Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.

La esperanza es importante para el creyente como la fe y el amor.   Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor. (1 Corintios 13:13).   3 teniendo presente sin cesar delante de nuestro Dios y Padre vuestra obra de fe, vuestro trabajo de amor y la firmeza de vuestra esperanza en nuestro Señor Jesucristo; (1 Tesalonicenses 1:3).   La esperanza bíblica.   Este tipo de esperanza no es la esperanza que un pescador tiene.   Es una esperanza bienaventurada (Tito 2:13).   Es una expectativa o una anticipación.   Porque en esperanza hemos sido salvos, pero la esperanza que se ve no es esperanza, pues, ¿por qué esperar lo que uno ve? (Romanos 8:24).   Es algo cierto.   Es algo cierto porque es una promesa de Dios.   Es esperanza solamente porque todavía no es cumplida.   El consejero debe proveer esperanza.   El consejero y el aconsejado deben creer las promesas de Dios.   Los aconsejados no son condenados por sus genes o sus pasados para continuar en caminos que no honran al Señor.   18sabiendo que no fuisteis redimidos de vuestra vana manera de vivir heredada de vuestros padres con cosas perecederas como oro o plata, 19 sino con sangre preciosa, como de un cordero sin tacha y sin mancha, la sangre de Cristo. (1 Pedro 1:18-19).   La Biblia nos provee un proceso para cambiar.   15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden dar la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús. 16 Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra. (2 Timoteo 3:15-17).   El consejero debe tener esperanza si quiere que el aconsejado tenga esperanza.   Los aconsejados necesitan esperanza.   Necesitan esperanza para permanecer.   teniendo presente sin cesar delante de nuestro Dios y Padre vuestra obra de fe, vuestro trabajo de amor y la firmeza de vuestra esperanza en nuestro Señor Jesucristo. (1 Tesalonicenses 1:3).   Pocos aconsejados vienen al consejero con esperanza.   Muchos vienen para consejería bíblica como último recurso.   Algunos son forzados para recibir consejería.   Algunos quieren esperanza, pero tienen miedo de que van a estar decepcionados otra vez.   Los aconsejados tienen que confiar en las promesas de Dios en vez del consejero.   La esperanza de los justos es alegría, pero la expectación de los impíos perecerá. (Proverbios 10:28).   Algunos ejemplos de los tipos de esperanza que los aconsejados necesitan.   Los que han fallado para hacer lo bueno.   Los que han hecho lo que es malo pensando que es bueno.   Los que tienen tragedias en sus vidas.   Los que tienen dolores: Pero no queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como lo hacen los demás que no tienen esperanza. (1 Tesalonicenses 4:13).   El consejero debe ayudar a los aconsejados para tener esperanza.   Necesitamos empezar con la esperanza del evangelio (Colosenses 1:5, 23).   Dios es la fuente de cada tipo de esperanza (Romanos 15:13).   La esperanza abundante está disponible por medio del Espíritu Santo.   La esperanza no es mística porque está disponible en la Escritura (Romanos 15:4).