Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida. Proverbios 4:23 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Génesis 6:5

La Biblia nos dice en Proverbios 4:23: “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida”. Esto significa que debemos cuidar nuestro corazón, nuestro proceso de pensamiento; el verdadero yo. El hombre es lo que pensara en su corazón; por eso es que debemos cuidar nuestro corazón con toda diligencia. Nuestro mundo se está inundando en una enorme ola de suciedad. Aparentemente, el desagüe de aguas negras se ha reventado y está contaminando a toda la humanidad; estamos viviendo en una sociedad saturada con el sexo, somos bombardeados diariamente con anuncios sexuales y sensuales. Cada uno de esos anuncios es lanzado a nuestra vida mental. Fue la vida mental de la gente en días de Noé que causó que Dios destruyera una civilización entera. La Biblia nos dice en Génesis 6:5: “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal”. Nosotros nos hemos acostumbrado demasiado a la exposición de suciedad que nuestro mundo hoy exhibe. Lo que era horrible ayer es aceptado hoy y por lo consiguiente es un paso para algo peor el día de mañana.   La pornografía es un sistema de educación; enseña. Su mensaje es: “Nosotros, los humanos, no somos más que animales. El valor más alto es el inmediato placer. Podemos usar a otras personas, abusar de ellas y luego descartarlas”. Nos enseña que el sexo está divorciado del amor, de una entrega, de moralidad y responsabilidad. Nos enseña que la perversión es mejor que ser normal y que las mujeres están para aquéllos quienes las quieren usar para apagar sus deseos carnales. ¿Qué es lo que sucede cuando una persona normal digiere una dieta diaria de películas prohibidas para menores? Una comisión del año 1970 llegó a la conclusión de que la pornografía era incapaz de dañar y que aún tenía valores terapéuticos. Cuando los expertos dijeron eso, una torrente poderosa de pornografía cayó sobre el mundo; no sólo había más pornografía, sino que la pornografía llegó a ser más explícita sexualmente. Para el año 1980, fue alarmante lo que había ocurrido. Vamos a observar los hallazgos de nuestras nuevas investigaciones. Una investigación sistemática de gran extensión sobre materia pornográfica y sobre el efecto que tiene sobre nuestra sociedad fue hecha bajo la supervisión del doctor Dolf Zillmann de la Universidad de Indiana y el doctor Jennings Bryan de la Universidad de Houston, en los Estados Unidos. Zillmann, uno de los investigadores psicológicos más respetados en su campo, había estado estudiando reacciones a varias formas de pornografía por más de una década. Los resultados de su labor fueron observados con gran cuidado por un comité general sobre asuntos pornográficos. Los resultados de Zillman y Bryan, después de haber investigado con empeño la pornografía no violenta, llegó a esta conclusión: El ser expuesto a formas moderadas de pornografía lleva al individuo a la tolerancia de la pornografía y después a un insaciable deseo de obtener más, pero ahora, pornografía más pesada y explícita. El ser expuesto a pornografía pesada hizo que el crimen de violar a mujeres fuera más aceptable y de menos gravedad para hombres y mujeres. Zillmann y Bryan establecieron un esqueleto de investigaciones en el cual ellos expondrían a un grupo de individuos a una hora de películas pornográficas, cada semana por seis semanas, y después a otro grupo (el grupo de control) a quienes ellos expondrían al mismo número de películas diferentes y seleccionadas. Ellos buscaron a algunos estudiantes de dos universidades diferentes y a algunos adultos de edad media. Números iguales de hombres y mujeres, estudiantes y no estudiantes, fueron colocados en los dos grupos. El número total de participantes fue de 160. Los individuos que fueron expuestos a la pornografía vieron 6 horas de películas pornográficas rentadas de tiendas de video locales. El sexo en estas películas contenía escenas explícitas de sexo, pero no violencia, homosexualidad ni bestialidad. El grupo control fue expuesto a 6 horas de comedia, tomada de programas de la televisión. Para quitar la atención del verdadero propósito del experimento, los individuos llenaron cuestionarios que pedían sus sentimientos o consejos en cuanto a la calidad de la película, si había suficiente luz y color o si tenía suficientes efectos de sonido. Al llegar la séptima semana, los individuos fueron avisados que el experimento había terminado y que unos nuevos estudios iban a principiar. Estos estudios pedían sus pensamientos sobre la institución del matrimonio. Tuvieron que llenar 3 cuestionarios concernientes al matrimonio; se les dijo que contestaran los cuestionarios expresando sus propios puntos de vista sobre una variedad de actitudes hacia el matrimonio y prácticas sexuales. Claro está que este era el motivo de todo el experimento. Zillmann y Bryan descubrieron actitudes completamente diferentes entre el grupo que había visto las películas pornográficas y el grupo que había visto comedia. He aquí los resultados. En primer lugar, el grupo expuesto a películas pornográficas creyó que relaciones fuera del matrimonio de personas casadas ocurrían el doble de las veces que lo que creyó el grupo que vio comedia. En segundo lugar, miembros del grupo expuesto a pornografía aceptarían con más facilidad la infidelidad dentro de su propio matrimonio que los individuos del grupo control. En tercer lugar, el grupo expuesto no consideró el matrimonio como una institución esencial para una sociedad sana; el grupo control, sí. En cuarto lugar, el grupo expuesto no consideró que la infidelidad dentro del matrimonio fuera motivo de divorcio; el grupo control, sí. En quinto lugar, el grupo expuesto a pornografía no sentía los mismos deseos de tener hijos que el grupo control; el grupo expuesto, particularmente, no quería tener hijas. En sexto lugar, el grupo expuesto aceptó el dominio del hombre sobre la mujer 20 veces más que el grupo control. En conclusión, a su estudio, Zillmann y Bryan dijeron: “Nuestras investigaciones no dejan lugar a dudas de que, al ser expuesto a la pornografía común, habrá alteraciones de perspectiva en cuanto al sexo y las relaciones formadas sobre su base”. El ser expuesto a pornografía claramente conduce a las personas a creer que el gozo sexual viene sin una entrega, que los cónyuges pueden y deben esperar la infidelidad, que hay graves consecuencias físicas si uno no satisface los deseos sexuales, que la promiscuidad es natural y que los niños son un atraso y un estorbo. Zillman y Bryan querían saber qué efecto tendría la pornografía sobre la satisfacción de las personas en sus propias vidas sexuales. Condujeron otro experimento controlado, en 1986, algo similar al experimento que les acabo de hablar. Formaron 2 grupos: Uno para ver películas pornográficas y el otro grupo para ver películas comunes. Estos fueron los resultados. En primer lugar, el ser expuesto a pornografía hizo disminuir la satisfacción con la apariencia física del cónyuge. En segundo lugar, la satisfacción del expuesto a pornografía fue reducida por el afecto del cónyuge, redujo su comportamiento sexual y su curiosidad. En tercer lugar, el ser expuesto a pornografía redujo la satisfacción total de la relación íntima del cónyuge. Los estudios de Zillmann y Bryan constituyen evidencia valiosa de que la pornografía altera la influencia y actitudes de las personas. Sus estudios prueban que el estar expuestos a dosis constantes de pornografía tiene cambios de actitud que tienen una fuerte influencia negativa en sus vidas. Es de suma importancia comprender que Dios nos exhorta a guardar nuestro corazón con toda diligencia. Vamos a orar: Padre, pido que tu presencia esté con el estudio de hoy. Necesitamos comprender que tomar veneno poco a poco nos matará. Padre, necesitamos hogares sanos y mentes sanas. Te pido que mis hermanos puedan unirse conmigo para luchar en contra de este mal que está contaminando a toda la humanidad y llevando su toque de muerte a millares de víctimas inocentes. Ayúdanos porque te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.