El necio no se deleita en la prudencia, sino solo en revelar su corazón.

08- Las Preguntas Útiles.   Tres Niveles de los Problemas.   El Nivel de Irritación.   ¿Por qué ha venido el aconsejado para recibir la consejería? El nivel de las emociones. “Estoy cansado todo el tiempo”. “Estoy desanimado”. “Estoy temeroso”.   El Nivel de Incidente (el Evento).   ¿Qué ha pasado para causar los problemas que tienes? Algunos ejemplos: “Yo fui arrestado”. “Perdí la calma con mi jefe”. “Perdí mi trabajo”.     El Nivel del Patrón.   Necesitamos determinar si el problema es un incidente de una sola vez o es un hábito. ¿Has tenido estos tipos de problemas en el pasado?   El Consejero Necesita Usar el Vocabulario Que Va a Inducir una Respuesta Útil.   Las preguntas que empiezan con “¿por qué?” usualmente no proveen mucha información.   Las preguntas “qué”, “dónde”, “cuándo”, “quién” y “cómo” proveen más información.   Las próximas preguntas van a progresar basado en las respuestas que los aconsejados proveen.   Las Preguntas Principales.   Su relación con Dios. Su relación con la iglesia. Su relación con sus amigos. Su relación con los del trabajo. Sus financieros. Su vida social. Su uso de tiempo. Los eventos mayores en su vida. Vamos a observar sus respuestas y darles más preguntas acerca de las áreas que se miran delicadas para el aconsejado.   La Importancia de Escuchar.   ¿Cuáles son algunas cosas que debemos escuchar?   Las excusas. La exageración. Los conceptos que no están de acuerdo con la Escritura. Las contradicciones. La vacilación. Los errores. La hesitación de hablar. La confusión. Las omisiones.   Debemos escuchar para la verdad.   Muchas veces los consejeros solamente quieren hablar, y no quieren escuchar.   Las doctrinas y las interpretaciones falsas van a impedirnos el reconocimiento de las necesidades verdaderas del aconsejado.   Los consejeros de Job no tuvieron todos los detalles de su caso.   Los consejeros de Job no entendieron que un creyente puede sufrir sin ser culpable de un pecado especifico.   Debemos determinar los tres niveles de los problemas (irritación, incidente, patrón).   No investigar el caso del consejero puede ser el resultado del orgullo: El necio no se deleita en la prudencia, sino solo en revelar su corazón. (Proverbios 18:2).   Debemos escuchar activamente.   El consejero no es pasivo.   Si somos pasivos, no vamos a obtener los detalles necesarios. Necesitamos escuchar para proveer soluciones porque el aconsejado no tiene soluciones.   El consejero debe tener control de la sesión.   El consejero necesita guiar la discusión. El consejero provee estructura a la sesión.   El consejero necesita ser sabio para escuchar activamente.   La sabiduría verdadera aplica la Palabra de Dios prácticamente.   El consejero usa su mente para discernir lo que está pasando en la vida del aconsejado.   El consejero sabe como hacer las buenas preguntas para obtener la información necesaria.   El consejero se enfoca en la información en vez de las emociones del aconsejado.   Hay tres lados de cada problema interpersonal.   Por ejemplo: El esposo, la esposa y Dios.   No es buena idea separar al esposo y la esposa durante la consejería.   Cuando la pareja esta en el mismo cuarto, cada uno puede refutar, amplificar o modificar lo que la otra persona dice.   No debemos permitir al aconsejado hablar negativamente acerca de una persona que no está presente.   Hermanos, no habléis mal los unos de los otros. El que habla mal de un hermano o juzga a su hermano, habla mal de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres cumplidor de la ley, sino juez de ella. (Santiago 4:11).   Las palabras del chismoso son como bocados deliciosos, y penetran hasta el fondo de las entrañas. (Proverbios 18:8).   No debemos permitir chismes en la sesión.