Escritura
En el rostro del entendido aparece la sabiduría; Mas los ojos del necio vagan hasta el extremo de la tierra
En este texto vemos un contraste entre un hombre sabio y un hombre necio. Es interesante, pero aquello que los diferencia es en donde está colocada su mirada. El hombre sabio mira las cosas a la luz de la sabiduría. Ahora ¿Qué es la sabiduría? ¿de dónde procede? ¿Cómo se manifiesta? y ¿Cómo podemos gozar de ella? Pues la respuesta a estas preguntas se encuentra en la palabra de Dios. en primer lugar, la Biblia enseña que la sabiduría tiene como fuente a nuestro amado creador. Proverbios 2:6 dice “Porque Jehová da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.” En segundo lugar, la Biblia enseña que este tipo de sabiduría que procede de Dios tiene ciertas características. Santiago 1:5 dice “Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos” Y en tercer lugar la Biblia enseña como uno puede gozar y alcanzar sabiduría. Salmo 19:7 dice “El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo”. En conclusión, el hombre sabio cuida muy bien sus ojos. Siempre tiene presente a Dios y su palabra y todo aquello en lo que fija su mirada tiene como características la pureza, la bondad, la misericordia, la paz y las buenas acciones. Por el contrario, los ojos del hombre necio vagan hasta el extremo de la tierra, que en otras palabras significa que sus ojos están en todas partes, menos en donde deberían de estar. Una de las cosas que hago cada semana es dictar clases a un grupo de jóvenes en el instituto. Y en algunas oportunidades he visto estudiantes que, en vez de prestar atención a la materia, su mirada vaga por todos los rincones del salón de clases. Esto me recuerda mucho a cada uno de nosotros, en vez de fijar nuestra mirada en Dios y su bendita palabra, estamos distraídos viendo otras cosas que nos llaman la atención. Y sin duda una de ellas es la televisión. Alguien escribió el siguiente salmo a la televisión y es mi deseo que no nos identifiquemos con estas palabras, el salmo dice así “La televisión es mi pastor, nada me faltará. En delicados sillones me hará descansar; me desviará de la fe; destruirá mi alma. Me guiará por sendas de sexo y violencia por amor al patrocinador. Aunque ande en valle de sombra de mis responsabilidades cristianas, no temeré interrupción alguna porque la televisión está conmigo. Sus colores y control remoto me infundirán aliento. Aderezas comerciales delante de mí en presencia de mi mundanalidad. Unges mi cabeza con humanismo y materialismo; mi codicia está rebosando. Ciertamente la flojera y la ignorancia me guiarán todos los días de mi vida; y en mi casa viendo televisión moraré por largos días.” ¿En cuál de los dos grupos nos encontramos? ¿Somos hombres sabios o somos hombres necios? Pues depende en que enfocas tu mirada. Si hemos actuado como hombres necios la mayor parte de nuestra vida y hemos desperdiciado miles de horas en cosas vanas e impuras, creo que es tiempo de cambiar. Porque no nos rendimos delante de nuestro creador y con un corazón arrepentido clamamos misericordia. Estoy seguro de que él escuchara nuestras palabras y nos comenzara a hacer la clase de personas sabias que él quiere que seamos. Dios los bendiga. Corpus Unum.
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