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Textos Favoritos De La Biblia
La Oración – Jeremías
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Feb 10, 2022
Feb 05, 2022
Duración:
00:14:32 Minutes
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Escritura

Jeremías 33:1-3; Lucas 18:1

Vino palabra de Jehová a Jeremías la segunda vez, estando él aún preso en el patio de la cárcel, diciendo: 2 Así ha dicho Jehová, que hizo la tierra, Jehová que la formó para afirmarla; Jehová es su nombre: 3 Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. Jeremías 33:1-3 También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar. Lucas 18:1

La mayoría de nosotros nos revelamos en contra de los problemas, no nos gusta verlos venir pero a veces tiempos problemáticos suelen ser momentos de gran bendición espiritual, fue en uno de esos momentos que Dios dio una de sus promesas más grandes grabadas en el Antiguo Testamento, encontramos esa promesa en el capítulo 33 de Jeremías, si tienes tu Biblia busca la cita conmigo, leamos los versículos 1 al 3 del capítulo 33 de Jeremías, dice: “Vino palabra de Jehová a Jeremías la segunda vez, estando él preso en el patio de la cárcel, diciendo: Así  ha dicho Jehová, que hizo la tierra, Jehová que la formó para afirmarla; Jehová es su nombre: Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”. Lo que estaba sucediendo es que Jeremías había sido encarcelado por resistir la maldad de un rey, fue en esos días de encarcelamiento en que Dios habló a él, fue en una hora negra, los enemigos políticos habían caído sobre él procurando su muerte, pero evidentemente Dios le había salvado la vida y en medio de esta hora negra fue que vino al profeta con esta promesa que acabamos de leer. Escucha nuevamente la promesa: “Clama a mí y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”, la promesa fue hecha al profeta Jeremías, sin embargo, también nos pertenece a nosotros. Esta promesa es para ti y para mí y por eso es que lo he escogido como uno de mis textos favoritos. Siempre debemos orar, Dios nos invita a venir a Él, Él dice: “Clama a mí”, no debemos darnos por vencidos simplemente porque las cosas van un poco mal, debemos ver siempre hacia al cielo y dirigir nuestras oraciones a Dios quien es el único que nos puede ayudar. Quiero que sepas que la oración es la responsabilidad más grande y al mismo tiempo el privilegio más precioso que tiene el creyente, nuestro texto no nos describe una responsabilidad más bien nos presenta un privilegio, aunque tú y yo no tuviéramos enemigos, problemas, pecados, etcétera, siempre sería un privilegio poder clamar a Dios. Esto me trae a mente lo bueno que Dios es con nosotros, Él no nos reprende por pedir mal ni se aburre de escucharnos, de hecho, lo que le molesta a Dios es que no pasamos suficiente tiempo hablando con Él, como creyentes debemos orar, debemos orar y la persona que no ora es como una fortaleza sin ejércitos. Muchas veces nos hemos arrepentido ya cuando es demasiado tarde, el no haber orado o tomado en cuenta a Dios antes de tomar una decisión, debemos orar no solo porque Dios puede darnos lo que pedimos sino para pasar tiempo en comunión con Él, Él quiere que pasemos tiempo a diarias con Él, Él nos ama. Puede ser que tú hayas orado antes sin recibir contestación, eso no es motivo de dejar de hablar con Dios, acuérdate que el justo vivirá por la fe, debes tener confianza que Dios te oirá y hará lo mejor para ti, el privilegio más grande que tú tienes en esta vida es el privilegio de poderte dirigir a Dios. De hecho, no importa qué buenos seamos, siempre necesitamos orar con Dios. Acuérdate que Jesús, quien nunca conoció pecado, pasaba largas horas en oración, las palabras de Jesús en cuanto a la oración son claras. Si vas conmigo a Lucas 18:1 encontraremos ahí lo que Jesús dice de la oración, el maestro nos enseña que “hay necesidad de orar siempre y no desmayar”, si Jesús lo toma en serio yo pienso que nosotros también lo debemos tomar en serio. Debemos esperar una contestación a nuestras oraciones, sino íbamos a recibir contestación la oración sería inútil, pero Dios dice en su invitación a orar: “Clama a mí y yo te responderé”, ¿Quién responderá? Dios dice que Él responderá, Él promete escuchar personalmente nuestras oraciones y las contestará personalmente. ¿Cómo puede ser que el Dios del universo va a tomar tiempo para escuchar lo que yo tengo que decir? Parece mentira, ¿verdad? Y sin embargo Él es quien ha prometido hacerlo. La oración es el instrumento por medio de la cual recibimos lo que necesitamos. Vamos a Mateo 7:7 y 8, escucha lo que Jesús tiene que decir: “Pedid, y se os dará; buscad y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá”. ¿Cómo puedo recibir, hallar y encontrar la apertura? Solamente por medio de pedir, buscar y llamar, pero Dios ha prometido que, si pido, que voy a recibir. Y si busco, hallaré. Y si llamo, se me abrirá el camino. Dios contesta la oración, puede ser que la respuesta de Dios no venga a la hora que nosotros quisiéramos que viniera, pero la respuesta vendrá, Dios no miente, Él cumplirá su promesa. Si nosotros oramos, Él nos contestará, debemos esperar grandes cosas cuando oramos. Observemos la última parte de nuestro versículo en Jeremías, dice: “Clama a mí y yo te responderé, y te enseñará cosas grandes y ocultas que tú no conoces”. Dios puede darnos más de lo que nosotros podríamos imaginar, cuando oramos puede suceder algo poderosamente divino, “yo te enseñaré” dice Dios. Cuando oramos Dios se mueve, Jesús dijo en Juan 14:13 y 14: “Y todo lo que pidieres al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidieres en mi nombre yo lo haré”. Si saltamos al capítulo 16 de Juan en los versículos 23 y 24 encontramos estas palabras de Señor Jesús, Él dice: “De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidieres al Padre en mi nombre, os lo dará. Pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido” y así es como trabaja la oración. Grandes cosas suceden cuando oramos, Dios lo ha prometido, grandes cosas involucran cosas abundantes, preciosas, bastas y sin límites, al mismo tiempo hay cosas que son ocultas para nosotros, estas cosas las podemos ver únicamente por medio del poder de Dios, Dios mismo ha dicho que nos la va a enseñar. Creo que lo que quiero decirte es que cuando oramos a Dios veremos sus manifestaciones al contestar nuestras oraciones. Hay asuntos que desconocemos, Dios ha prometido que esas cosas nos serían reveladas cuando oramos, cosas ocultas, los planes de Dios, dirección de Él, nos son reveladas al practicar la oración en nuestras vidas, la dirección de Él es clara cuando practicamos la oración, solo Dios sabe cuánto perdemos nosotros por ser negligentes en el asunto de la oración. Debemos aprovecharnos de este precioso privilegio que Dios nos ha dado, se dice que el señor Walter Raleigh se presentó delante de la reina Elizabeth para pedir que ella le financiara una expedición, ella preguntó: “¿Raleigh, ¿cuándo dejarás de molestarme con tus peticiones?” Y él respondió: “Cuando su majestad deja de suplirlas”, no debemos dejar de orar hasta que Dios deja de contestarnos y si hacemos esto nunca dejaremos de orar porque Dios ha prometido contestarnos, nuevamente oímos la invitación de Dios: “Clama a mí y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”. Desconozco todos los métodos que se pueden usar en referencia a la oración, pero de una cosa sí estoy seguro: Dios contesta la oración. La Biblia nos enseña que mis oraciones siempre son escuchadas por mi Dios, a veces Él no responde con la rapidez que yo quisiera, pero tarde o temprano me contestará, a veces no contesta de la manera en que yo quiero, pero siempre me contestará, Él sabe lo mejor para mí, su forma de hacer las cosas es mejor, pues, Él tiene más sabiduría que yo y hay muchas cosas que desconozco pero de algo estoy 100% seguro: Dios contesta nuestras oraciones, no lo dudes ni por un momento. Vamos a orar. Padre, yo sé que tú me oyes, te doy gracias por la oración, te doy gracias por amarme y por darme este medio por el cual puedo estar en constante comunicación contigo. Padre, hay tantas cosas que tenemos que aprender en cuanto a la oración, pero me doy cuenta de que la única manera en llegar a ser una persona de oración no está en métodos sino en el simple ponerme a hablar contigo. Gracias por tu misericordia y gracia, gracias por interesarte en mí, acuérdame de estos versículos cuando no sé qué hacer y Señor, clamo a ti por este programa radial, recibe honra y gloria de ello, porque te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.

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