Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio. Hebreos 9:27 por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos. Hechos 17:31

La Biblia nos dice en Hebreos 9:27 “Y de la manera que está establecida para los hombres que mueran una sola vez y después de esto, el juicio”. Si, la Biblia nos enseña de un día de juicio y ese día vendrá, los santos serán separados de los pecadores, los que tienen a Cristo en su corazón de los incrédulos, y es necesario que todos estemos preparados para ese día. El hecho de que viene un día de juicio hace urgente nuestro mandato misionero, hay un imperativo misionero en la doctrina del juicio. Si preguntas ¿Cómo puedo estar tan seguro de que viene un día de juicio? La respuesta es simple, Dios lo ha dicho en su Palabra. Escuchemos lo que nos dice Hechos 17:31 “Por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos”. Nuevamente Hebreos 9:27 dice “Y de la manera que está establecida para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio”. Deseo que notemos la palabra establecido, Dios ha establecido un día en que el hombre morirá para después encararse a un juicio. Dios ha establecido el día en que se llevará a efecto ese juicio, un juicio divino sobre el hombre es tan seguro como lo es la Biblia y Dios, el juicio vendrá. Nuestro imperativo misionero es llevar el evangelio al hombre para que pueda estar preparado para ese día de juicio, el hombre va a ser juzgado y nosotros necesitamos alcanzarle con el evangelio antes de ese día fatal. Absoluta verdad y justicia dirigirá el juicio divino sobre los hombres, la Biblia nos dice que Dios juzgará al mundo con justicia, dice que Él es justo en todos sus juicios, Él guarda la verdad para siempre y la completa verdad será revelada cuando Él juzga al hombre basado en principios de justicia. El juicio de Dios universal, cada persona de toda la raza humana se presentará delante de Dios en juicio, Él va a juzgar al mundo. Romanos 14:12 nos enseña que “Cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí”. Eso significa que todo ser humano, uno por uno, pasará en frente de Dios para ser juzgado, aquellos quienes clasifican como grandes y pequeños en la sociedad humana estarán allí, nosotros estaremos allí. En vista de que cada persona será juzgada delante de Dios, debemos llevar el evangelio a cada persona para que puedan conocer a Dios en Cristo Jesús y estar en paz ese día. El juicio de Dios es severo, en Santiago 2:13 la Biblia nos dice que “Juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia”. Romanos 2:9 lo describe como “Tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y también el griego”. Aquellos quienes han rechazado la ofrenda de misericordia de Dios en Cristo Jesús experimentaran la ejecución de su justicia sobre los pecados que han cometido. Debemos llevar el mensaje de la salvación al incrédulo, para que pueda creer antes de ese día. Lo severo del juicio eterno hace que nuestro mandato misionero sea imperativo, el propósito del juicio es castigar a todos quienes no han recibido a Jesús como único y suficiente Salvador. Mira todo lo que involucra el castigo del juicio sobre el hombre incrédulo: En primer lugar, Dios le rechazará. “Nunca os conocí” será lo que escuchará el incrédulo. En segundo lugar, el incrédulo será separado eternamente de Dios. Dios le dirá “Apartaos de mí, hacedores de maldad, apartaos de mí, malditos al fuego eterno”. E irán estos al castigo eterno. En tercer lugar, Dios los castigará en el infierno ardiente por toda la eternidad. Estarán separados de Dios en un lugar donde el tormento no cesa y donde la llama de fuego no se apaga, ese es el destino de todo aquel que no tiene a Jesucristo en su corazón, de todo aquel que rehúsa aceptar a Jesús como Salvador, es terrible. Y la única manera en que podrá el hombre escapar de todo esto, es por medio del evangelio. Tenemos que presentar el Evangelio al mundo para que pueda arrepentirse y aceptar a Jesús como Salvador. Y por eso es que el ministerio misionero es tan urgente, solo hay una forma en que el hombre pueda estar seguro en aquel día, cuando caerá ese juicio de Dios sobre el mundo. Jesús dijo en Juan 5:24 “El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida”. No podemos escapar del juicio de otra forma, Dios no ignorará al pecado, nunca, su ley inmutable es que el alma que pecaré ciertamente morirá. Santiago 1:15 dice “El pecado, siendo consumado, da a luz la muerte”. Según Apocalipsis 21:8 “Todos los que rechazan a Jesús para seguir viviendo en el pecado tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda”. El hombre puede escapar del infierno únicamente por la expiación de Cristo Jesús. Dios ha hecho un plan, por medio de ese plan un inocente puede tomar el lugar del culpable, y eso es exactamente lo que Jesús hizo por nosotros cuando murió en la cruz, tomo nuestro lugar. Gálatas 3:13 dice “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición”. Colosenses 1:14 dice “En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados”. Tito 2:14 dice “Quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad”. 1 Pedro 1:18 y 19 dice “Sabiendo que fuisteis rescatados, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación”. El sacrificio de Jesús es suficiente para todos, por eso es que debemos llevar el mensaje del Evangelio cristiano a todo el mundo. Solo por medio de Jesús es que uno puede escapar de las llamas del infierno, solo en Él es que hay salvación. Así que para ser salvo primero hay que reconocer que uno es pecador y que no puede hacer nada para sí mismo, hay que estar arrepentido de la manera en que uno ha vivido en pecado delante de Dios y después hay que creer que Cristo murió personalmente por nuestros pecados, que el tomo nuestro lugar en la cruz y que pago nuestra deuda. Estando arrepentido de todo mal y reconociendo que Él es la única persona quien puede salvar, uno puede pedir a Cristo entrar en su corazón. ¿Y sabes qué? Él entrará, y al entrar traerá salvación y vida eterna. Solo así es como llegamos a escapar del juicio de Dios, ese es el mensaje urgente que debemos anunciar al mundo, el hombre está perdido en sus pecados y el juicio de Dios pronto vendrá sobre él. Por eso es que aceptamos la comisión de nuestro Señor en ir a predicar el Evangelio a toda criatura. Vamos a orar. Padre, que tu juicio sea real para cada uno de nosotros. Ayúdanos a reconocer que falta poco para ese día, pon en nosotros un deseo ardiente de presentar el Evangelio a todos, en todo tiempo y en todo lugar, nuestro mensaje al mundo es de sumo valor y no debemos quedarnos callados. Danos el poder que necesitamos para anunciar la salvación en Cristo Jesús, porque en nombre de Él te lo pedimos. Amén.