(Centro De Vida)
Escritura
Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 4 y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras. 1 Corintios 15:3 y 4 el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca. 1 Pedro 2:22
¿Sabes cuál es el corazón del Evangelio cristiano? Pablo lo resume de la siguiente manera en 1 Corintios 15:3 y 4, dice: “Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras”. La muerte, sepultura y resurrección de Cristo, es el tema central del Evangelio. Si quieres saber por qué es tan importante el tema de la muerte y resurrección del Señor Jesús, es porque son las pruebas de que Él, es el Salvador que Dios ha provisto para el hombre pecador; Jesús murió en el lugar de nuestros pecados, fue sepultado y resucitó venciendo a la muerte; el poder de Jesucristo es lo único que nos puede salvar. Yo no podría predicar el Evangelio, sin declarar lo que Jesucristo sufrió por nosotros; Pablo dijo que Cristo murió por nuestros pecados de acuerdo a las Escrituras, la palabra “por”, en este caso, indica que Jesús murió debido a nuestros pecados. Jesucristo no murió por causa de sus pecados, murió debido a nuestros pecados. 1 Pedro 2:22, nos dice que “Jesús no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca”, fueron los pecados nuestros que hizo que Jesús fuera al calvario. Siete siglos antes de que Jesucristo padeciera el dolor de la cruz, el profeta Isaías escribió: “Ciertamente llevó Él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas Él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre Él, y por su llaga, fuimos nosotros curados” (Isaías 53:4-5). Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino, más Jehová cargó en Él el pecado de todos nosotros. El sufrimiento vicario de Cristo para el pecador es enseñado a través de toda la Biblia, es mostrado en el principio cuando Dios mató a los animales para proveer vestimenta para Adán y Eva, es hecho más claro cuando Abel ofrece más excelente ofrenda que Caín al sacrificar un animal sobre un altar como confesión de pecado y la petición de perdón es visto en cada cordero y ternero que fue ofrecido sobre los altares del pueblo de Dios en tiempos del Antiguo testamento. Es manifiesto perfectamente en el Nuevo Testamento, cuando Jesús es llamado el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo, la muerte de Jesucristo por parte del pecador no es ningún accidente, ni algo que se pensó a última hora. En Apocalipsis 13:8, encontramos que “Jesús es el Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo”. Cristo murió por mis pecados, murió por tus pecados, eso es algo maravilloso. ¿Te das cuenta de lo que implica esta verdad? Es el Hijo de Dios sin pecado alguno muriendo personalmente por pecados que Él nunca cometió, y lo hizo para que el pecador pudiera tener libertad como que si nunca hubiera hecho nada malo. ¿Cómo podríamos tú y yo, merecer tal acto de misericordia? ¡No lo merecemos! Y eso es lo maravilloso de la gracia de Dios. Sí, Cristo murió por ti y por mí, murió de nuestra parte en nuestro lugar. En los versículos 6, 8 y 10 del capítulo 5 de Romanos, leemos lo siguiente: “Porque Cristo, aun cuando éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida”. Cristo murió por nosotros cuando éramos débiles, cuando éramos sus enemigos. 1 Pedro 3:18, dice: “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios”. 1 Pedro 2:24, dice: “Quien llevó Él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados”. Predicamos que Cristo murió por nosotros, y eso es la verdad, pero eso no es la completa verdad, pues si ahí terminara no tendríamos esperanza. La completa verdad, es que después de que muriera por nosotros, fue sepultado y luego resucitó al tercer día, resucitó de la muerte para manifestar su victoria sobre la muerte, sobre el poder del pecado y sobre Satanás. Su resurrección es tan importante como lo es su muerte. Otra vez quiero que leamos Romanos 5:10: “Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida”. El pecador que se arrepiente y pone su confianza únicamente en la persona de Jesús es reconciliado con Dios a base de la muerte del Señor y salvo debido a su resurrección de la muerte; tienes que saber que podemos aceptar el testimonio de que Jesús verdaderamente resucitó de la tumba y de que está vivo y de que vivirá para siempre. Hay muchos problemas, hay muchas pruebas, nosotros podemos ver tantas pruebas en la Biblia que nos aseguran de la resurrección de Jesucristo, la tumba está vacía. El reporte de los soldados que cuidaron la tumba es una prueba, el soborno que los religiosos trataron de dar a los soldados para que no hablaran es prueba de que resucitó, una de las pruebas más grandes es el cambio que hubo en sus discípulos, al momento de su arresto ellos huyeron llenos de temor y sin embargo, al haber visto al Cristo resucitado, sus enemigos no pudieron hacerles callar, les daban muerte, y los demás, en vez de tener miedo, hablaban con más denuedo de Jesucristo; la venida del Espíritu Santo es prueba de que Jesús había resucitado y ascendido al cielo, al Padre. El Espíritu Santo vino al mundo porque Jesús había prometido enviarle al regresar Él al cielo, la proclamación mundial del Evangelio con la salvación de multiplicados, miles de personas, por medio de la fe es prueba de que Él vive. La enseñanza de la Biblia es prueba de que Él vive, además de todo esto, hubo cientos de testigos quienes declararon haber estado con el maestro divino después de su resurrección, y por estas razones, y muchas más que podría yo enumerar, debemos aceptar como la verdad la resurrección de Jesús. Jesús apareció en unas 13 ocasiones a sus discípulos, después de su resurrección. En una ocasión, más de 500 personas le vieron; el propio día de su resurrección se reveló a no menos de 16 personas, este número de testigos, la veracidad del testimonio que dieron y los diferentes tiempos y lugares donde Jesús se les apareció, nos confirman el hecho de que podemos aceptar su resurrección como una realidad. Mira, la verdad es que Jesús murió por el pecador y que resucitó de la muerte y hoy vive, si no es así, la doctrina de la Biblia es falsa y vana mi predicación; pero no es falsa mi predicación, no es falso lo que la Biblia enseña, Jesús vive hoy y es poderoso para salvar a todo aquel que viene a Él arrepentido y listo para recibirle en su corazón. Yo te digo esto porque sé que es la verdad. Créeme, cree en lo que la Biblia te dice, si tu vienes a Cristo, Él te perdonará y te salvará, entrará en tu vida y comenzará a vivir su vida en ti ¿Por qué no vienes a Él hoy? Vamos a orar. Padre, gracias te damos por el estudio de hoy, pido que tu Espíritu Santo esté convenciendo a muchos en estos momentos de la verdad de lo que hemos estudiado. Padre, confío en el poder de Cristo quien vive hoy y para siempre de que este programa tocará el corazón de muchos hoy, usa este mensaje para tu honra y gloria. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.
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