Escritura
Si no me traiciona la memoria, fue el rey Carlos Magno quien fue sacado de su reino por fuerzas invasoras. Tres veces el rey y su ejército intentaron sacar a los invasores. Tres veces fracasaron. El rey herido y solo, huyó a una granja y encontró un rinconcito en el granero donde se acostó para descansar. Varias veces se despertó, y cada vez que se despertaba, se encontró con una telaraña, que una araña en defensa, había construido mientras él dormía. Cada vez, Carlos Magno enojado, destruía el tejido de la araña, pero cada vez que despertaba, se encontraba nuevamente con un tejido nuevo y más fuerte. Por fin el rey se levantó sin destruir el tejido, se dobló respetuosamente ante la pequeña araña y le dijo: "Gracias por la valiosa lección." Se levantó, reunió a su ejército, y sacó a los invasores. ¿Cuál era la lección que había aprendido de la araña? Fue la lección de perseverar. La de no darse por vencido, hasta haber logrado el objetivo.
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