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Abr 03, 2024 10:57am
No ha terminado
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La multitud estaba de pie, gritando, abucheando. Todos los ojos estaban puestos en el evento principal, pero no estaba yendo exactamente como pensaban.

Ahí estaba él. Extendido en una llave mata león. Los brazos de sus oponentes retorcidos alrededor de su cuello. Y su cabeza colgaba sin respuesta.

1…
2…

Parecía que todo estaba perdido.

3…
4…

Su oponente apretaba fuerte. Sabía que estaba a punto de ganar.

5…
6…

Pero espera. ¿Hubo movimiento? ¿Acaso acabamos de ver algo suceder?

7…
8…

La mano del campeón comenzó a levantarse. Lentamente, dramáticamente. Parecía fortalecerse con cada momento, temblando por el poder que estaba a punto de desatar.

9…

Y entonces, abrió los ojos.

Y todos sabían, era hora del espectáculo.

¡El campeón, Hulk Hogan, había regresado!

La multitud enloqueció.

Esos eran los buenos tiempos, ¿verdad? Crecí viendo lucha libre de Memphis con Jerry Lawler junto a mi papá. Cuando estaba en séptimo grado, le rogué a mi papá que fuéramos a ver una lucha en Little Rock. Y los grandes eventos, bueno, los veíamos en clase de Matemáticas (en ocasiones especiales, por supuesto).

Hulk Hogan, Macho Man Randy Savage, the Ultimate Warrior, Rowdy Roddy Piper, Ric Flair, Jake the Snake, el Undertaker… hombre, esos eran los días.

Pero fue ese momento en el ring cuando pensaste que el final estaba cerca para el campeón. Parecía que toda esperanza se había perdido. Pero sabías, solo sabías que esa mano iba a levantarse y ganar la fuerza suficiente para destruir al oponente.

63 Los guardias que estaban a cargo de Jesús comenzaron a burlarse de él y a golpearlo. 64 Le vendaron los ojos y le decían: «¡Profetízanos! ¿Quién te golpeó esta vez?». 65 Y le lanzaban todo tipo de insultos.

Lucas 22:63-65

¿Cómo pudo suceder esto? Se suponía que Jesús vendría a salvar al pueblo de Dios, los judíos, de sus opresores. Pero aquí, Jesús, el Mesías tan esperado, el Señor, ha sido arrestado. Está vendado y los hombres se burlan de Él, diciéndole que si es tan grandioso, adivine quién acaba de golpearlo.

Parece como si la esperanza se hubiera perdido.

Y a medida que continuamos a través del libro de Lucas, las cosas empeorarán para Jesús. Parecerá que el enemigo ha ganado.

Pero sabemos, hay ese momento en el que veremos más que solo una mano levantada. Lo veremos resucitado de entre los muertos, conquistando al enemigo y reinando en lo alto.

No ha terminado. Incluso hoy, cuando parece que el enemigo te tiene en una llave mata león.

No ha terminado.

Si has puesto tu fe y confianza en Jesús, ¡tendrás victoria sobre el enemigo!

¿Lo conoces? Él te ofrece vida eterna, victoria sobre la muerte y el pecado, y todo lo que tienes que hacer es aceptarlo.

Como diría Hulk, «¿Qué vas a hacer, hermano?»

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