1 “Hijo mío, no te olvides de mi ley, Y tu corazón guarde mis mandamientos; 2 Porque largura de días y años de vida Y paz te aumentarán. 3 Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; Átalas a tu cuello, Escríbelas en la tabla de tu corazón; 4 Y hallarás gracia y buena opinión Ante los ojos de Dios y de los hombres.”

Consejo 1. No te olvides: de mi ley y guarda mis mandamientos. La naturaleza de los seres humanos es olvidar a Dios y su palabra, todos los personajes bíblicos que deseaban ser exitosos debían recordar de no olvidarse de la sabiduría de Dios a través de su palabra. Josué 1:8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. El mejor consejo que nos da el sabio es no olvidar su ley y obedecer sus mandamientos SANTIAGO 1:22-25 “Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, este es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este será bienaventurado en lo que hace.” Vida larga y tranquila. Todos quieres tener una vida longeva y en paz, no hay mayor bendición que vivir una vida feliz y en paz. Consejo 2. Que la Misericordia y Verdad sean tu adorno. La palabra de Dios debe ser aplicada en nuestras vidas, que nuestra preocupación no sea el exterior de nuestras vidas, sino del interior precioso de una vida que produce gracia y respeto de sus semejantes. MIQUEAS 6:6-8 “¿Con qué me presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios Altísimo? ¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año? ¿Se agradará Jehová de millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma? Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.” Atalas a tu cuello y escríbelas en las tablas de tu corazón, en el contexto de los judíos esta expresión da la idea de tener la palabra de Dios en tu mente y en tu corazón, porque nuestros pensamientos y nuestras emociones marcan y definen nuestras vidas y nuestras acciones. Contrario a esto, Jesús criticó la doble moral e hipocresía que mostraban los religiosos fariseos que aparentaban un estricto apego a la ley de Dios, pero sus vidas practicas eran lo contrario, en Mateo 23:4-7 “Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas. Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos; y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí.” La sabiduría de Dios produce verdaderos cambios en la vida del obediente a la ley de Dios. Hallarás gracia y buena opinión ante Dios y los hombres. El tener vidas practicas y testimonios de vida reales nos evita la hipocresía religiosa como la que pregonaban los Fariseos. No existe ataques contra personas que viven de acuerdo con los valores de Dios y obedientes a la sabiduría de Dios.