Copyright 2016-2019 Lifeword
Mensajes de Animo
La Preocupación nos Enferma
Pastor Antonio Fuentes
(ABMA Honduras)
Duración: 00:05:33 Minutes
Listens:
6
Aired on Abr 25, 2023

Escritura

Mateo 6:25 – 34

25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? 26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? 27 ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? 28 Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; 29 pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. 30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? 31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. 33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. 34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.

La preocupación se manifiesta en pensamientos perturbadores que quitan la paz del ser humano, y muchas esto que pensamos no acontece pero nos atormenta y quita la paz de cualquier manera, en lo espiritual, la preocupación evidencia falta de fe en Dios, cuando la preocupación es contante, hace que nuestro cuerpo libere sustancias que son dañinas para nuestra salud y alteran el equilibrio interno de nuestro organismo, afectando nuestro sistema de defensa a las enfermedades, afectando nuestro estado de ánimo volviéndonos irritables y poco pacientes en intolerables a los demás, a la vez de afectarnos mentalmente, afectando nuestra fe, impidiéndonos alcanzar el propósito de Dios en nuestras vidas. La única arma para combatirlo es la confianza por completo en Dios y su provisión, es tiempo de dejar de luchar con nuestras fuerzas y empecemos a poner todas nuestra ansiedad y preocupaciones en las manos de Dios.

Otros archivos en esta serie