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Textos Favoritos De La Biblia
Los 2 o 3 De Dios
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Feb 11, 2022
Feb 05, 2022
Duración:
00:14:32 Minutes
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19

Escritura

Mateo 18:19-20; Hebreos 11:6.

Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. 20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. Mateo 18:19-20 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Hebreos 11:6

Me alegro de que puedas estar otra vez conmigo hoy para continuar nuestro estudio de mis versículos favoritos en la Biblia. Hoy veremos las palabras de Mateo capítulo 18:19 y 20, abra tu Biblia conmigo y leamos, Mateo 18:19 y 20 dice: “Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. Me maravillo de esta promesa de Dios, el promete contestar la oración y lo más maravilloso de esta promesa es que yo la he visto funcionar, yo he visto cuando Dios ha contestado la petición de dos hijos de Él quienes confiaron en su promesa y oraron de acuerdo a ella, debido al hecho de que he experimentado, esta promesa en mi propia vida es que tengo que incluir estos versículos en mi archivo de versículos favoritos. Quiero que consideres conmigo esta promesa, lo que la promesa dice es que, si dos o tres de nosotros los creyentes nos pusiéremos de acuerdo en pedirle algo a Dios, Dios contestará nuestra petición y nos dará respuesta. No es necesario juntar a muchas personas para que Dios conteste nuestras oraciones, si solo dos o tres personas se pusieren de acuerdo sobre algo podrían reclamar esta promesa, tampoco es necesario limitar esta promesa a asuntos religiosos, Jesús dijo que podríamos orar acerca de cualquiera cosa. Supongamos que tú tienes algo que ha llegado a ser importante para ti, supongamos que tú quieres que Dios intervenga en este asunto para ayudarte, lo único que tienes que hacer es conseguir a otra persona que siente lo mismo que tú sobre el asunto y ponerte a orar con ellos, Dios contestará, esa otra persona puede ser un marido, una esposa, un hijo o hija, un amigo o cualquier otra persona, Jesús dice que solo tenemos que entrar en oración sobre el asunto y que Dios contestará. Antes de continuar tengo que rectificar algo, yo dije que podría ser un marido, una esposa, un hijo o cualquier otra persona, pero con tal que tengan las cualidades que les calificarían pertenecer a este grupo de dos o tres del cual nos habla Jesús, no todas las personas pertenecen a este grupo, pues no todas califican. Examinemos algunas de estas cualidades que tenemos que poseer para pertenecer a este grupo especial de oración, en primer lugar esta persona debe tener fe, Hebreos 11:6 nos dice que es imposible agradar a Dios sin fe, por eso es que Jesús nos dice en Marcos 11:24: “Por tanto, os digo que todo lo que pidieres orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá”, Santiago nos amonesta de lo que sucede cuando dudamos acerca de lo que pedimos, él dice en Santiago 1:6-7: “Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor”. Así que cuando vamos a orar debemos llevar decidido nuestro corazón, Dios ha prometido contestar y Él no prometería hacer algo que no haría, pero tenemos que tener fe. En segundo lugar tenemos que tener un sentir profundo, un interés especial, solo podremos orar efectivamente cuando sentimos en nuestro corazón un profundo deseo de que nuestra oración sea contestada debido a la preocupación que tenemos por la cosa o persona por quien estamos orando, debe ser un sentir profundo en nuestro ser como lo hubo en Cristo cuando oró por la ciudad de Jerusalén, debe hacer en nosotros un sentir profundo como lo hubo en el Apóstol Pablo por sus compañeros quienes no conocían al Señor Jesús como Salvador, una oración a la ligera no es sincera y la falta de sinceridad no puede reclamar las promesas de Dios. En tercer lugar, tiene que haber un pacto, Jesús dijo que las personas quienes reclaman esta promesa de contestar la oración tienen que estar de acuerdo sobre lo que están pidiendo, los dos o tres deben estar en armonía sobre lo que van a pedir, deben pedir unidos siendo de un mismo espíritu, deben pedir la misma cosa. Yo podría sugerir que las dos personas quienes van a ponerse de acuerdo sobre algo para presentar su petición a Dios deben ponerse de acuerdo también sobre una hora en la cual van a presentar su petición, déjame decirte que hay fuerza en el orar a la misma hora cada día, estas dos o tres personas deben intentar unirse en oración cuantas veces puedan y deben presentar su petición cada día, cada vez que oran hasta que Dios dé respuesta. En cuarto lugar estos dos o tres tienen que cumplir los requisitos para la oración, Dios ha establecido ciertos principios por medio de los cuales podemos estar seguros de que Él nos contestará, debemos estar dispuestos a perdonar a otros, debemos depender y confiar totalmente de Dios, debemos estar libres de pecado, debemos acercarnos al trono de Dios en el nombre de Jesús y debemos orar de acuerdo a la voluntad de Dios, al llenar estos requisitos tendremos nuestros corazones en bien con Dios y podremos reclamar sus promesas. Hay dos promesas grandes en nuestro texto, dos promesas que los dos o tres que llenan los requisitos pueden esperar, la primera promesa es que Él contestará la petición que le presenten, lee el versículo 19 conmigo otra vez: “Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecha por mi Padre que está en los cielos”, no sé cómo Dios lo podría poner más claro, será hecho por mi Padre. Quiero decirte que eso no deja lugar para las dudas, esa declaración es enfática, Dios aún está exponiendo su integridad, Él contestará la petición de los dos o tres quienes están en bien con Él. La segunda promesa la encontramos en el versículo 20: “Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”, casi siempre he oído este versículo usada para animar a los hermanos cuando la asistencia ha bajado y me imagino que está bien pero realmente la enseñanza que Jesús quería dar al expresar estas palabras, Él estaba hablando acerca de dos o tres personas que se unían para reclamar la promesa de Dios en cuanto a la oración, Él estaba hablando de estos dos o tres quienes se reunían para presentar una petición a Dios, Jesús quiere que sepamos que Él está personalmente con nosotros cuando presentamos nuestras peticiones a Dios, Él quiere que sepamos que no estamos solos, que Él está allí para ayudarnos. Así que podemos acercarnos a Dios sabiendo que Jesucristo está a nuestro lado. ¿Sabes qué? Dios está buscando a dos o tres hoy quienes están dispuestos a reclamar sus promesas, estas promesas no solo sirvieron para los que estaban en tiempos bíblicos, estas promesas son vigentes hoy, son promesas válidas, son promesas que tú y yo podemos poner a prueba en nuestras vidas. En realidad, yo creo que Dios quiere demostrar al mundo hoy lo que Él hará por aquellos quienes se someten a su voluntad, Dios desea bendecir a sus hijos por medio de contestar nuestras oraciones, Dios desea contestar las oraciones que hacemos en intercesión por otros, Él nos ama y desea lo mejor para nosotros. ¿Qué es lo que falta? Dos o tres personas que realmente amen a Dios y tengan un deseo profundo para el bienestar de otros, dos o tres personas quienes de veras se preocupen por la obra de Dios, te pregunto: ¿Estás interesado en la humanidad? ¿Quieres lo mejor para el hombre? ¿Conoces una necesidad que alguien puede tener? ¿Existe algún problema que tú no has podido resolver? ¿Conoces a alguien quien está viviendo en pecado y su rebelión hacia Dios rompe tu corazón? ¿Conoces a alguien quien tiene el mismo interés y el mismo deseo que tú concerniente a todo eso? Si tu respuesta es sí y estás en bien con Dios, entonces ya estás listo para reclamar esta promesa de Mateo 18:19-20, busca esa persona que comparte el mismo sentir que tú y pónganse a orar, enséñale estos dos versículos, arregla un tiempo en que los dos o tres pueden unirse y pongan en práctica esta preciosa promesa, Dios ha prometido contestar sus oraciones. Vamos a orar. Padre, gracias te damos por esta promesa tan preciosa. Gracias te damos por estar con nosotros, Señor ayúdanos a confiar en tus promesas y ponerlas en práctica en nuestras vidas, porque te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

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