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Identificándote Con Cristo
Bautismo
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ago 09, 2022
Ago 08, 2022
Duración:
00:14:32 Minutes
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Escritura

Juan 1:32-34; Mateo 3:13-17

También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él. 33 Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquel me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ese es el que bautiza con el Espíritu Santo. 34 Y yo le vi, y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios. Juan 1:32-34 Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. 14 Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? 15 Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó. 16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. 17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia. Mateo 3:13-17

En nuestro último estudio nosotros vimos que Jesús quiere que nos identifiquemos como seguidores de Él y como hijos de Dios, aún dijo que si llegaba al punto el tener que escoger entre Él y un miembro de nuestra familia que debíamos escogerlo a Él, vimos también que hay varias formas de identificarnos con Cristo, una forma es el bautismo. Hoy deseo que observemos que el bautismo identificó a Jesús con el Padre, que el bautismo es un cuadro representativo de lo que sucedió espiritualmente en nuestro corazón cuando recibimos a Cristo y que el bautismo es un mandato y no una petición que nos hace Jesús, con estas tres cosas en mente vamos a abrir nuestras Biblias y empezar a estudiar. Vamos a ir al libro de Juan capítulo 1 para leer los versículos 32-34, en estos versículos encontraremos el testimonio de Juan el Bautista y veremos cómo él identificó al Mesías, Jesús el Hijo de Dios, leamos, Juan 1:32-34: “También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él. Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ese es el que bautiza con el Espíritu Santo. Y yo le vi, y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios”. Como podemos ver Dios le había hecho saber a Juan a quien él le había enviado a bautizar con agua quien era el Mesías, le había dicho a Juan que cuando él veía descender al Espíritu sobre una persona y que permaneciera sobre esa persona que ese individuo era su Hijo unigénito quien bautizaría no con agua como Juan sino con el Espíritu Santo y es así cómo Juan podía identificar al Mesías, el Salvador del mundo. No había pasado mucho tiempo cuando Juan pudo ver el cumplimiento de lo que Dios le había declarado, podemos leer del evento en Mateo 3:13-17 dice: “Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó. Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia”. Al leer estos versículos maravillosos tres pensamientos vienen a mi mente: en primer lugar, veo lo importante que era para Jesús ser bautizado, Galilea quedaba a unos sesenta kilómetros de donde Juan estaba bautizando, ¿por qué Jesús no se bautizó a sí mismo? ¿Por qué tuvo que ir donde Juan, un pecador al igual que todos los demás hombres? Pienso que la razón es porque Jesús sabía que Dios toma sus asuntos muy en serio, Dios Padre había señalado a Juan para administrar el bautismo y Jesús quería respetar ese hecho, por eso es que caminó sesenta kilómetros para ser bautizado por la persona a quien Dios había autorizado. En segundo lugar veo que Jesús no pide a sus seguidores hacer algo que Él no está dispuesto a hacer, Juan contendió con esto diciendo: “Yo necesito ser bautizado por ti y no tú por mí”, pero Jesús dio saber a Juan que el bautismo le era necesario para cumplir con toda justicia, es como que Jesús dijera: “Juan, yo voy a pedir que mis discípulos se identifiquen conmigo por este medio, el bautismo y no voy a pedirles a ellos a hacer algo que yo mismo no estoy dispuesto a hacer, así que deja ya y bautízame porque así conviene que cumplamos toda justicia”. Y en tercer lugar veo que Dios se complace cuando nos identificamos con Él, fue después de bautizarse que el Padre dijo: “Este es mi Hijo amado en quien tengo complacencia”, ¿por qué Dios estaba contento con Jesús en ese momento? Porque pudo ver en su Hijo un acto de sacrificio, un abandonamiento de egoísmo para complacer la voluntad del Padre y este sentir lo tiene Jesús cuando nosotros le seguimos en el bautismo. Y esto nos trae a la pregunta: “¿Cómo es que el bautismo nos identifica con Cristo?”. Debemos entender que el bautismo es un cuadro que nos representa a lo que sucedió espiritualmente en nuestro corazón el momento en que recibimos a Jesús como nuestro Salvador, el mundo no puede ver lo que sucedió en nosotros, el bautismo es la manera que Dios ha establecido para que comuniquemos este evento no en palabras sino en hechos a las otras personas quienes nos rodean, al aceptar a Jesús como mi Salvador yo morí al mundo, fui sepultado completamente cubierto en la sangre de Jesús y resucitado a una nueva vida con Él y esto es exactamente lo que representa el bautismo, muerte al mundo de pecado, sepultación en la sangre de Jesús y resucitación a una nueva vida, vida espiritual. Creo que el Apóstol Pablo lo explica un poco mejor en Romanos 6:3-5, leamos: “¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección”. Así que al entrar al bautisterio para ser bautizado por alguien autorizado por una iglesia que practica la sana doctrina me identifico con Jesús en su muerte, sepultación y resurrección, o sea que pinto al ojo físico un cuadro de lo que me ha acontecido espiritualmente y es así cómo el bautismo nos identifica con Cristo, ¿y qué si alguien no desea bautizarse? Permítame decirte que bautizarse no es asunto de conveniencia, el bautismo es un mandato del Señor Jesucristo no una opción, seguro está que si Jesús se preocupó por ser bautizado podemos deducir que es algo de gran importancia a Él, el mandato de Jesús a su iglesia incluye el bautismo, si vamos a Mateo 28:19-20 encontraremos el mandato de bautizar, Jesús mismo dijo: “Por tanto, id, y haced discípulo a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado”, aunque el bautismo no salva a nadie es lo que identifica al cristiano con su Señor, es un hecho que declara que uno es seguidor de Cristo, es fácil decir con la boca que Jesús es mi Salvador pero al entrar a las aguas bautismales declaro que no estoy jugando y que la cosa va en serio, la persona que desea no seguir al Señor Jesús en el bautismo tampoco le seguirá en ninguna otra cosa. Hay un himno que me ha gustado mucho, que trata del asunto de bautismo y para terminar el estudio de hoy quiero compartirlo contigo, tal vez ya lo has oído, dice así: “Soy bautizado como manda el Salvador, qué grande gozo siento yo en mi corazón. Ya mis maldades las borró mi Salvador, quiero llegar puro y limpio a su nación, adiós mundo que hasta ayer estuve en ti donde el pecado destruía mi vivir, yo siento gozo desde que me bauticé y de volver a pecar mejor morir. No veo más que el camino de la fe donde muy pocos han querido caminar, le pido a Dios que me guarde en el amor, quiero llegar puro y limpio a su mansión, seguiré a mi Jesús pues para mí lo del mundo se acabó, y ayudado de su luz proseguir en su camino quiero yo”. Lo primero que Jesús manda después de recibirle como Salvador es el bautismo, Él quiere que nos identifiquemos con Él, Él quiere que lo hagamos con gozo, yo quiero seguir a Jesús, ya me he identificado con Él por medio del bautismo y quiero que mi vida muestre que estoy a su lado pase lo que pase, cuando uno sale del bautisterio con una sonrisa en su cara y en su corazón las personas le preguntan: “¿Por qué esa sonrisa?” y uno les contestará: “Porque estoy satisfecho, he cumplido con un mandato de mi Señor, me he identificado con Él y sé que eso le agrada, y claro está que al agradarle a Él yo me siento muy pero muy bien”. Vamos a orar. Padre, gracias te damos por el bautismo, ese evento en el cual podemos mostrar a otros por medios que ellos pueden ver y entender lo que ha sucedido en nuestro corazón, también es un acto que está grabado en nuestra mente de lo que la vida cristiana significa: muerte al mundo y vida con Jesús. Ayúdanos a tomar en serio este importante paso, porque te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

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