, sin trabajar, pero andan metiéndose en todo. (2 Tesalonicenses 3:11).   Mintiendo: sino que hablando la verdad en amor, crezcamos en todos los aspectos en aquel que es la cabeza, es decir, Cristo. (Efesios 4:25).   Quejándose: 10 Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y fueron[a] destruidos por el destructor. 11 Estas cosas les sucedieron como ejemplo, y fueron escritas como enseñanza para nosotros, para quienes ha llegado el fin de los siglos. (1 Corintios 10:10-11).   Los consejeros no deben sacar conclusiones apresuradas.

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