(Centro De Vida)
Escritura
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. 25 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Mateo 16:24-25 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Filipenses 2:5-8
La mayoría de los creyentes hoy profesan conocer a Cristo, pero no viven como deberían vivir, al fijarnos en sus vidas no adivinaríamos que eran hijos de Dios, ¿qué es lo que ha pasado? La respuesta es sencilla, lo que sucede es que no tienen una perspectiva correcta de lo que es un cristiano, quizás sea porque no se les ha sido enseñado por un hermano mayor en la fe, puede ser que les ha sido enseñado pero no lo han visto ser practicado en la vida de un hermano mayor en la fe, cualquiera que sea la razón no es buena excusa y no libra al hijo de Dios de sus responsabilidades para con la familia espiritual, digo esto porque cada hijo de Dios tiene la presencia del Espíritu Santo con y en él, y el Espíritu Santo animará al hijo de Dios en servir al Padre Celestial, le animará en escudriñar las Escrituras y le enseñará cómo agradar al Padre. Si hay creyentes en Cristo que no están sirviendo a su Señor es porque tienen una perspectiva equivocada y lo que necesitan tener es la perspectiva de Dios, ahora, el hombre nos dice que debemos velar por nuestro propio bienestar, dice que debemos buscar nuestra propia felicidad, el mundo nos enseña a mentir, robar, engañar y hacer cualquiera otra cosa que sea necesaria para tener éxito aún si tenemos que abusar de otros en el proceso, lamentablemente muchos cristianos han adoptado esta perspectiva pero lo siento pues esta perspectiva es anti bíblica, no es lo que Dios enseña, Dios enseña por medio de su Palabra que el creyente en Cristo debe morir y que Cristo debe ser permitido vivir su vida en la vida del cristiano, esto puede sonar algo raro pero espera un momento y deja que te lo explique, en Mateo 16:24 y 25 Jesús dijo las siguientes palabras: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí la hallará”. Quiero que nos fijemos en las palabras: “Niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame” porque vamos a dividir el estudio de hoy en tres etapas y vamos a hablar de estas tres cosas. En primer lugar, hablemos de negarnos a nosotros mismos, ¿por qué será que todas las cosas llaman la atención al hombre con excepción de las cosas de Dios? Yo sé por qué, es porque las cosas de Dios son espirituales y las cosas espirituales no se pueden lograr por medio de la carne, ¿por qué no? Pues porque los deseos de la carne van en contra de los deseos del Espíritu, no entiendo cómo algunas personas pueden pasar horas y horas sentados en frente de un televisor pero después de cinco minutos de leer la biblia les arden los ojos, pueden pasar y sufrir horas caminando en los centros comerciales y bailar hasta el amanecer pero no pueden caminar al templo que queda a cuadra y media de sus casas porque se cansan, pueden degradar a otras personas por medio del chisme pero cuando se trata de compartir el evangelio con alguien les da vergüenza, siempre existe una larga lista de cosas que queremos hacer pero servir al Señor no está anotado en ella. Como hijos de Dios debemos reconocer que lo que nosotros queremos realmente no es importante, nuestro deseo debe ser que la voluntad de Dios se haga en nuestras vidas porque su voluntad es lo único que realmente tiene importancia, existen muchas cosas que nosotros quisiéramos hacer pero lo nuestro debe ser sacrificado para llevar a término lo que Dios desea hacer en nuestras vidas, claro está que si estoy haciendo lo mío lo de Dios tendrá que esperar, por eso es que Jesús dice que debemos negarnos a nosotros mismos y no solo nos lo dice sino que Él hizo lo mismo. Quiero que observemos el ejemplo de Jesucristo en Filipenses 2:5-8: “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”. Hacer esto no es fácil, uno tendrá que ser muy disciplinado y su deseo de hacer la voluntad de Dios tendrá que ser la meta primordial en la vida de uno, solo es así que podremos ser como nuestro Señor quien dijo: “Padre, si es posible, que pase esta copa de mí pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”. Esto nos trae al siguiente paso: el paso de tomar nuestra cruz, la muerte más horrible y degradante en tiempos de Jesús era la muerte de cruz y sin perder palabra Jesús nos expone a lo más horrible dándonos a saber que el asunto del cristianismo no es cosa de juguete, para que nosotros pudiéramos tener vida eterna Jesús tuvo que olvidarse de sus deseos y sus metas y someterse al plan de Dios Padre para la redención del hombre pecador, así mismo el creyente tiene que olvidarse de sus deseos y planes y someterse a la voluntad de Dios para el bienestar de otros que deben conocer a Cristo como Salvador y únicamente así es que podrá caminar en el Espíritu, el tomar nuestra cruz es simplemente llevar en nuestra mente el pensamiento de matar diariamente, momento a momento al viejo hombre, que es la carne, para que el nuevo hombre que es Cristo pueda ser visto y operar con libertad en nuestras vidas. Pablo dijo en Gálatas 5:24: “Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos”, y en Gálatas 2:19 y 20 el apóstol relata la realidad a cada hijo de Dios diciendo: “Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios. Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”. Quizás alguien está pensando: “Pero eso de sacrificar mis deseos no suena agradable, no me gusta lo que estás insinuando”, está bien pero déjame informarte que la única manera en que el verdadero hijo de Dios pueda encontrar alegría en esta vida es por medio de entregarse a la voluntad de su Padre, las cosas del mundo no pueden brindar paz, gozo y satisfacción al creyente, la única manera en que el cristiano encuentre satisfacción en esta vida es por medio de obediencia a Dios, igual como lo hizo Jesús, por eso es que Jesús dijo: “Niégate a ti mismo, toma tu cruz y sígueme”, esto nos trae al paso de seguir en las pisadas de Jesucristo, en teoría seguir en las pisadas de Jesús no es difícil, seguir a Cristo es vivir una vida entregada a Dios para honra y gloria del Padre, es ser obediente a Dios en todo, es hacer su voluntad aun cuando vaya en contra de lo que nosotros queremos, es poner a Jesús en primer lugar en nuestras vidas, olvidándonos de lo terrenal y engrandeciendo el reino celestial, es bautizarnos, unirnos a una iglesia que practica la sana doctrina y aplicar los principios y mandamientos de Jesús enseñados en la Biblia a nuestras vidas. Sí, en teoría es fácil, pero al adaptarnos y ser obediente en ello no es fácil, para el joven rico no era fácil, no era fácil porque amaba más a sus riquezas que a Jesús ¿Qué es lo que tienes en tu vida que no te permite seguir enteramente a Jesús? ¿Un trabajo, una novia o un novio, qué es? Y aquí es donde regresamos al principio otra vez, debemos negarnos a nosotros mismos, tomar nuestra cruz y seguir a Cristo, no es asunto de que, si queremos hacerlo, es asunto de que debemos hacerlo, esta es la perspectiva que debemos tener, lo tremendo de todo esto es que cuando vivimos de esta manera con esta perspectiva nos sentimos felices y satisfechos. Es entonces que comprendemos lo que quiso decir Jesús con las palabras: “Y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará”, y para aquel que me dice que no vale la pena quiero terminar con lo que dijo Jesús en Marcos 10:29 y 30 cuando Pedro hizo el comentario de haberlo abandonado todo para seguirle, Jesús le respondió: “De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna”. Vamos a orar. Padre, te pedimos que nos ayudes a comprender la importancia del estudio de hoy, que como hijos tuyos no podremos ser felices a menos de que perdamos nuestras vidas para que tu voluntad pueda ser hecha, debemos negarnos a nosotros mismos, crucificar nuestros deseos que van en contra de tu voluntad y seguir a Jesús quien siempre ha obedecido en todo, ayúdanos porque te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Otros archivos en esta serie
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Lifeword)
(Lifeword)
(Lifeword)
(Lifeword)
(Lifeword)
(Lifeword)
(Lifeword)
(Lifeword)