Escritura
1 Levantando los ojos, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de las ofrendas. 2 Vio también a una viuda muy pobre, que echaba allí dos blancas. 3 Y dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos. 4 Porque todos aquéllos echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; mas ésta, de su pobreza echó todo el sustento que tenía.
El Señor ama nuestras ofrendas, pero que sea fruto de una persona con un corazón y la intención correctos. En el estudio de hoy hablaremos sobre la ofrenda que presentó la viuda y atrajo la atención de Cristo, no importando la cantidad que había dado, sino la actitud con la que lo presentó. Cuando hablamos de darle a Dios no solo nos referimos al dinero, sino también al tiempo, y especialmente nuestras vidas.
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