Escritura
¡Qué tremendo es conocer el camino! Tantas personas hoy, no tienen idea de a dónde van, ni saben para donde les lleva el camino por el cual van viajando. Me acuerdo de una vez cuando era niño y viajaba por Méjico con mis padres. Ya nos habíamos atrasado bastante en el viaje, cuando mi papá vio en el mapa un camino que según él sería más corto, ahorrándonos muchas horas de camino, y gran cantidad de kilómetros. Nos salimos de la carretera principal, para viajar por un camino más pequeño, el cual, después de poco tiempo, se convirtió en un camino de tierra. Pero esto, no desanimó el espíritu aventurero de mi padre. En medio de todas nuestras quejas, el hombre estaba determinado a probar que estábamos equivocados, y que él había hecho la decisión correcta. Viajamos horas y horas, pero al fin podíamos ver la carretera principal. Sólo que había un problema, estaba del otro lado de un puente viejo que se había derrumbado. Así que, tuvimos que regresar todo el camino viajado, para iniciar la gira del mismo lugar en donde nos habíamos salido del camino. Se perdió tiempo, le dimos unos cuantos golpes duros al carro y estábamos exhaustos. Llegamos a nuestro destino, pero no habríamos ahorrado mucho dolor, si no nos hubiéramos salido de la carretera principal.
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