(Centro De Vida)
Escritura
Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. 8 Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. 9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. 10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia
Continuamos con la serie “Yo soy” las afirmaciones que Jesús hizo en el evangelio de Juan. En nuestra vida, constantemente enfrentamos decisiones que nos llevan por diferentes caminos. Muchas veces nos sentimos perdidos, buscando la dirección correcta y el acceso a la verdadera paz. En Juan 10:7-10 encontramos una maravillosa declaración de Jesús que dice: Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. 8 Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. 9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. 10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. El capítulo 10 de Juan es parte de un discurso que Jesús dio tras haber sanado al ciego de nacimiento. En este capítulo, Jesús utiliza la figura del pastor y las ovejas para ilustrar la relación íntima entre él y sus seguidores. Hablando a una audiencia que estaba familiarizada con el trabajo de los pastores, Jesús usa esta imagen para revelar cómo él es el verdadero acceso a la vida abundante y la protección que necesitan las ovejas, es decir, nosotros. Vemos como Jesús se presenta como "la puerta de las ovejas". Él deja claro que todos los que vinieron antes fueron ladrones y salteadores, pero él es la única puerta que lleva a la salvación. En este pasaje, Jesús también promete que quien entre por él será salvo, entrará y saldrá, y hallará pastos. Finalmente, Jesús señala que el ladrón viene para matar y destruir, pero él ha venido para que tengamos vida en abundancia. La declaración de Jesús como "la puerta" nos muestra que él es el único camino a la salvación y la protección espiritual. A través de él, encontramos seguridad y acceso a la presencia de Dios. Cuando él dice que quien entra por él hallará pastos, nos está hablando de una vida plena, llena de provisión y descanso espiritual. Además, él se contrapone al ladrón, que viene para destruir, mientras que Jesús viene para dar vida en abundancia. Esto significa que la relación con él no solo nos rescata del peligro, sino que también nos permite experimentar una vida llena de gozo y propósito. En nuestro diario caminar, necesitamos recordar que Jesús es la puerta a la verdadera paz y la seguridad que anhelamos. Muchas veces buscamos respuestas en lugares equivocados: en nuestras propias fuerzas, en filosofías humanas, o en lo material. Sin embargo, Jesús nos invita a entrar por él, a encontrar descanso y a experimentar la vida abundante que solo él puede ofrecer. Hoy, quiero animarte a confiar en Jesús como la puerta de tu vida; permite que él te guíe hacia los "pastos verdes" de paz y esperanza. Cuando las dificultades te rodeen, recuerda que él es la puerta a la seguridad y la vida eterna. Entra por él y hallarás verdadera paz y gozo.
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