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Siendo Como Jesús - Parte II
Guiado Por El Espíritu Santo
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Jul 11, 2022
Jul 12, 2022
Duración:
00:14:32 Minutes
Vistas:
59

Escritura

Romanos 8:14; Lucas 4:1.

Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios. Romanos 8:14 Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto. Lucas 4:1

¿Te has fijado en cómo la gente hoy busca dirección para la vida? Las personas les pagan a consejeros, leen sus horóscopos, van a los que leen la mano para conseguir alguna dirección. La tragedia de todo esto es que están buscando en los lugares equivocados. Como hijos de Dios, soy hijo pues he puesto mi fe en Cristo Jesús y he nacido espiritualmente a la familia de Dios tengo la dicha de ser guiado por el Espíritu Santo. Romanos 8:14 dice, “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios”. Esto significa que la dirección del Espíritu es el derecho de nacimiento de cada creyente en Jesús, de hecho, Jesús nos ha dejado ejemplo. Lucas 4:1 nos dice: “Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto”. Momentos antes Jesús había sido bautizado por Juan el Bautista en el rio Jordán, el Espíritu Santo había descendido sobre Él en forma de paloma y el Padre había dicho: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia”. Según Hechos 10:38 fue en esos momentos que Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret; Jesús vivió bajo esa unción siendo lleno del Espíritu Santo y guiado por Él. Así que si queremos ser como Jesús debemos ser llenos del Espíritu y siempre guiados por Él. Quiero que pienses conmigo hoy lo que significa esto de ser guiado por el Espíritu de Dios. En primer lugar, observemos a quienes es que el Espíritu Santo guiara, es importante que comprendamos que Él guiara en forma de liderazgo únicamente al cristiano, cuando se trata de la persona no creyente el trabajo del Espíritu es convencer y no de guiar. Cuando uno recibe a Jesús como Salvador nace de nuevo del Espíritu y desde ese momento el Espíritu de Dios le guiara. Romanos 8:14 nos indica dos verdades muy importantes. En primer lugar, nos indica que el Espíritu Santo guiara a aquellos que han llegado a ser hijos de Dios por medio de la fe personal en Cristo Jesús; en segundo lugar, nos indica que el Espíritu Santo está a la disposición de guiar a todo creyente en los caminos del Señor. Si tú eres un creyente tú tienes derecho de experimentar en tu vida la dirección del Espíritu Santo. En segundo lugar, queremos ver a que nos guiara el Espíritu Santo. La respuesta es sencilla, el Espíritu Santo nos guiara a una comprensión de los preceptos de Cristo nuestro Señor. Jesús mismo dijo en Juan 16:13 y 14, “Y cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad. Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber”. La persona que sigue la dirección del Espíritu Santo en su vida llegara a conocer a su Señor cada día un poco mejor, el Espíritu también nos guiara a la práctica de la pureza de nuestro Señor. El propósito de Dios en salvarnos ha sido para conformarnos a la imagen de su Hijo, de hecho, cada hijo de Dios está bajo el mandato de 1 Pedro 1:15 que dice, “sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir”. Gálatas 5:16 nos repite este imperativo diciendo “Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne”. Claro esta que la persona que sigue el liderazgo del Espíritu Santo vivirá una vida de santidad. El Espíritu también nos guiara al servicio para Cristo no tenemos que hacer otra cosa más que leer el libro de los Hechos para ver lo que sucede cuando las personas son guiadas por el Espíritu, en cada caso todos fueron guiados a servir en el nombre de Jesús; si el Espíritu te está guiando diariamente tendrás la oportunidad de hacer algo por Cristo. En tercer lugar, queremos observar cómo es que el Espíritu nos guía. Al estudiar este asunto veremos que el Espíritu nos puede guiar por medio de varios métodos, el más importante de estos es por las Escrituras. 2 Timoteo 3:16 nos enseña que toda la Escritura es inspirada por Dios, la Biblia es un método infalible que el Espíritu Santo usara para guiarnos, la persona que sabe la voluntad de Dios por medio de su Palabra no tiene que orar usando las palabras “si es tu voluntad”; esta persona podrá orar diciendo “hágase conforme a lo que has dicho”. Por eso es tan importante que seamos estudiantes de la Biblia. El Espíritu nos puede guiar por circunstancias providenciales solo que debemos tener cuidado de no mal interpretar estas circunstancias. El guio a José providencialmente de una esclavitud a una posición elevada de liderazgo en Egipto; guio a Moisés por medio de hacer que fuera rechazado por el faraón; Él guio al apóstol Pablo por medio de cerrar puertas de lugares donde Pablo quería ir a servir y abrirlas en los lugares a donde Él quería que Pablo sirviera. El problema viene cuando nosotros intentamos interpretar los eventos de la providencia divina, muchas veces nosotros permitimos que nuestros propios deseos personales influyan en nuestra interpretación de los eventos, a veces nos dejamos guiar por señales en vez de por el Espíritu de Dios. En ninguna parte de las Escrituras tenemos una promesa de Dios de que Él indicará su voluntad por medio de señales, muchas veces cuando el camino se nos hace difícil inmediatamente pensamos: Dios me está cerrando la puerta. Pero puede ser que Dios también nos está haciendo pasar por este momento difícil para crecimiento espiritual. Así que debemos tener cuidado de no mal interpretar el liderazgo del Espíritu en nuestras vidas. El Espíritu también nos puede guiar por medio de impresiones internas, es como si pusiera un pensamiento de su voluntad en nuestra mente; conste que no he dicho que nos guía por medio de revelaciones especiales, visiones y sueños. Simplemente estoy diciendo que la persona entregada a Dios sabrá cuando esta haciendo lo correcto. Isaías 30:21 dice, “Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda”. Dios nos ilumina internamente pero no nos da revelaciones especiales, debemos tener cuidado de dirigirnos basados en un sueño; Dios nunca nos guiara en contra de lo que ha dicho en su Palabra así que la Biblia es la autoridad máxima en todos asuntos espirituales. A veces nos guía el Espíritu por medio de abrir y cerrar puertas, esto es lo que sucedió en cuanto al apóstol Pablo cuando intento ir a la provincia de Asia, pero el Espíritu se lo impidió fue después que tuvo visión de un varón de Macedonia quien pedía su ayuda. En cuarto y último lugar, queremos observar cuando es que el Espíritu nos guía. Hebreos 11:6 nos dice que “Dios es galardonador de los que le buscan”. Así que, si buscamos la dirección del Espíritu con toda sinceridad, el Espíritu nos guiara. El Espíritu nos guiara también cuando estamos caminando cerca de Dios, cuando no guardamos pecado en nuestros corazones. El Salmos 66:18 nos dice “Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado”. Dios no va a honrar al pecado y no contestara las oraciones de quien sigue en pecado. El Espíritu guiara a las personas quienes rechazan sus propios deseos y se someten a la voluntad de Dios. Dios no revelara su voluntad a las personas que no van a obedecer, si estamos dispuestos a obedecer la voluntad de Dios su Espíritu nos guiara; nosotros servimos a Dios por medio de servir a otros en su nombre. Siempre cuando hay un servicio que rendir y hay alguien que esta dispuesto a obedecer el Espíritu Santo estará ahí para guiar, si queremos ser como Jesús tendremos que vivir una vida entregada a la dirección del Espíritu de Dios, espero que tú estes buscando la dirección del Espíritu en tu vida. Vamos a orar. Padre gracias te damos por Tu Espíritu quien esta listo a guiarnos si tan solo nos entregamos a su liderazgo, ayúdanos a ser como nuestro Señor quien entrego su vida al liderazgo del Espíritu. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

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