(Centro De Vida)
Escritura
He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos. 2 ¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores. 3 Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia. 4 Y será grata a Jehová la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, y como en los años antiguos. 5 Y vendré a vosotros para juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran mentira, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos. 6 Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos. Malaquías 3:1-6 Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos? Malaquías 3:7
Bienvenidos a otro servicio del contacto cristiano, y vamos a nuestro estudio en Malaquías. En el capítulo 3:1-6, Malaquías por unos momentos se aleja de sus acusaciones en contra de Israel, en estos versículos encontramos la profecía y el trabajo de Juan el Bautista el mensajero del Señor y de Jesús el mensajero del Pacto. En contra de la corrupción y la falta de honestidad de los sacerdotes. Juan el Bautista sería la persona quien diría las cosas con verdad, el prepararía el camino para Jesús, quien vendría en juicio en contra de toda clase de maldad. Hoy leeremos Malaquías 3:7 “Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos?”. En este versículo Malaquías vuelve a reprender al pueblo por sus pecados, el los acusa de apartarse de las ordenanzas del Señor, los acusa de alejarse de la doctrina verdadera. Previamente él los había acusado de profanar al altar por traer animales enfermizos para ser sacrificados, también los acusó de casarse con mujeres de dioses extraños, después acusó al pueblo de fastidiar a Dios en decir que Él se deleitaba con los que hacían el mal. Esta ofensa en contra de su santidad y juicio era grande. Después de hablar de Juan el Bautista en Malaquías 3:1-6, el regresa para seguir con las acusaciones. En realidad, existe una acusación doble en el versículo 7, el acusa al pueblo de apartarse de las ordenanzas del Señor y de no guardarlas. Un mandamiento del Señor es una ordenanza autoritativa concerniente a un deber religioso. Malaquías los acusa de apartarse de esos mandamientos desde los días de sus padres, esto probablemente se refiere al tiempo en que ellos habían salido de su cautividad para regresar a Jerusalén. El apartarse de los mandamientos del Señor puede ser algo gradual, un proceso lento, sin embargo, es malo y es peligroso. Las personas pueden apartarse por medio de cumplir ritos religiosos sin que lo hagan de corazón y las personas pueden asistir fielmente a la iglesia y aun llevar a cabo responsabilidades en la iglesia y al mismo tiempo estarse alejando de Dios. Actualmente profesan fe, pero no hay fruto y sin fruto no hay nada, así mismo el profesar la verdad sin practicar la verdad de nada es provechoso. Cuando las personas comienzan a alejarse, se descuidan en cuanto a asistir a los servicios en la casa de Dios, comienzan a gustarle las cosas del mundo y se vuelven fríos hacia las cosas del Señor. Tienen una tendencia de sustituir la razón humana por la revelación divina de Dios. La acusación que Malaquías hace para los israelitas sería la misma que haría para muchos de nosotros hoy día. Aun en nuestras oraciones descansamos sobre cosas en general y en confesar nuestros pecados a Dios. Tenemos la tendencia de reconocer los pecados que todos tenemos en común pero no queremos reconocer los pecados específicos que solo nosotros tenemos como individuos, sin este elemento de la confesión hay poco arrepentimiento delante de Dios. Una cosa que traería un avivamiento tremendo en las iglesias hoy día sería el verdadero arrepentimiento de nuestros pecados, que Dios nos dé la gracia para confesar nuestros pecados personales en verdadero arrepentimiento. Escuchemos las palabras de Dios en la voz de Malaquías “Volveos a mí y yo volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos”. Aun viendo el hecho de que estas personas habían sido desagradables delante de Dios, Él mantiene su misericordia y les ruega que vuelvan a Él, esta es una exhortación solemne a las personas de regresar a Dios, junto con esa exhortación persuasiva viene una promesa segura “Yo volveré a vosotros”. Esta es la misericordia que Dios nos demuestra, habían profanado el altar, habían acusado a Dios de favorecer a los impíos, se habían casado con gente impía en contra de la voluntad de Él y ahora dejaron sus mandamientos y sin embargo Dios es paciente, sufrido y misericordioso. Si ellos vuelven a Él en arrepentimiento, Él les perdonará. Regresar a Dios involucra un arrepentimiento, un arrepentimiento, pero un arrepentimiento sincero, un negarse a uno mismo para seguir al Señor y obedecer constantemente sus mandamientos. Si tú te has alejado del Señor, no escucharás este llamamiento que Él te hace para regresar a Él. En cara de esta compasión del Señor para una gente que se había alejado de Él. Malaquías nos da la contestación de ellos debido a que no estaban arrepentidos, ¿En qué hemos de volvernos dijeron ellos? Esta pregunta nos demuestra una condición tonta, orgullosa y basada en uno mismo. No demostraron una actitud de arrepentimiento o de respeto hacia la llamada de Dios en cuanto a su manera de vivir. Ellos se sentían autosuficientes y pensaban no necesitar las bendiciones de Dios, ellos pensaban como muchos hoy, quienes creen que pueden sobrevivir sin la ayuda del Señor. Ellos se adueñan del tiempo de Dios sin tomarla en importancia, ellos gastan su dinero por motivos propios y se enojan cuando alguien les dice que deberían darle a Dios lo que le pertenece como la Biblia lo enseña. Ellos violan los principios morales de la Biblia sin sentir remordimiento alguno, son como las personas en los días de Malaquías. Aun siendo culpables de gravosos pecados, tienen la arrogancia de decir “¿Qué mal hemos cometido?”. Ellos nos acuerdan de los miembros de la iglesia en la Odisea quienes pensaban que no les hacía falta nada, Jesús dijo que ellos ignoraban el hecho de que eran pobres, miserables, ciegos y desnudos; así son muchos del mundo religioso hoy día. Es Jehová de los ejércitos el que promete regresar a Israel si ellos vuelven a Él, esta es la voz de verdad y autoridad, esta persona inspira confianza y pone en acción a uno que busca el camino para arriba. Temó que hoy algunos quienes están escuchando esta transmisión y se han alejado de las cosas de Dios, estas personas ya no están guardando sus mandamientos y probablemente antes servían fielmente al Señor, asistían a todos los servicios y habían sido activos, pero algo ha sucedido y ahora no son fieles a Dios. Mi hermano, mi Dios te llama a ti al igual que llamó a Israel, “Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros”. ¿Por qué no regresas hoy? Si necesitas ayuda escríbeme a la dirección que darán al final del programa, mi amigo tal vez tu nunca has recibido a Cristo, te invito a hacerlo hoy. Dile que te arrepientes de tus pecados y que le aceptas como Salvador y Señor. El entrará en tu corazón y te dará vida eterna, escríbeme y cuéntame de tu conversión. Y ahora vamos a orar. Padre te pido que hagas tu voluntad en la vida de mis hermanos y de mis amigos. En el nombre de Jesucristo te lo suplico de todo corazón. Amén
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