(Centro De Vida)
Escritura
Profecía de la palabra de Jehová contra Israel, por medio de Malaquías. Malaquías 1:1 Y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre; no obstante, había en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo, y no pude. Jeremías 20:9 A ti, pues, hijo de hombre, te he puesto por atalaya a la casa de Israel, y oirás la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte. 8 Cuando yo dijere al impío: Impío, de cierto morirás; si tú no hablares para que se guarde el impío de su camino, el impío morirá por su pecado, pero su sangre yo la demandaré de tu mano. Ezequiel 33:7 y 8
Vamos a comenzar un estudio del libro de Malaquías. Malaquías es el último libro del Antiguo Testamento, el nombre Malaquías significa “Mi Mensajero”. Dios le dio a Malaquías un mensaje para el pueblo de Israel y vamos a repasar la condición de Israel en el tiempo de Malaquías. Israel era en ese entonces un estado del Imperio de Persia, ese era su estado político, económicamente los Israelitas estaban en una condición desesperante, habían sufrido una serie de malas cosechas y estaban pasando por tiempos de gran dificultad. Aparentemente según el capítulo 3, Dios había permitido que sus cosechas fracasaran debido al hecho de que ellos no habían pagado sus diezmos, estaban sufriendo de pobreza, estaban bajo el peso de fuertes impuestos de parte del imperio de Persia. Muchos tuvieron que entregar sus propiedades y otros hasta vendieron a sus hijos poniéndolos en esclavitud. Muchos de los judíos se habían casado con familias de otras naciones que habían ocupado el territorio de ellos cuando estaban en cautividad. Algunos se habían casado con esta otra gente para salir de su estado económico, estos casamientos violaban la voluntad de Dios para los judíos y contribuyó al problema entre los pobres y los ricos. En vista de que estos casamientos contribuían a la idolatría, la ira de Dios fue provocada en contra de su pueblo. Fue en contra de toda esta corrupción que Dios llamó a Malaquías para testificar. Notemos el primer versículo del libro para ponerlo como fundamento del mensaje que va a entregar al pueblo, “Profecía de la palabra de Jehová contra Israel, por medio de Malaquías”. ¿Por qué sería una carga para Malaquías este mensaje? El mensaje era carga para Malaquías, debido a la naturaleza del mismo. Fue una revelación del Señor, Dios revela su voluntad al hombre por medio de su palabra. Su palabra es verdad, fiel, preciosa, alumbrante, salvadora y eterna. La naturaleza de esto es una carga pesada para su mensajero. La palabra sembrada en el corazón es deseosa de expresarse, existe una inspiración, una necesidad de proclamarla, Jeremías decidió que el simplemente dejaría de proclamar la palabra, el mensaje del Señor. Jeremías 20:9 nos expresa su sentir “Y dije: no me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre; no obstante, había en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo y no pude. Probablemente la naturaleza del mensaje que Malaquías había de entregar era una carga pesada para él, los siervos de Dios tienen el deber de entregar las amonestaciones de Dios a su pueblo, deben de proclamar a veces cosas que a ellos no les va a gustar y esto resulta en una carga para el mensajero. La consecuencia del fracaso de entregar debidamente el mensaje de Dios hace que sea una carga para el mensajero; en Ezequiel 33:7 y 8 encontramos la gran responsabilidad que tienen los mensajeros de Dios. “A ti, pues, hijo de hombre, te he puesto por atalaya a la casa de Israel, y oirás la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte. Cuando yo dijere al impío: Impío, de cierto morirás; si tú no hablares para que se guarde el impío de su camino, el impío morirá por su pecado, pero su sangre yo la demandaré de tu mano”. Es una carga pesada el declarar las cosas por lo que son, si los siervos de Dios no proclaman la verdad, los pecadores perecerán, pero el siervo se enfrentará con Dios teniendo la sangre de los que perecieron en sus manos y esto hace que el mensaje del Señor sea una carga para cada cristiano. De acuerdo a 2 Juan 10 y 11 el que recibe a un testigo falso y le da la bienvenida, es participante de su maldad, el mensaje de Dios es de tal magnitud, que él lo quiere entregado correctamente y esto lo convierte en un asunto serio para sus mensajeros. Cada siervo de Dios tendrá que dar cuenta de su mayordomía cuando este delante de la presencia de Dios, esto incluye todos los asuntos de la vida, cada predicador llamado por Dios tendrá que dar cuenta por la forma en que entrega el mensaje del Señor, cada hijo de Dios dará cuenta de su forma de vivir y esto hace que la entrega de la palabra de Dios sea un asunto serio. ¿Has sido fiel en proclamar la verdad de una manera correcta? Acuérdate que la sangre de aquellos a quienes no les hablas será sobre ti. Otra cosa que hace que el mensaje de Dios sea una carga para el mensajero es la forma en que otros lo reciben, algunos pelean con el mensaje de Dios, lo tratan con indiferencia como si no tuviera valor o importancia. Otros están tan ocupados con otras cosas que no tienen tiempo para el mensaje de Dios. Notemos que Dios le dio este mensaje a Malaquías para ser entregado a Israel, pero muchos de ellos no le hicieron caso, vemos que las personas de hoy lo tratan de la misma manera. Algunos aún tienen la audacia de ridiculizar el mensaje y de burlarse del mensajero, mientras que el predicador está ansioso por el alma del oyente, muchas veces el oyente está más atento a la gramática del predicador que al mensaje que está entregando, muchos escuchan su pronunciación sin oír su proclamación de la verdad. Otros reconocerán lo serio de la naturaleza de la palabra de Dios, pero tardan en hacer caso a su mensaje. Pablo acuso al rey Agripa con la responsabilidad de hacerle caso a la palabra de Dios en Hechos 26:27-29: “¿Crees, oh rey Agripa, a los profetas? Yo sé que crees. Entonces Agripa dijo a Pablo: Por poco me persuades a ser cristiano. Y Pablo dijo: ¡Quisiera Dios que por poco o por mucho, no solamente tú, sino también todos los que hoy me oyen, fueseis hechos tales cual yo soy, excepto estas cadenas!”. Pablo fue fiel en proclamar el mensaje tal y como debía ser proclamado sin embargo muchos rehusaron aceptar el mensaje de la salvación, de todos modos, Pablo pudo decir lo siguiente al llegar al final de su carrera: Por tanto, yo os protesto en el día de hoy que estoy limpio de la sangre de todos porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios, aquellos que oyeron a Pablo, oyeron predicar el verdadero mensaje del Señor. Malaquías también fue un testigo fiel. Mi amigo, si no conoces a Cristo, ¿por qué no le aceptas hoy? No deseo que casi te arrepientas de tus pecados, no quiero que casi aceptes a Cristo, quisiera que lo hicieras en este momento con toda sinceridad y con todo tu corazón. Ora esta oración conmigo. Padre te damos gracias por este estudio que hemos realizado y te pido que me ayudes a predicar fielmente tu palabra, a veces tu mensaje es pesado para mí, pero confío en ti y no deseo ser culpable de quedar callado. Ayuda a mis amigos en recibir a Cristo como el Salvador y Señor de sus vidas. En el nombre de Jesús. Amen.
Otros archivos en esta serie
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)