(Centro De Vida)
Escritura
Sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados. Santiago 5:20 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Juan 3:18
La experiencia más importante por la cual pasarán nuestros familiares será la experiencia de recibir a Cristo como único y suficiente Salvador ¿Por qué es la experiencia más importante? Porque es la que tiene que ver con el paradero eternal de ellos. Si rechazan a Jesús, irán al infierno por la eternidad; si le reciben, irán al cielo. Por eso es que digo que será la experiencia más importante. Quiero que abras tu Biblia conmigo, en el libro de Santiago 5:20, dice: “Sepa que el que ha haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados”. Ahora, este versículo nos da la razón por la cual todos los creyentes debemos testificar de Jesús a nuestros amigos y familiares. Si hacemos ver a nuestros amigos y familiares la verdad, entonces dejarán los errores de su caminar, y vendrán a Jesucristo, aceptándole como Salvador. Habremos salvado sus almas de la muerte. Por este motivo es que la cosa más importante que podemos hacer es ayudar a otros en venir a los pies de Cristo. Tenemos que acordarnos que los incrédulos están perdidos en sus pecados; están condenados. Jesús mismo dijo en Juan 3:18, “El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios”. Y esto es algo serio. Jesucristo no está esperando hasta el último momento, para hablar de la condenación del pecado; Él dice que la persona que no está confiando en Él, como único y suficiente Salvador, ya es condenado. Y ¿por qué? Porque no está confiando en la única persona quien puede salvarle, y esa persona es Cristo Jesús. La Biblia nos dice en Juan 3:36, que “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”. Aquí la Biblia simplemente, nos hace ver la verdad. La verdad de que la persona que tiene su confianza en Cristo tiene vida eterna; y que la ira de Dios está sobre la cabeza de aquellos quienes no tienen a Jesús como Salvador. Así como una tormenta que lanza su oscuridad sobre la tierra, así la ira de Dios está lista para llover, ejecutando la sentencia de muerte sobre el pecador. Por eso es que es necesaria la salvación; por eso es que la salvación es tan urgente para cada persona hoy. Cuando la sentencia del juicio de Dios es ejecutada, según Apocalipsis 20:15, “el que no se halló inscrito en el libro de la vida será lanzado al lago de fuego”. Si tienes familia que no conoce a Cristo, háblale del Evangelio hoy, no tardes. Porque la condenación es real y el juicio es seguro. La salvación está al alcance de todo el que la quiere tener hoy. Las personas no tienen que quedar bajo la condenación del pecado. La salvación está a la disposición de quien acepta a Jesús como Salvador. En 2 Corintios 6:2, Dios dice: “En tiempo aceptable te he oído, y en día de Salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación”. Vendrá el día cuando la salvación ya no estará disponible. Algún día será demasiado tarde para arrepentirse del pecado, para aceptar a Jesús como Salvador; pero ese día aún no ha llegado. Hoy vivimos en un tiempo en que todo hombre y toda mujer se pueden salvar, si tan solamente depositan su fe en Jesús. En 1 Juan 1:9, encontramos esta promesa de Dios: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. Esto es lo que Dios ofrece hoy. De veras que la persona que acepta esta oferta de Dios se arrepiente de sus pecados y recibe a Jesús, va a ser bendecida. Tú, al igual que yo, hemos visto en alguna tienda algo que queríamos comprar, pero nos detuvimos, no lo compramos. Luego, cuando decidimos comprarlo, regresamos a la tienda, sólo para encontrar que otra perdona ya lo había llevado. Nos sentimos tristes; pero nuestra tristeza nunca se podría comparar, con la tristeza y dolor de aquellas personas, que se esperan demasiado en cuanto a la salvación. ¡Eso sí será lamentable! Espero que no tardemos en hablar de Cristo a nuestros seres queridos. Qué triste sería que les pasara lo de Jeremías 8:20, que dice: “Pasó la siega, terminó el verano, y nosotros no hemos sido salvos”. Quiero que sepas que la salvación es completamente gratis; el precio ya ha sido pagado. El profeta Isaías anuncia lo siguiente, en su capítulo 55, versículos 1 al 3: “A todos los sedientos: Venid a las aguas; y a los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura. Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David”. Si estás pensando en el hecho de que la salvación es gratis, déjame decirte que no es gratis por ser barato. La salvación es gratis únicamente porque otra persona pagó el alto precio, y esa persona es Cristo Jesús. La Biblia usa el término redimir, para describir el precio que fue pagado por nuestra salvación. La enseñanza es dada en demostrar que podemos ser libres, debido al hecho que Jesús mismo pagó el precio de nuestra libertad. 1 Pedro 1:18 nos dice: “Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros”. Es imperativo que tú seas salvo, porque el precio ya ha sido pagado, y Dios te ofrece gratuitamente la salvación. No debes tardar; eso es peligroso. Nuevamente quiero acordarte que Dios está extendiendo su misericordia hoy, pero vendrá el día cuando Él ya no la extenderá. Proverbios 29:1, nos dice: “El hombre que reprendido endurece la cerviz, de repente será quebrantado, y no habrá para él medicina”. En Proverbios 1:28-33, Dios nos habla de un día cuando “le llamarán y Él no responderá, le buscarán de mañana y no le hallarán. Por cuanto aborrecieron la sabiduría y no escogieron el temor de Jehová, ni quisieron su consejo, comerán del fruto de su camino, y serán hastiados de sus propios consejos. Porque el desvío de los ignorantes los matará, y la prosperidad de los necios los echará a perder, mas el que me oyere, habitará confiadamente, y vivirá tranquilo, sin temor del mal”. Espero que tú conozcas a Cristo como tu Salvador. Espero que tu familia conozca a Jesús, y que todos lo tengan como su Salvador; si no, no tardes en aceptarle en tu corazón. Arrepiéntete y recíbele ya. Vamos a orar. Padre, pido que ayudes a mi amigo en aceptar a Jesús como su Salvador, y te pido que nos ayudes a hablarles a nuestros padres, hermanos y amigos, acerca de nuestro Señor Jesús, pues entendemos que algún día, esta oferta ya no va a existir. Danos el valor y la inteligencia para aprovechar las oportunidades que se nos presentan, te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
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