Escritura
Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea para él. Génesis 2:20 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. Génesis 2:18 pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido. 1 Corintios 7:2 pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando. 1 Corintios 7:9
El matrimonio es ordenanza de Dios, personas que entran al matrimonio con intenciones honorables, están obedeciendo el propósito de Dios. Mientras que hay algunas personas que no deberían casarse, los lazos del Santo matrimonio son naturales y apropiados para la mayoría de las personas. El matrimonio, es más que una cerca de alambres espigados para mantener bajo el control los deseos de la carne. Algunos críticos dicen que el matrimonio es simplemente el adulterio legalizado. Cuando uno entra al matrimonio por los motivos correctos, esta es una institución que trae mucha felicidad ¿Cuál sería el propósito de Dios en instituir el matrimonio entre los seres humanos? Dios instituyó el matrimonio para que el hombre pudiera gozar de una comunión inteligente y elevado, podemos observar algunas cosas en los primeros dos capítulos de la Biblia, Dios hizo del jardín del edén un lugar ideal, toda clase de vegetación y todo lo que uno podría necesitar para alimentarse se encontraba allí. Adán tenía agua, comida, se mantenía ocupado y tenía como distraerse en el Edén. Él era el amo del mundo, pero eso no era suficiente, algo le faltaba él estaba solo. Génesis capítulo 2, versículo 20, nos enseña que después de que Adán había visto todos los animales que fueron creados encontró que no se hallaba ayuda idónea para él. El término ¨Ayuda idónea¨, significa que no había en ese lugar alguien de su misma forma, alguien quien le contestara, un compañero. Había un gran abismo entre los animales y el hombre en el huerto, así como hoy día. Ninguno de los animales de la creación, tenían su naturaleza. Dios se dio cuenta de que Adán no tenía un compañero verdadero. Me imagino que este se divertía con los animales mientras que estos hacían sus maromas en el jardín del Edén, pero ninguno de ellos podía ser su compañero. Ninguno era de su naturaleza, el hombre se encontraba singularmente solo. Dios dijo: ¨No es bueno que el hombre esté solo. Le haré ayuda idónea para él¨, según Génesis 2:18. Dios hizo que los seres humanos fueran una creación muy especial, ellos necesitan la asociación de personas iguales a ellos. Una persona nunca puede a solas desarrollar sus capacidades mentales, sociales o espirituales. Por esa razón, Dios proveyó a un compañero para compartir con Adán los gozos del amor humano en medio de un lugar precioso que nosotros conocemos como el jardín del Edén. El compañero que Dios proveyó para Adán fue una mujer. No le proveyó a otro hombre. La razón de esto es que la mujer y el hombre complementan el uno al otro, he ahí el fundamento para el matrimonio. Es evidente, por lo consiguiente, que Dios instituyó el matrimonio para proveer un compañerismo inteligente y elevado. Él quiso aliviar al hombre de estar solo. En la relación matrimonial. El hombre y la mujer desarrollan su inteligencia, cultivan sus simpatías, traen al mundo sus hijos y alaban a Dios. Todo esto es necesario para tener una vida significante. Dios fue bueno en instituir el matrimonio entre humanos. Dios instituyó el matrimonio para corresponder a las necesidades biológicas de los seres humanos, él nos hizo creaturas sexuales, no hay nada pecaminoso en cuanto a eso, es mentalmente y espiritualmente saludable el darnos cuenta de esa realidad. Por virtud de nuestra naturaleza, el hombre necesita a una mujer, así mismo como la mujer necesita del hombre. Esta necesidad expresada en la atracción entre ambos sexos será cumplida de una manera u otra, puede ser cumplida en una relación salvaje de la misma manera en que los animales procrean, tal cosa puede ser permitida entre animales, pero no entre humanos. Dios puso la pena de muerte sobre la inmoralidad, es una grave ofensa a su santa voluntad. ¿Cómo entonces pueden ser satisfechos los deseos del ser humano? Dios ordenó que sería expresada esta satisfacción bajo la relación matrimonial. Un hombre y una mujer unidos en contrato matrimonial honorable podrían satisfacer sus necesidades sexuales, sin que hubiera nada malo en ello. Sin cometer pecado y estando bajo su voluntad. Solo de esta manera es que podrían satisfacer estos deseos mutuos. El matrimonio nos libra de inmoralidad y honra a Dios. ¿Deseas saber en dónde se encuentran los versos en la Biblia que especifican estos hechos? 1 Corintios 7:2, dice: ¨Pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer y cada una tenga su propio marido¨. El verso 9 del mismo capítulo dice que es mejor casarse que estarse quemando con los deseos sexuales. El matrimonio es la respuesta a la necesidad biológica que Dios puso en los humanos, ningún marido ni ninguna esposa tienen el derecho de negarse, es su deber conyugal por el bien de ambos. Ninguno de los dos debería pensar que tienen poder alguno sobre sus mismos cuerpos, si no que el cuerpo de uno le pertenece al otro. Solo hay un tiempo en el que puede ser negado el deber conyugal y esto solo por mutuo consentimiento, ese tiempo es durante tiempo de oración y ayuno, de lo contrario, estarían abriendo la puerta a Satanás para entrar y hacer sus obras malignas en uno llevándolo al pecado. Lean 1 Corintios 7:2 al 5; los cristianos deben honrar este principio en sus relaciones matrimoniales. Este es uno de los propósitos que Dios tuvo cuando instituyó el matrimonio. Dios instituyó el matrimonio para propagar la raza humana. Primeramente, hizo al hombre, después hizo a la mujer para servir de compañía al hombre, luego, a la pareja dio estas instrucciones que encontramos en Génesis 1:28: ¨Y los bendijo Dios y les dijo: Fructificad y multiplicaos llenad la tierra y sojuzgadla¨. La concepción del nacimiento y procreación de hijos estaba metido en el propósito de Dios dentro del matrimonio. Salmo 127:3 dice: ¨He aquí a herencia de Jehová son los hijos cosa de estima el fruto del vientre¨. Tales declaraciones, nos muestran que los hijos son dados de Dios. La profesión más alta y noble de una pareja unida en matrimonio, es la profesión de ser padres. Compartiendo con Dios en el nacimiento y en la enseñanza de un ser humano. ¿Por qué puso Dios a niños en los hogares? Un hogar estable es el mejor lugar en el cual un niño puede desarrollarse. La palabra de Dios a cada padre se encuentra en Deuteronomio 6:6: ¨Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre vuestro corazón y las repetirás a tus hijos y hablarás de ellos estando en tu casa¨. La tarea de enseñar a nuestros hijos el camino de Dios, es una tarea santa. Este fue otro de los propósitos de Dios cuando instituyó el matrimonio. El matrimonio fue instituido para que Dios pudiera ser glorificado. El hogar es la unidad básica en una sociedad estable. El deseo de Dios es que el orden y la justicia, marquen la relación del hombre con los demás seres humanos, buenos hogares, por lo consiguiente glorifican a Dios. Sin la influencia estable de buenos hogares, la sociedad estaría arruinada, pondría dudas en nuestras mentes en cuanto a la bondad y sabiduría de Dios; por otro lado, buenos hogares producen una buena sociedad y esto es testimonio vivo de que existe un Santo Dios quien gobierna al hombre Un hermano, expresando estos pensamientos, dice estas palabras cuando le toca casar a una pareja: ¨En vista de que el matrimonio es ordenado por Dios, y está basado sobre el amor de Dios, el hogar, sobre cualquier otra institución, puede bendecir a la humanidad y honrar a nuestro Señor. Yo les exhorto, por lo consiguiente, de que dediquen su hogar al creador, usen su palabra como guía en su hogar, unan sus vidas en servicio en una de sus iglesias, y la fuerza mutua de la palabra de Dios, juntamente con la de su iglesia les ayudará a vivir sus vidas como siervos útiles y felices, esto será tu recompensa temporal y eternal¨. Sí, el hombre cristiano y la mujer cristiana viviendo en una relación ordenada por Dios, traen gloria a su nombre. Tu hogar puede ser una bendición, tu hogar puede reflejar la imagen de tu Dios, puede dar testimonio vivo del poder de Cristo, pero solo puede ser todo esto si Dios es cabeza de tu hogar. Padre, te pedimos que podamos decir como Josué en Josué 25:15: ¨Pero yo y mi casa, serviremos a Jehová¨, en el nombre de Jesús te lo pedimos. Amén.
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