Escritura
25 Porque habló, e hizo levantar un viento tempestuoso, Que encrespa sus ondas. 26 Suben a los cielos, descienden a los abismos; Sus almas se derriten con el mal. 27 Tiemblan y titubean como ebrios, Y toda su ciencia es inútil. 28 Entonces claman a Jehová en su angustia, Y los libra de sus aflicciones. 29 Cambia la tempestad en sosiego, Y se apaciguan sus ondas. 30 Luego se alegran, porque se apaciguaron; Y así los guía al puerto que deseaban.
Estamos en mundo que quiere destruir a las almas, las hunde en el pecado, y muchos están como náufragos en medio del mar, siendo atacados por las olas y el barco de nuestra vida está casi a naufragar, clamamos a Dios y él viene a nuestro rescate, no dejando que nuestra barca se hunda, Jesús nos va a dar poder para vencer a nuestro enemigo, y nos llevará a puerto seguro, ya que sus promesas son fieles, para todos aquellos que confían en él.
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