Mi pacto con él fue de vida y de paz, las cuales cosas yo le di para que me temiera; y tuvo temor de mí, y delante de mi nombre estuvo humillado. 6 La ley de verdad estuvo en su boca, e iniquidad no fue hallada en sus labios; en paz y en justicia anduvo conmigo, y a muchos hizo apartar de la iniquidad. 7 Porque los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca el pueblo buscará la ley; porque mensajero es de Jehová de los ejércitos. 8 Mas vosotros os habéis apartado del camino; habéis hecho tropezar a muchos en la ley; habéis corrompido el pacto de Leví, dice Jehová de los ejércitos. 9 Por tanto, yo también os he hecho viles y bajos ante todo el pueblo, así como vosotros no habéis guardado mis caminos, y en la ley hacéis acepción de personas. Malaquías 2:5-9 Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo: 11 Finees hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, ha hecho apartar mi furor de los hijos de Israel, llevado de celo entre ellos; por lo cual yo no he consumido en mi celo a los hijos de Israel. Números 25:10 y 11 En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Juan 1:4

Hoy continuaremos nuestro estudio en el libro de Malaquías, este libro es muy relacionado a nuestro mundo de hoy y vamos a leer en 2:5-9 “Mi pacto con él fue de vida y de paz, las cuales cosas yo le di para que me temiera; y tuvo temor de mí, y delante de mi nombre estuvo humillado. La ley de verdad estuvo en su boca, e iniquidad no fue hallada en sus labios; en paz y en justicia anduvo conmigo, y a muchos hizo apartar de la iniquidad. Porque los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca el pueblo buscará la ley; porque mensajero es de Jehová de los ejércitos. Mas vosotros os habéis apartado del camino; habéis hecho tropezar a muchos en la ley; habéis corrompido el pacto de Leví, dice Jehová de los ejércitos. Por tanto, yo también os he hecho viles y bajos ante todo el pueblo, así como vosotros no habéis guardado mis caminos, y en la ley hacéis acepción de personas”.   Hoy veremos el gran contraste entre los sacerdotes del día de Malaquías y el gran sacerdote quien es el autor del pacto de vida y paz. Estudiemos este contraste, continuando con su mensaje a los sacerdotes, Malaquías señala sus pecados antes de imponerles serios cargos, Malaquías les habló de sus responsabilidades verdaderos “Porque los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca el pueblo buscará la ley; porque mensajero es de Jehová de los ejércitos”. El mensajero de Dios debe decir las cosas tales y como son y esto fue una carga pesada para Malaquías y lo será para predicadores de hoy día también.   Después de haberles presentado las responsabilidades del verdadero sacerdote, Malaquías procede a los cargos por los cuales eran culpables delante de Dios. Malaquías los acusó de haberse desviado del camino verdadero, cuando los líderes en el reino religioso se desvían de la verdad, que se puede esperar de la gente quienes les siguen. Jesús dijo que, si un ciego guiará a otro ciego, todos se irían al hoyo. Predicadores de apostasía guiarán a su gente a la apostasía, y la corrupción trae más corrupción. Que condición más triste cuando aquellos quienes tienen la responsabilidad de demostrar el camino a otros se desvían de ese camino. Gracias a Dios por hombres quienes dan un ejemplo noble de la verdad, para que otros puedan seguirles en esa verdad, otra acusación que les fue hecho era “habéis hecho tropezar a muchos en la ley”. Esta es la triste tragedia del liderazgo espiritual equivocado, lideres perversos causarán que otros tropiecen en las cosas del Señor, que diferente eran las palabras de Dios concernientes a Finees el sacerdote que mató al israelita junto con la madianita que se habían presentado a la congregación de Israel. Números 25:10 y 11 dicen “Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo: Finees hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, ha hecho apartar mi furor de los hijos de Israel, llevado de celo entre ellos; por lo cual yo no he consumido en mi celo a los hijos de Israel”. Será triste el día cuando falsos lideres tengan que dar cuenta por las personas a quienes han hecho tropezar en las cosas de Dios.   Otra acusación era que esos sacerdotes habían corrompido el pacto de Levi, notemos el progreso de la maldad se aparataron del camino, hicieron caer a otros y después corrompieron el pacto de Levi. Como resultado de sus pecados, Dios dijo por medio de Malaquías, por tanto, yo también os he hecho viles y bajos ante todo el pueblo, así como vosotros no habéis guardado mis caminos y en la ley hacéis acepción de personas. Esta es una gran calamidad la que Malaquías pronuncia sobre esos sacerdotes delincuentes e infieles, ellos eran parciales en su imposición de la ley sin tomar en cuenta las debilidades de estos sacerdotes, existe uno quien es capaz y digno de ser seguido, es Él el mensajero del pacto de vida y paz.   Malaquías hace referencia al autor del pacto de vida y paz, y algunos piensan que él se refiere a Levi, pero es Cristo el cumplimiento del sacerdocio levítico y Él quien viene del orden de Melquisedec. Cristo es el autor del pacto de vida y paz.   Cristo es la única fuente de vida. En Juan 1:4 leemos, “En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres”. Él es la vida de acuerdo a Juan 14:6 “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. Tú puedes hacer la pregunta ¿Y porque el hombre necesita de esta vida? Ezequiel nos da la respuesta cuando dijo: El alma que pecare, ciertamente morirá.   Todos hemos pecado por lo consiguiente estamos muertos en nuestros delitos y pecados, en vista que el hombre está muerto en su pecado no puede producir vida, ningún hombre puede venir a Jesús para salvación a menos de haber antes reconocido que él está totalmente perdido e incapaz de producir una justicia satisfactoria en sí mismo. Entonces puede venir a Jesús para recibir vida y también justicia. Cristo vino para que pudiéramos tener vida y en abundancia según Juan 10:10 y esta vida abundante que Él da, es vida eterna, una vida que no perece, “y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano” Juan 10:28.   La persona que cree en Jesús recibe esa vida al confiar en Jesús. Juan 5:24 dice “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, más ha pasado de muerte a vida”. Esta vida.   Es suficiente y muy satisfactoria, Juan 4:14 dice “mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna”. Gracias a Dios que cuando tomamos el agua de la salvación nunca tendremos sed jamás, nos satisface para siempre.   Jesús no solo nos da vida también nos da paz, Efesios 2:14 nos dice, “Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación”. En Romanos 5:1 leemos, “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”. Existe mucho que nosotros llamamos paz, pero que no proviene de Dios, paz divina viene como un resultado de la convicción de pecado por el trabajo del Espíritu Santo en el corazón del pecador. Cuando esta convicción es seguida por el arrepentimiento, arrepentimiento hacia Dios y fe en Cristo Jesús como el único quien puede por su justicia satisfacer a Dios, el pecador recibe paz en su corazón. Después de la salvación el creyente encuentra paz por medio de ser obediente a la voluntad de su Señor. ¿Tienes a Cristo como tu vida y paz? ¿Conoces la paz por ser obediente a su palabra? Sino arrepiéntete y pídele perdón y confía que te dará salvación. Síguele en servicio y conocerás la paz que sobrepasa todo entendimiento. Vamos a orar.   Padre ayúdanos en ser obedientes al llamado que tú nos estás haciendo, ayuda a mis amigos en reconocer sus pecados, ayúdeles en arrepentirse y en pedir perdón, te pido que ellos puedan pedir a Jesús entrar en sus corazones y que hoy se unan a la gran familia que nosotros tenemos. En el nombre de Jesús te lo suplico. Amén.