Copyright 2016-2019 Lifeword
Requisitos Para La Oración
Actitud Correcta Hacia Dios
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Dic 06, 2021
Nov 30, 2021
Duración:
00:14:33 Minutes
Vistas:
7

Escritura

Proverbios 15:8; Hebreos 11:1.

El sacrificio de los impíos es abominación a Jehová; Mas la oración de los rectos es su gozo. Proverbios 15:8 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de

Las direcciones para llegar al Centro de Vida son bastantes fáciles, solo hay que salirse de una carretera principal que rodea la ciudad de Houston llamada 6-10, viajar por la calle 20 hasta llegar a Colombia, doblar hacia la calle 18 y allí está el edificio donde se reúne la Iglesia Centro de Vida, en la esquina de Colombia y calle 18. Repito que estas direcciones son bastantes fáciles y sin embargo si uno no sigue esas direcciones difícilmente llegara. Claro que hay otras maneras de llegar, pero esa es la más directa, la más eficaz. De igual manera Dios nos ha dado direcciones para orar con más eficacia, el desea que lleguemos al lugar donde nuestras oraciones son contestadas. En cuanto a Dios Proverbios 15:8 dice “Oración de los rectos es su gozo.” El problema está en que nosotros no sabemos orar. Encontramos que, como los discípulos, nosotros también tenemos que decir “Maestro enséñanos a orar.” En respuesta a nuestra necesidad Dios nos ha dado direcciones, siguiendo las direcciones podemos llegar a la bendita experiencia de la oración contestada. Hay cinco principios divinos que nos pueden ayudar en llegar a conocer el gozo que se siente cuando uno recibe de Dios lo que ha pedido, tratemos de acordarnos de estos cinco prerrequisitos a la oración: Numero uno: Debemos orar con una actitud correcta hacia Dios, con un espíritu de confianza. Numero dos: Debemos orar teniendo una relación correcta con otros, un espíritu de compañerismo que ama y perdona. Número tres: Debemos orar bajo la autoridad correcta, el nombre de Jesús. Número cuatro: Debemos orar acercándonos a Dios con el espíritu correcto, ósea que dentro de su voluntad. Número cinco: Debemos orar después de haber tratado correctamente con el pecado, la pureza que viene después del perdón. En los siguientes cinco estudios hablaremos de cada uno de estos principios. Hoy estudiaremos el primero: Orar con una actitud correcta hacia Dios. En palabras sencillas podríamos decir que cuando oramos hay que creer, la fe es esencial en la vida de todo creyente, pero ¿Qué es fe? Hebreos 11:1 dice que la fe es “La certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.” Fe es aquella confianza en Dios que nos da certeza de realidades que no podemos ver, no es superstición ni deseos que se basan sobre la nada ni tampoco deseos vanos de auto decepción. La fe hace que las realidades se vuelvan reales, hace que Dios sea real para nosotros. La fe es la norma de vida para el cristiano. Romanos 1:17 nos dice que “El Justo por la fe vivirá.” La Biblia nos amonesta en Hebreos 11:6 que “Sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que lo buscan”. Tan esencial es esa fe para los cristianos, que nos han dado el nombre de creyentes. La fe es esencial para la salvación. Jesús dijo en Juan 3:16,18 y 36 lo siguiente “16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 18 El que en él cree, no es condenado.  36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna”. El apóstol Pablo nos explica en Efesios 2:8 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios”. Así como la fe nos trajo a la salvación, también nos mantendrá alejados del diario pecar. Solo podremos vivir santamente en este mundo si es que Dios es real para nosotros, si vemos la realidad del Espíritu Santo quien mora en nosotros, y si la fe nos da certeza de lo que no podemos ver. Sin fe sería imposible vivir santamente, la fe es la que nos da fuerza en nuestro servicio a Dios. Ciertos discípulos de Jesús se encontraron con un niño poseído de demonios, después de que Jesús echara afuera al demonio, sus discípulos le preguntaron ¿Por qué nosotros no pudimos echarle? Jesús les dijo: “Por vuestra poca fe”. Así que la falta de fe perjudicara al servicio que brindamos a Dios, por eso es que la Biblia nos dice en Hebreos 11:6 “Sin fe es imposible agradar a Dios”. La fe es esencial a cualquier experiencia, es esencial para que uno reciba contestaciones a sus oraciones, Dios demanda que oremos con fe. Jesús prometió en Mateo 21:22 “Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis”. Santiago 1:6-7 dice “Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor”. El sentido común nos enseña a orar con fe, las dudas deshonran a Dios, el dudar es pecado. Si Dios nos hace una promesa y no aceptamos esa promesa con seguridad, negamos la veracidad de Dios, esto sería un pecado serio, no debemos dudar de lo que Dios nos dice. La gracia cristiana nos anima a orar con fe, todos los beneficios espirituales que hemos recibido como cristianos nos vinieron por medio de la fe. ¿Cómo podríamos esperar que Dios nos contestara estando ausente la fe nuestra? El no contestara. No hay ninguna razón para que dudemos de Dios, Dios positivamente ha prometido dar contestación a la oración, miles de personas son testigos de ello. Dios no ha cambiado, Él contesta todavía hoy, sus promesas son válidas, pero a nosotros nos toca creer, debemos creer lo que Él nos dice. Si Dios requiere que oremos con fe ¿Cómo podemos aumentar nuestra fe? Vamos a considerar estas sugerencias: En primer lugar, si vamos a crecer en la fe, debemos cultivar un deseo de confiar en Él más y más, no habrá mejoramiento espiritual si es que estamos contentos con lo que somos, pero si tenemos hambre y sed de confiar más y más en Dios, creceremos en la fe. En segundo lugar, si vamos a aumentar nuestra fe, debemos reflexionar sobre las promesas de Dios. Debemos reclamar cada promesa de Dios en contestar a la oración como si nos lo estuviera diciendo personalmente a nosotros. 2 Pedro 3:9 nos enseña que “el Señor no retarda su promesa”. Romanos 4:21 nos enseña que “Dios es poderoso para hacer todo lo que ha prometido”. Debemos creerlo, debemos orar con confianza esperando resultados. En tercer lugar, si vamos a aumentar nuestra fe, debemos rechazar las dudas. Las dudas van a surgir, pero no tienen que quedarse con nosotros, debemos encontrar a las dudas con afirmaciones de fe. Nunca debemos permitir que una duda more en nuestra mente. En cuarto lugar, si vamos a aumentar nuestra fe, debemos creer con todo lo que tenemos y pedirle a Dios que nos dé una fe más grande. Jesús dijo a un hombre en Marcos 9:23 “Si puedes creer, al que cree todo le es posible. El hombre respondió: Creo; ayuda mi incredulidad”. Dios se complace con una oración así, debemos orar mucho de esta manera si deseamos ver crecer nuestra fe. En quinto lugar, si vamos a ver crecer nuestra fe, tendremos que confesar nuestra incredulidad, al igual que confesamos cualquier otro pecado. ¿Por qué? Porque la incredulidad es un pecado. Hebreos 3:12 dice “Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo”. La incredulidad es un pecado monstruoso, debemos confesarlo a Dios y pedirle que nos perdone y que nos libre de ese mal. Debemos pedir a Dios que nos fortalezca en contra de las dudas, después podemos ver como nuestra fe crece. Debemos tener cuidado y mantener nuestra fe centralizada en Dios y no en nosotros ni tampoco en nuestras oraciones, confiamos en Él y no en nuestra habilidad de orar. Este es el primer principio para seguir, cuando oramos debemos creer. Vamos a orar. Padre, auméntanos la fe, perdona nuestra incredulidad y ayúdanos a confiar siempre en ti. Te lo suplicamos en el nombre de Jesús. Amén

Otros archivos en esta serie