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Obreros De Dios
Recompensa Por Servicio
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on May 26, 2022
May 18, 2022
Duración:
00:14:35 Minutes
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Escritura

1 Timoteo 5:18; Mateo 5:12.

Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario. 1 Timoteo 5:18 Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros. Mateo 5:12

Dios no le debe a nadie. Nosotros sabemos que eso es verdad y por eso miramos con anticipación las recompensas que Dios dará a sus hijos, quienes le han servido fielmente aquí en la tierra. El Espíritu Santo inspiró al apóstol Pablo cuando dijo en 1 Timoteo 5:18, “Digno es el obrero de su salario”. El señor Jesús animó a sus discípulos con esta promesa que encontramos en Mateo 5:12, que nos dice: “Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos”. 1 Corintios 3:8 nos dice que: “Cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor”. Encontramos estas palabras proféticas en Apocalipsis 22:12, “He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según su obra”. Lo que quiero que entiendas conmigo, es que Dios recompensará grandemente a sus hijos, quienes les son fieles y le sirven con amor. Algunas de las recompensas que Él da, se reciben aquí en la tierra. Otras recompensas nos las dará, cuando vayamos a estar con Él. En nuestro estudio hoy, quiero que observemos algunas de estas recompensas.   Una de las recompensas que recibiremos es la sabiduría. El cristiano fiel será recompensado con un continuo conocimiento de Dios. La noche antes de morir, nuestro Salvador en la cruz del Calvario, prometió algo muy bello para sus discípulos. Él les dijo: “El que tiene mis mandamientos y los guarda, ese es el que me ama, y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. El que me ama, mi palabra guardará, y mi Padre le amará y vendremos a él, y haremos morada con él”. Piensa en eso; ¿te puedes imaginar lo tremendo que sería tener esta clase de relación con Dios? Dos cosas maravillosas le sucederán a la persona que guarda los mandamientos de Dios. En primer lugar, Jesús prometió manifestarse a esa persona. Eso significa que Dios mismo se revelará, haciéndose muy real al cristiano obediente. ¡Qué bien! Si deseamos entonces, conocer mejor a Dios, tendremos que ser obedientes a su Palabra. Entre más le obedecemos, Él se manifestará en nuestras vidas; será más real para nosotros. En segundo lugar, Jesús prometió que Él y su Padre harían morada, en las personas que cumplen sus enseñanzas. Eso significa que Dios morará en la vida del cristiano obediente. Lo importante que debemos comprender con todo esto, es que, si queremos conocer a Dios, más que nunca, debemos servirle y serle fiel. La misma esencia de la vida cristiana es conocer a Dios por medio de Cristo Jesús, y nosotros entramos a la abundancia de esa vida, cuando le conocemos cada día mejor, por medio de serle fiel. Si nosotros le servimos, Él nos manifestará en maneras que serán de gran bendición a nuestras vidas. Otra recompensa que recibimos es la recompensa de respeto. El cristiano fiel será respetado por los demás hombres. En el 3 capítulo de 1 de Timoteo, Pablo discute de las cualidades y conductas de hombres buenos, quienes son apartados para servir como oficiales de la iglesia. Las cosas que él menciona son cosas que debieran existir en todos los hombres cristianos, pero particularmente en la vida de aquellos quienes son dirigentes en la iglesia. El concluye su discurso sobre el ministerio del diácono, con estas palabras: “Porque los que ejerzan bien el diaconado, ganan para sí, un grado honroso, y mucha confianza en la fe, que es en Cristo Jesús”. Esa es parte de la recompensa que el cristiano fiel recibirá. Todos los que servimos con amor y fidelidad a nuestro Dios, obtendremos para nosotros mismos, un grado honroso. Tendremos un puesto de alta estima, pues habremos asegurado para nosotros una buena reputación, de ser personas quienes aman a Dios. El asunto es que la persona que sirve con fidelidad a Dios será estimada por otros como buen siervo del Señor. La gente respetará a tal persona, porque sabe que hace las cosas correctamente, para agradar a Dios. El respeto siempre anda tras aquellos quienes rinden fiel servicio al Señor. Otra recompensa es la de gozo. El cristiano fiel tendrá un gozo inexplicable. Él es recompensado con este gozo. Él experimentará la alegría del salmista, quien se expresó en el Salmos 40:8 diciendo: “Él hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón”. Algunas veces vienen dificultades al cristiano que está sirviendo a Dios. A veces su gozo es grande, pero también hay veces cuando llora, pero fiel servicio al Señor será recompensado. El Salmos 126:5 y 6, dice: “Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Irán andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas”. Debemos seguir siempre adelante, sin perder el ánimo. Debemos acordarnos del Salmos 30:5 que nos dice: “Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría”. Debemos seguir el ejemplo de nuestro Señor Jesucristo, quien según Hebreos 12:2, “por el gozo puesto delante de Él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios”. Filipenses 2:5 nos da este consejo: “Haya pues, en vosotros este mismo sentir que hubo también en Cristo Jesús”. Quiero que sepas que el único cristiano alegre, es aquel cristiano que se encuentra activo en los negocios de su Padre. Yo no he conocido a un cristiano alegre, que ha estado negando sus deberes espirituales. Así como los 70 discípulos a quienes Jesús envió, nosotros también debemos ir, sabiendo que regresaremos así, igualmente como ellos, con gran regocijo. La última recompensa que quiero que miremos hoy, es la recompensa de honor. Hebreos 6:10 dice: “Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún”. Jesús honra a los que le sirven, por medio de llamarles su familia. Escucha las palabras en Mateo 12:50, “Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese es mi hermano, y hermana, y madre”. Espero que tú estés sirviendo a Dios con fidelidad. ¡Qué tremendo es que Jesús nos llame: miembros de su familia! Otra declaración que hizo el Señor Jesús fue esta: “Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. si alguno me sirviere, mi Padre le honrará”; esta declaración se encuentra en Juan 12:26. Dos promesas grandes son hechas al siervo fiel: la presencia personal de Jesús en su vida, y ser honrado por el Padre Celestial. Lo que necesitamos comprender de todo esto, es que Dios no espera hasta que nosotros lleguemos al cielo para recompensarnos; Él nos recompensará allá, pero también aquí en la tierra. Y si eres un cristiano y no estás sirviendo al Señor, espero que te arrepientas de ello y que comiences a servirle porque, déjame decirte: estás perdiendo una gran bendición y las recompensas del Señor, por no estarle sirviendo. Vamos a orar. Padre, gracias te damos por las recompensas que nos das a diario. No te servimos por las recompensas; te servimos porque te amamos; pero sí estamos agradecidos, por mostrarnos tu agrado por medio de recompensarnos, Padre. Aun cuando nosotros no lo merecemos: Gracias por tu amor; y nosotros te amamos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

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