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El Espíritu Santo
La Vida Cristiana Victoriosa
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ago 19, 2022
Ago 16, 2022
Duración:
00:14:30 Minutes
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Escritura

Romanos 14:17-19; Gálatas 5:25.

Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. 18 Porque el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios, y es aprobado por los hombres. 19 Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación. Romanos 14:17-19 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. Gálatas 5:25

Yo no sé de ustedes pero yo he aprendido muchas cosas en esta serie sobre el Espíritu Santo, hemos estudiado de su ministerio con el incrédulo y también con el creyente, hemos visto que su tarea primordial es dar testimonio de Jesús y en nuestro último estudio vimos cómo algunos están sentados esperando la llenura del Espíritu cuando lo que deben hacer es ser obedientes a la Palabra de Dios y la llenura vendrá a consecuencia de servir en obediencia, reconozco que he sido un poco duro en esta serie sobre el Espíritu pero es que me molesta cómo Satanás ha confundido a tantas personas, dicha confusión ha causado que muchos de mis hermanos y hermanas en la fe vivan vidas derrotadas.   Muchos se han dado por vencidos en la carrera cristiana mientras que otros corren pero a media fuerza, creo que lo que más me molesta es la hipocresía de algunos hermanos que fingen ser espirituales cuando lejos están de serlo, viven en sus mentiras haciendo que otros se sientan inferiores a ellos cuando es todo lo contrario pero así es cómo opera Satanás, lo triste es que la mayoría de mis hermanitos no son lo suficiente maduros para ver la realidad, de una cosa sí podemos estar seguros y eso nos trae al tema del estudio de hoy que sin el Espíritu Santo controlando la vida del creyente no habrá victoria en su vida. Quiero que busquemos en nuestra Biblia el libro de los Romanos, vamos a ir al capítulo 14 para leer los versículos 17-19, Romanos 14:17-19 dice: “Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. Porque el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios, y es aprobado por los hombres. Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación”. En estos versículos encontramos unas verdades muy valiosas concerniente a vivir la vida cristiana victoriosa, debemos reconocer que la victoria del creyente está en vivir en el Espíritu, aunque esté en un mundo físico y material, cuando Jesús fue interrogado por Poncio Pilatos Él aclaró que su reino no era de este mundo, Jesús enseñó a sus discípulos que ellos no eran de este mundo. En nuestro texto hemos leído que el reino de Dios no es comida ni bebida, el reino de Dios es espiritual y todos los ciudadanos de dicho reino deben vivir conforme a lo espiritual, he aquí la razón por el fracaso de tantos cristianos hoy día, quieren llevar una vida doble, el consejo del Apóstol Pablo en Gálatas 5:25 es: “Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu”. O sea que si anteriormente nos rendimos a Cristo porque vimos la tragedia de nuestro vivir y pedimos su salvación para librarnos de nuestra vida de pecado, ¿por qué vamos a intentar seguir viviendo de la manera que anteriormente desechamos?, eso no suena razonable, pero eso es lo que casi todo creyente hace, Pablo en Gálatas 3:3 regaña a los que hacen tal cosa diciendo: “¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?”. Me causa cierta inquietud el pensamiento de que uno acuda a Jesús porque está convencido de que Él tiene todas las respuestas y porque en el mundo no encontró aquella cosa que llenar el vacío en su ser, pero una vez que ha llenado el vacío ¿ahora va a regresar al mundo buscando felicidad en acumular bienes materiales? Siento mucho pero así no será victorioso, será victorioso únicamente cuando vive una vida totalmente entregada al Espíritu, creo que todos estamos de acuerdo en que el hombre es un ser confundido, he conocido a muy pocas personas en mi vida que habían encontrado su lugar en la vida por eso es tan importante que el creyente se entregue al liderazgo o dirección del Espíritu Santo porque no hay nadie quien conoce mejor al hombre que su propio creador, el Espíritu nos conoce mejor que nadie y nos guiará a la victoria si le prestamos atención, Él puede hacer esto porque no hay nada que Él desconoce, el Espíritu todo lo escudriña aun lo profundo de Dios, es el Espíritu Santo quien nos revela verdades espirituales llevándonos a la completa verdad de cosas espirituales, es Él quien nos ayuda a vivir acomodando lo espiritual a lo espiritual. Para respaldar estos pensamientos quiero que vayamos a 1 Corintios capítulo 2 para leer los versículos 10-11, leamos: “Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios”. Es importante reconocer que lo que nos hizo nacer a la familia de Dios es que el Espíritu de Dios entró en nuestro espíritu humano en el momento que aceptamos a Cristo y nos dio vida eterna, es el Espíritu Santo conforme a Romanos 8:16 quien da testimonio a nuestro Espíritu humano de que somos hijos de Dios, otra vez, no hay nadie que nos conoce mejor que nuestro propio creador, lo lindo del Espíritu es que Él sabe de lo que me va a acontecer aún antes de que me suceda y si soy obediente a su liderazgo me puedo evitar muchos problemas, he hablado antes del Espíritu como una alarma de peligros, al ver el Espíritu que viene algo que podría que perjudicar nuestro compañerismo con Dios, inmediatamente Él nos avisa. Para ser sinceros yo nunca he pasado por un problema sin que antes el Espíritu Santo me avisara de una manera u otra y no hay mejor persona capacitada para el trabajo que Él, Él sabe todo lo que hay que saber de mí, tanto mis buenas cualidades como también mis defectos, fácilmente puedo decir las palabras del rey David que se encuentran en el Salmos 139, los versículos 1-7 dicen: “Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú las sabes toda. Detrás y delante me rodeaste, y sobre mí pusiste tu mano. Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo puedo comprender. ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?”. En vista de todo esto pienso que sería sabio permitir que el Espíritu Santo de Dios tome control de mi vida, solo Él está capacitado para llevarme a una vida de victoria, solo tendré la victoria si me someto a su dirección y su liderazgo, el Espíritu puede llevarnos a victorias porque Él conoce todas las cosas de Dios, como dice 1 Corintios 2:11, “Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios sino el Espíritu de Dios”. Y es el Espíritu quien nos revela las verdades de Dios a nosotros una vez que Él mira que estamos preparados para aceptar las responsabilidades que vienen con el conocimiento de esas verdades, Jesús dijo en Juan 16:13-15: “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber”. Si deseamos vivir la vida cristiana victoriosa vamos a tener que someternos a la voluntad del Espíritu Santo y obedecerle siguiendo su liderazgo, el Espíritu Santo tiene todas las cualidades necesarias para capacitarle en dirigirnos a una vida victoriosa, no hay nadie quien conoce mejor al hombre que Él y no hay nadie quien conoce mejor las cosas de Dios que Él, quizás nunca lleguemos a tener riquezas por seguir al Espíritu, quizás nunca lleguemos a tener fama por seguir al Espíritu pero de una cosa sí podemos estar seguros y eso es que sin Él nunca obtendremos la victoria en este mundo, con el Espíritu podemos ser victoriosos, no importa cuál sea nuestra posición económica o nivel social pero sin Él no podemos hacer nada bien. Vamos a orar. Padre, gracias te damos por tu Espíritu Santo y por la victoria que podemos tener si tan solo nos sometemos a su liderazgo en nuestras vidas, Padre, ayúdanos a vivir vidas entregadas a su dirección, te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

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