Escritura
Hierro con hierro se aguza; Y así el hombre aguza el rostro de su amigo.
¿Quién no ha visto a un herrero golpear con su martillo fuertemente a una espada hasta hacerla más afilada? ¿Quién no ha visto a los carniceros sacar filo a sus herramientas de trabajo chocando cuchillo con cuchillo? Pues esta es la ilustración de este pasaje. Una pieza de hierro puede afilar otra pieza de hierro, pero esto ocurre únicamente por medio de la fricción y las chispas. De la misma forma “el hombre aguza el rostro de su amigo” que quiere decir que bajo su influencia este puede mejorar, enriquecer y desarrollar la vida de su amigo, aunque para lograrlo muchas veces tiene que ser firme, sincero y verdadero. Que hermosa enseñanza, todos necesitamos a un amigo para ser mejores personas y mejores cristianos. La vida cristiana no está hecha para llaneros solitarios, nos necesitamos los unos a los otros. Sé que yo tengo talentos y dones que tu no lo tienes y tú tienes talentos y dones que yo no lo tengo, tu eres mejor que yo en muchos aspectos y yo soy mejor que tú en otros. Esta es la razón por la cual nos necesitamos los unos a los otros, para aprender el uno del otro y ser mejores creyentes cada día. La Biblia está llena de amigos que aprendieron el uno del otro. Ejemplo de ello tenemos a Josué y Moisés, Elías y Eliseo, David y Jonatán, Juan Marcos y Bernabé, Pablo y Timoteo entre otros. La interacción que existe entre dos personas puede mejorar a ambas. Bien dijo el apóstol Pablo “Animaos los unos a los otros y edificaos los unos a los otros” Uno de mis mejores amigos se llama Guillermo, hace algunos años Dios unió nuestras vidas a través del discipulado persona - persona, somos muy diferentes el uno al otro, mientras yo visto de traje y corbata, el anda con polo y short, mientras yo soy muy introvertido, él es recontra extrovertido, mientras que mí me gusta estar en casa leyendo un libro a él le gusta salir al campo a escalar montañas, sin embargo, a pesar de nuestras diferencias su amistad es de mucha bendición en mi vida, cada día aprendo muchas cosas buenas de él. En la obra del Señor a mí me gusta mucho el discipulado sin embargo me es difícil llegar a relacionarme fácilmente con personas que no conozco, sin embargo, él es un experto en eso y en estos años observando su vida he aprendido mucho de cómo llegar con el evangelio a las demás personas. Muchas veces él y yo hemos cometido muchos errores, sin embargo, tratamos de corregirnos mutuamente, decirnos la verdad y ayudarnos a mejorar en el camino. Sé que no es fácil mirar a alguien y decirle “esto que hiciste está mal” sin embargo eso hace un amigo, un buen amigo nunca te dice solamente lo que tú quieres escuchar, siempre te dice la verdad y lo que es mejor para ti. Dios bendiga a esos buenos amigos que están ahí cuando nadie más lo está. Dios bendiga a esos buenos amigos que te dicen las cosas como son y no te andan con rodeos, Dios bendiga a esos buenos amigos que modelan a Jesucristo y te animan a ser mejor creyente cada día. Dios bendiga a esos amigos que lo dan todo sin esperar recibir nada a cambio. Dios los bendiga. Corpus Unum.
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