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Salmos
Alma No Olvides que Dios es tu Sanador.
Pastor Denis Lopez
(ABMA Honduras)
Duración: 00:13:08 Minutes
Listens:
7
Aired on Feb 06, 2025

Escritura

Salmos 103:1 - 3

1 Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre. 2 Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. 3 El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias;

Hay que dejar claro que el ser humano es un ser compuesto por tres áreas: cuerpo físico, alma, y espíritu.  Los tres deben estar en balance, cuando tenemos problemas en el alma (como problemas emocionales) nuestra salud física es afectada, así como llegaremos a experimentar problemas espirituales (como desánimo espiritual), también cuando tenemos problemas espirituales, llegaremos a tener problemas emocionales y posiblemente enfermedades físicas, por eso tenemos claro que somos seres de balance. El único que nos puede dar el balance adecuado en esas tres áreas de nuestra vida es nuestro Señor Jesús. Cuando Jesús sanó a la suegra de Pedro y sanó a enfermos espirituales, en Mateo 8:17 para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias. El apóstol Mateo dice que Jesús es el cumplimiento de esa profecía en Isaías, presentando a Jesús como nuestro médico por excelencia, sanando dolencias físicas como espirituales. Hay muchas dolencias emocionales que tenemos hoy que son el resultado de cosas del pasado, Jesús dando la lectura de la escritura en la Sinagoga de Nazareth da lectura del texto del profeta Isaías: ISAIAS 61:1 El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; Jesús en Luc 4:18 – 21 les dice que esa profecía se ha cumplido ante sus ojos con la venida del mesías Jesucristo, él ha venido para predicar las buenas noticias de salvación, Jesús vino para transformar nuestras vidas y darnos libertad del pecado para así sanar completamente nuestras vidas.

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