Copyright 2016-2019 Lifeword
La Biblia
Una Biblioteca Completa - Parte 2
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ago 23, 2022
Ago 21, 2022
Duración:
00:14:30 Minutes
Vistas:
0

Escritura

2 Pedro 1:19-21; 2 Timoteo 3:16.

Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; 20 entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, 21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo. 2 Pedro 1:19-21 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 2 Timoteo 3:16

No pudimos terminar nuestro último estudio porque se nos terminó el tiempo, así que hoy vamos a continuar con el mismo tema, pero antes quiero que hagamos un corto repaso. Dijimos que la Biblia no era un solo libro, sino toda una biblioteca de libros, en realidad contiene sesenta y seis libros, escritos por diferentes hombres, quienes fueron inspirados por el Espíritu Santo. Cada uno de ellos escribieron en su propio estilo, pero el mensaje que dieron era de Dios mismo; por ello llegamos a la conclusión de que Dios es el autor de la Biblia, y esto hace que la Biblia sea un libro sin igual. La Biblia es la Palabra de Dios.   También observamos que la Biblia se divide en dos secciones grandes: el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. El Antiguo Testamento nos habla de eventos que ocurrieron antes del ministerio terrenal de Jesús, y el Nuevo Testamento nos habla de la vida de Jesús, y de eventos que ocurrieron después de su ministerio terrenal. Aún nos habla de sucesos del futuro. Dijimos que el Antiguo Testamento podía ser dividido en cinco secciones: Libros de la Ley, Libros Históricos, Libros Poéticos, Libros de Profetas Mayores y Libros de Profetas Menores. Logramos estudiar las divisiones del Libros de la Ley que son: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. Y también los doce Libros de Historia, que son: Josué, Jueces, Rut, Primera y Segunda de Samuel, Primera y Segunda de Reyes, Primera y Segunda de Crónicas, Esdras, Nehemías y Esther. Hoy vamos a estudiar las divisiones de Libros Poéticos y los Libros de los Profetas Mayores y Menores, terminando con la división principal del Antiguo Testamento. Los Libros Poéticos son cinco: Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés y Cantar de los Cantares. Una tercera parte del Antiguo Testamento fue escrito originalmente en forma poética, esos libros se concentran en preguntas sobre dolor, Dios, la vida y el amor. Job nos relata la vida de un varón justo quien sufrió una tragedia personal; el libro entero de Job trata con la pregunta: ¿Por qué? El Libro de los Salmos es un libro de oraciones e himnos que cubren la expansión de los sentimientos humanos; todos los Salmos juntos representan una guía de cómo relacionarse uno con Dios; muchos de los Salmos fueron usados en servicios públicos de adoración. Proverbios es un Libro de consejos sobre casi cada área de la vida; el estilo de vida de los sabios lleva una vida de gran satisfacción. Eclesiastés nos habla de una vida sin Dios; vivir sin Dios lleva a una vida insignificante y de desesperación, aunque escrito hace cientos de años el Libro de Eclesiastés es un libro muy moderno y dado al día de hoy. Y el último de los Libros Poéticos es el Cantar de los Cantares, este libro es un poema de amor, escucha una porción del libro: “Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo; Porque fuerte es como la muerte el amor; Duros como el Seol los celos; Sus brasas, brasas de fuego, fuerte llama. Las muchas aguas no podrán apagar el amor, Ni la ahogarán los ríos. Si diese el hombre todos los bienes de su casa por este amor, De cierto lo menospreciarán” (Cantares 8:6-7). ¿Qué te parece? Eso nos trae a la siguiente división: los Libros de los Profetas Mayores; ellos son cinco: Isaías, Jeremías, Lamentaciones, Ezequiel y Daniel. No son conocidos como profetas mayores por ser más importantes que los otros, sino por la cantidad de su contenido. Isaías es un libro escrito por uno de los profetas más elocuentes; el profeta Isaías analiza los fracasos de todas las naciones que le rodean, y señala al Mesías que vendría en el futuro, para establecer la paz. Jeremías fue un profeta que llevó una vida de tortura emocional, y sin embargo no se desvió del mensaje que tenía que entregar al pueblo de Israel, él habló al reino de Judá en las últimas décadas, antes de que Babilonia destruyera la nación. Lamentaciones es un libro que expone cómo las amonestaciones del profeta Jeremías, se llevaron a término; este libro contiene cinco poemas de tristeza por la ciudad caída. Ezequiel habló a los judíos que estaban en cautiverio en Babilonia, este profeta usaba historias dramáticas y parábolas, para exponer sus diferentes puntos de vista. Daniel, el último Libro de los Profetas Mayores, es un relato de un hombre judío en cautiverio en Babilonia, quien llegó a ser primer ministro de dicha nación; aún bajo una intensa presión política Daniel vivió una vida ejemplar de integridad, y nos dejó con algunas profecías muy simbólicas de acontecimientos que aún no se han cumplido. Antes de continuar con la siguiente división de Profetas Menores, quiero mencionar que todos estos profetas vivieron durante el tiempo cuando el reino de Israel estaba dividido en dos: el reino de Israel, al norte, y el reino de Judá, al sur. Aunque algunos de estos profetas predecían eventos del futuro, su trabajo primordial era de hacer un llamamiento a la nación para que regresara a Dios. Los libros de los Profetas Menores son: Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahúm, Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías y Malaquías. Por todos son doce. Oseas fue un profeta que vivió su mensaje al pueblo, él se casó con una mujer que le era infiel haciendo comparación, en carne viva, el adulterio espiritual que Israel había cometido en contra de Dios. Joel predijo el juicio y castigo que caería sobre el reino de Judá, por medio de usar un relato que ya había acontecido: una plaga de langostas. Amós, era un muchacho del campo, quien predicó a Israel cuando había llegado a la cumbre de su prosperidad; Amós amonestó a los israelitas con fuerza, exhortándolos a no fijarse en el poder de cosas materiales y de poner la vista en Dios. Abdías habló fuertemente a Edom, una nación que tenía frontera con el reino de Judá avisó a la nación edomita de lo peligroso que era amenazar al pueblo de Dios. Jonás es un libro que relata como el creyente debe tratar al incrédulo, Jonás no quiere que Dios perdone a la ciudad enemiga de Nínive, pero Dios le da a Jonás una valiosa lección sobre el valor de la vida humana. Miqueas fue un profeta que expuso la corrupción que había de cada nivel de sociedad, pero terminó sus escritos con una promesa de perdón y restauración. Nahúm predijo la destrucción total de la gran ciudad de Nínive; Nínive fue la misma ciudad que se había arrepentido muchos años antes bajo la prédica de Jonás. Habacuc dirigió su libro a Dios, no al pueblo; en un diálogo de mucha franqueza con Dios, Habacuc discute los problemas de sufrimiento y justicia. Sofonías tuvo su enfoque sobre la venida del día del Señor, el cual purificaría a Judá, dejando un remanente fiel con el cual el mundo sería bendecido. Hageo vino después del cautiverio babilónico, los judíos habían decidido reconstruir el templo, sin embargo, después de un tiempo dejaron la construcción para trabajar en sus propias casas; Hageo les hizo ver que hacían mal, les recordó que debían poner a Dios primero en sus vidas. Zacarías hizo lo mismo que Hageo, pero de diferente modo; él hizo ver a los israelitas que el templo señalaría la venida del Mesías y por eso debían terminar la construcción. Y Malaquías, fue el último profeta del Antiguo Testamento, este señor tuvo que enfrentarse a un pueblo indiferente y frío; el profeta Malaquías exhortó a que regresaran a Dios, antes de que fuera demasiado tarde. Nuevamente se nos ha ido el tiempo, si Dios lo permite en nuestro próximo estudio empezaremos con un panorama del Nuevo Testamento. Que Dios les bendiga, y, para terminar. Vamos a orar. Padre nuevamente nos asombramos del contenido de tu palabra, toda una biblioteca de información a nuestra disposición, respuestas a nuestras preguntas, todas a la mano. Padre hoy te pedimos que pongas un deseo incansable en nosotros de querer escudriñar las enseñanzas de la Biblia. Te lo pedimos porque sabemos que así aprenderemos cómo vivir vidas que te agradan. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

Otros archivos en esta serie