Copyright 2016-2019 Lifeword
El Reflejo Del Amor De Dios Por Nosotros
Amor que disciplina
Wendy Carolina Escobar
(Centro De Vida)
Aired on Mar 11, 2025
Mar 11, 2025
Duración:
00:03:48 Minutes
Vistas:
2

Escritura

Hebreos 12:6

Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo.

En nuestra sociedad, la palabra “disciplina” suele asociarse con castigo o corrección severa. Sin embargo, en la Biblia, la disciplina tiene un propósito amoroso: moldear nuestro carácter y acercarnos más al corazón de Dios. Hebreos 12:6 dice: Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo. Este versículo, nos recuerda que la disciplina divina no es una señal de rechazo, sino una prueba de que somos verdaderamente hijos amados por nuestro Padre celestial. Como un buen padre que guía a su hijo hacia la madurez, Dios usa la disciplina para enseñarnos, corregirnos y ayudarnos a vivir de manera que refleje Su carácter. Es muy importante comprender que la disciplina de Dios es una expresión de Su amor. Esto significa que cuando enfrentamos correcciones de parte de Él, no estamos siendo rechazados, sino afirmados como hijos legítimos. La palabra “disciplina” aquí implica entrenamiento y enseñanza, no simplemente castigo. Además, la disciplina es universal entre los hijos de Dios: a todos los que Él recibe como hijos, también los corrige. La intención de Dios no es destruirnos, sino formarnos, guiándonos hacia una vida que sea agradable a Él y beneficiosa para nosotros. En este contexto, la disciplina de Dios tiene varios propósitos clave: Primero; Confirmar nuestra identidad como hijos. Si no experimentáramos la corrección de Dios, no tendríamos evidencia de ser Su familia. El hecho de que Él nos discipline demuestra Su cuidado y Su compromiso con nosotros. Segundo; Guiarnos hacia la santidad.  A través de Su disciplina, Dios busca apartarnos del pecado y acercarnos más a Su santidad. Esto no solo beneficia nuestra relación con Él, sino que también nos prepara para ser luces en un mundo oscuro. Tercero; Reflejar Su carácter. Así como un padre amoroso corrige con paciencia y sabiduría, Dios utiliza Su disciplina para que nuestras vidas reflejen Su carácter justo y amoroso. El amor de Dios no se limita a palabras o promesas; se manifiesta en cómo nos guía y moldea a lo largo de nuestra vida. La pregunta a todo esto es ¿Cómo debo responder a este amor? Permíteme darte tres maneras en como responder a ese amor que disciplina. Primero; Aceptar la disciplina con humildad. En lugar de resistirnos, debemos reconocer que la corrección de Dios proviene de Su amor y Su deseo de nuestro bienestar eterno. Segundo: Buscar lo que Dios quiere enseñarnos. En cada momento de disciplina, podemos preguntar: “Señor, ¿Qué quieres mostrarme? ¿Cómo puedo crecer a través de esta experiencia?” y Tercero; Fortalecer nuestra confianza en Su amor. Recordemos que Su corrección es una prueba de que Él no nos ha abandonado. Por el contrario, Su disciplina demuestra que somos valiosos a Sus ojos y que Él desea lo mejor para nosotros.

Otros archivos en esta serie