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Porque Él Vive
La predicación tiene poder
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Feb 28, 2022
Feb 26, 2022
Duración:
00:14:32 Minutes
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Escritura

1 Corintios 15:1-4; 1 Corintios 15:20 y 22

Ahora, amados hermanos, permítanme recordarles la Buena Noticia que ya les prediqué. En ese entonces, la recibieron con gusto y todavía permanecen firmes en ella. 2 Esa es la Buena Noticia que los salva si ustedes siguen creyendo el mensaje que les prediqué, a menos que hayan creído algo que desde un principio nunca fue cierto. 3 Yo les transmití a ustedes lo más importante y lo que se me había transmitido a mí también. Cristo murió por nuestros pecados tal como dicen las Escrituras. 4 Fue enterrado y al tercer día fue levantado de los muertos, tal como dicen las Escrituras. 1 Corintios 15:1-4 Lo cierto es que Cristo sí resucitó de los muertos. Él es el primer fruto de una gran cosecha, el primero de todos los que murieron. 21 Así que, ya ven, tal como la muerte entró en el mundo por medio de un hombre, ahora la resurrección de los muertos ha comenzado por medio de otro hombre. 22 Así como todos mueren porque todos pertenecemos a Adán, todos los que pertenecen a Cristo recibirán vida nueva; 1 Corintios 15:20 y 22

Quiero que vayas hoy conmigo al libro de 1 Corintios 15:1-4; y después saltaremos a los versículos 20-22. La Palabra de Dios nos dice así: “Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, y en el cual también perseveráis; por el cual, asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, y no creísteis en vano. Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día”. Vamos ahora al versículo 12: “Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos?”. Y ahora saltemos al versículo 20: “Mas ahora Cristo ha resucitado entre los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados”. Esos cuantos versículos, son una doctrina que está en las profundidades del corazón de cristianismo, de hecho, son la base de nuestra fe, permíteme decirte que Jesucristo actualmente murió por el hombre pecador, fue sepultado, pero resucitó al tercer día y vive hoy y vivirá para siempre; a parte de esa verdad, la fe cristiana no tiene sustancia y queda inválida y muerta. Supongamos que Cristo no resucitó de los muertos, ¿quieres saber cuáles serían las consecuencias? El apóstol Pablo da la respuesta a esta pregunta en el mismo capítulo 15, versículos 13-19. Si Cristo no resucitó de la muerte, en primer lugar, la prédica cristiana sería vacía. En segundo lugar, la fe cristiana no serviría para nada. En tercer lugar, el testimonio cristiano sería falso; en cuarto lugar, el perdón del cristiano nunca se habría efectuado y, en quinto lugar, aquellos cristianos que han muerto han perecido sin ninguna esperanza. Pero gracias a Dios, Cristo Jesús sí resucitó de los muertos, Él tiene las llaves de la muerte y la tumba, por lo consiguiente, esas cinco frases de desesperación están en el error. La prédica cristiana tiene poder, la fe cristiana sí es efectiva el testimonio cristiano es verdadero, el perdón cristiano está disponible y aquellos cristianos que han muerto, tienen seguridad: Jesucristo vive.   La resurrección de Cristo Jesús está grabada cuatro veces en el Nuevo Testamento, en los Evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan hay mención de la resurrección de Jesús más de cien veces en el Nuevo Testamento; de hecho, la resurrección de Jesús es el corazón del evangelio.   La Biblia nos señala que debido a que Jesús está vivo la prédica tiene poder, si Jesús estuviera muerto, nuestro predicar sería en vano, no tendría resultados, no serviría para nada, pero debido al hecho de que Jesús vive, nuestra prédica es poderosa, tiene resultados y produce bien en la vida de aquellos quienes hacen caso a nuestra prédica, la prédica de los cristianos primitivos se centralizaba en la resurrección de Jesús. Francamente los primeros cristianos hablaban más acerca de la resurrección de Jesús que de su crucifixión. Pienso que hay dos razones para eso. En primer lugar, todas las personas sabían de la crucifixión de Jesús, un mensaje de tal magnitud se extendía rápidamente; y, en segundo lugar, es cierto que las personas necesitaban saber del por qué Jesús había muerto, pero era más necesario que supieran que Jesús ya no estaba muerto si no que había resucitado y que vivía. Casi todos los mensajes encontrados en el libro de los Hechos de los apóstoles mencionan la resurrección del Maestro divino.   En el día de Pentecostés, Pedro predicó diciendo que los judíos, con la ayuda de las autoridades romanas, habían prendido a Jesús y le habían, matado crucificándole; pero Pedro siguió su mensaje con las siguientes palabras: “Al cual Dios levantó sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella”. La primera persecución que cayó sobre los hombros de los discípulos de Cristo era porque predicaban de la resurrección de Jesús, estos discípulos valientes al ser prendidos testificaban delante de sus acusadores predicando de Jesucristo de Nazaret a quienes ustedes crucificaron, pero a quien Dios levantó de la muerte, fueron perseguidos por testificar de que Jesús vivía y entre más eran perseguidos, más testificaban de ello.   Si vamos al libro de los Hechos 4:33, encontraremos el resumen de la prédica de los primeros creyentes en Cristo, el versículo 33 dice: “Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos”. Quiero que entiendas que la resurrección es de suma importancia para la predicación de los cristianos. Romanos 5:10, lo explica de la siguiente manera: “Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida”. Escúchame, la muerte de Jesucristo resultó en que el hombre pecador pudiera ser reconciliado con Dios, es así porque la muerte de Cristo pagó la deuda del pecado que nos separa de Él, pero es la resurrección de Cristo el hecho que de Él vive lo que provee salvación; un Cristo muerto no puede salvar a nadie, un Cristo vivo sí, no sería suficiente el hecho de que Él muriera por nosotros, tiene que vivir, pues si no vive Él, ¿cómo viviremos nosotros? Por eso es que aquellos quienes conocieron mejor a Jesús enfatizaban la prédica, no solo de la muerte sino también de la resurrección del Señor, quiero que observes conmigo las tres fases de la obra redentora que Jesús obró para el pecador, los podemos ver claramente en los versículos 3 y 4 de nuestro texto. En primer lugar, Jesús actualmente murió, no se desmayó, ni fingió morir, actualmente murió. En segundo lugar, Jesús fue sepultado; su sepultura y el permanecer de su cuerpo en la tumba por tres días, junto con el hecho de que estaba cuidado por soldados enemigos, fueron garantías de que estuvo muerto, y, en tercer lugar, Jesús salió de esa tumba al tercer día.: Todo esto ya había sido profetizado en la Biblia. Todo estuvo de acuerdo o conforme a las Escrituras. Dios predijo la muerte, sepultura y resurrección de Cristo e hizo lo que había propuesto hacer.   La verdad de la resurrección de Jesús nos aclara de su naturaleza también, ¿cómo podríamos estar seguros de poder confiar en Él? Jesús de Nazaret había dicho que Él era el Hijo de Dios, el Apóstol Pablo nos dice en Romanos 1:4 que “Jesucristo, fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de Santidad, por la resurrección de entre los muertos”.   Hay dos cosas que prueban que Jesús era quien dijo ser: Número uno, su vida de santidad libre de pecado y número dos, su resurrección de la muerte, estas dos pruebas nos llevan ,más allá de cualquier duda; Jesús no mintió, era quien dijo ser, Jesucristo, es el unigénito Hijo de Dios, si quieres saber qué tiene que ver todo esto con la poderosa prédica del Evangelio hay día, solo tienes que tomar en cuenta que Jesucristo mismo bendice el testimonio de la verdad concerniente a su muerte vicaria y victoriosa resurrección, y puede hacerlo porque vive. El poder de Cristo acompañara el testimonio de cualquier creyente en Cristo, si Jesús estuviera muerto, mi predicación y la prédica de miles de creyentes sería muerta y débil, pero tiene poder. Déjame decirte que Jesús es poderoso y que su mensaje es tan poderoso como lo es Él. La prédica del Evangelio puede convertir al borracho en un hombre sobrio, puede cambiar al hombre más perverso en un hombre de buenos principios manso y humilde, puede convertir al pecador en un santo y debido a eso es que yo me puedo poner enfrente de este micrófono hoy y decirte que no hay vergüenza del Evangelio, porque es poder de Dios a todo aquel que cree, puedo predicar con confianza y entusiasmo porque no creo en algo muerto. Mi Jesús vive, da vida y su vida nunca se acaba pues es vida eterna y te repito una y mil veces más, su vida es poder, y cuando predico de Jesús el mensaje que predico, va lleno de poder. No me avergüenzo del Evangelio, porque es poder de Dios a todo aquel que cree.   Vamos a orar. Padre, gracias te damos por el poder de la predicación del Evangelio. Padre, he visto como tu mensaje cambia las vidas de las personas. Jesús no mintió cuando dijo que venía a darnos vida y vida en abundancia, ¿sabes Padre? Yo me alegro de que no nos hayas dejado con algo débil para testificar de Jesús; Señor, mi miserable vida no podría hacer cambiar a nadie, pero gracias te doy por el poderoso mensaje de Jesús. En estos momentos pido que este mensaje tenga efecto en la vida de un amigo Señor, te pido que pueda reconocer que la vida está en Jesús y que fuera de Él no hay nada más que aflicción, muerte y el infierno. Toca a mi amigo hoy con el poder del Evangelio, te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.

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