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INICIANDO NUESTRO ATAQUE
Televisión - Parte 1
Paul Tinoco Huaraca
(Centro De Vida)
Duración: 00:04:45 Minutes
Listens:
8
Aired on May 06, 2019

Escritura

Salmos 123:2

He aquí, como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores, Y como los ojos de la sierva a la mano de su señora, Así nuestros ojos miran a Jehová nuestro Dios, Hasta que tenga misericordia de nosotros.”

Este texto del siervo mirando las manos de su amo, sugieren por lo menos dos cosas. En primer lugar, sugiere sumisión. El cuadro que bien pudiera estar pintando el salmista es el de un mayordomo parado a una distancia cercana de su amo mientras este come. No quitando la vista de su amo ya que ante la más mínima indicación este siervo está listo para cumplirla inmediatamente. Un viajero que paso por el medio oriente relató lo siguiente: «He visto una excelente ilustración de este pasaje en la casa de un personaje en Damasco. La gente del Oriente no habla tanto o tan rápido como la del Occidente, y una señal de la mano es frecuentemente la única instrucción que se da a los siervos que esperan. Tan pronto como nos hubieron presentado y nos sentamos en el sofá, un gesto de la mano del amo de la casa indicó que había que servir el refresco. Otro movimiento suyo nos trajo café y otro, dulces. A otra señal fue servida la comida. Los siervos observaban la mano y el, ojo del amo, para conocer su voluntad y hacerla instantáneamente. En esta escena notamos como la mano del amo dirige el trabajo de los siervos, también vemos como los ojos de sus empleados están atentos a las indicaciones de su señor, con esa misma intensidad, sumisión, y firmeza es que debemos de fijar nuestra mirada en nuestro salvador. Debemos estar ansiosos de satisfacer su voluntad, prestos para servirle y listos para hacer lo que él nos pida. En segundo lugar, el texto sugiere dependencia. Un siervo mira constantemente la mano de su Señor esperando que él provea todas sus necesidades; de la misma forma el creyente cada día debiera de alzar su mirada al cielo sabiendo que en Dios tiene un Padre que tiene cuidado de sus hijos. Creo que el secreto de vivir una vida en obediencia y sumisión a la palabra de Dios está en fijar nuestros ojos en el maestro. La pregunta es ¿lo estamos haciendo? o ¿hay otras cosas a las que le prestamos mayor atención? Una de las cosas que más daño y dolor está causando a la sociedad de nuestros días es la televisión. Aunque este aparato eléctrico en sí mismo no es bueno ni es malo, lo que transmiten en ella es lo que está destruyendo nuestra sociedad. ¿Cuánto tiempo podemos pasar en la televisión sin corromper nuestra conciencia? Yo creo que poco tiempo. ¿Si pudiéramos comparar el tiempo que pasamos en la televisión con el tiempo que pasamos leyendo la biblia y orando? ¿Quién saldría ganando? ¿Si pudiéramos comparar el tiempo que pasamos en familia con el tiempo que pasamos viendo una pantalla? ¿Quién saldría ganando? ¿si pudiéramos comparar el tiempo que invertimos sirviendo al Señor, con el tiempo que le dedicamos al Facebook? ¿Quién saldría ganando? Nunca seremos cristianos obedientes si estamos más atentos a lo que diga el mundo que a lo que diga nuestro salvador, así que fijemos nuestra mirada en él, enfoquemos nuestros ojos en Dios, solo así estaremos atentos a su voluntad y a lo que él desea de nosotros cada día. Dios los bendiga. Corpus Unum

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