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El Espíritu Santo
Su Trabajo Entre Los No-Creyentes
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ago 15, 2022
Ago 15, 2022
Duración:
00:14:30 Minutes
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Escritura

Lucas 12:10; Juan 16:7-11

A todo aquel que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que blasfemare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado. Lucas 12:10 Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. 8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. 9 De pecado, por cuanto no creen en mí; 10 de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; 11 y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado. Juan 16:7-11

Hoy vamos a comenzar otra serie de estudios en nuestro programa de discipulado, en esta serie vamos a estudiar a la tercera persona de la Santa Trinidad, vamos a estudiar del Espíritu Santo. Haremos cinco estudios observando su trabajo con el hombre incrédulo, el hombre creyente, su trabajo en general, también observaremos cómo podemos obtener su llenura y de lo esencial qué es tener esa llenura para vivir victoriosos como cristianos, claro está que algunos se burlarán de lo que voy a decir y eso me causa tristeza porque yo he sentido el poder y la presencia del Espíritu Santo, me entristece por el hecho de que uno puede ser perdonado por cualquier pecado que comete pero el que se burla del Espíritu Santo rehusando su mensaje no recibirá perdón. Jesús mismo dijo en Lucas 12:10: “A todo aquel que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que blasfemare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado”. ¿Y por qué dice Jesús esto? Simplemente porque es el trabajo del Espíritu Santo convencer al hombre de su necesidad de salvación, solo el Espíritu Santo puede tocar el corazón del hombre con el mensaje de la verdad y si el hombre, blasfema al Espíritu de Dios entonces no tiene esperanza, no tiene esperanza porque ya no queda quien pueda llegar a su corazón con la verdad del evangelio. Vamos a estudiar hoy el ministerio del Espíritu concerniente al hombre incrédulo, el hombre incrédulo es aquel que no ha recibido a Jesús en su corazón, aquel hombre que cree que con vivir una vida más o menos podrá heredar la vida eterna, con este hombre el Espíritu Santo tiene una tarea muy especial, encontramos esta tarea en el libro de Juan capítulo 16. Vamos a esta cita y leamos los versículos 7-11, ¿ya lo tienes? Juan 16:7-11, muy bien, leamos, Jesús hablando dice: “Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado”. Como podemos ver en nuestro texto el Espíritu Santo tiene una tarea o ministerio de tres fases para con el hombre incrédulo, tiene que: convencer al hombre de pecado, de justicia y de juicio. Jesús en su cuerpo terrenal no podía extenderse a toda humanidad, por eso es que Él dijo: “Os conviene que yo me vaya” de esta manera vendría el Consolador en forma espiritual y con la habilidad de tocar la vida de toda persona y hoy el Espíritu Santo de Dios anda sobre la faz del mundo tocando los corazones de los hombres y llamándolos al arrepentimiento del pecado y fe personal en Jesús, el único Salvador. La primera cosa que hace el Espíritu con el hombre incrédulo es convencerle de pecado, hay muchos métodos que Él usa para hacer esta labor, el Espíritu Santo puede usar cantos, mensajes radiales, literaturas o el testimonio de un cristiano común y corriente, no importa el método que usa, el resultado es siempre lo mismo: convencer al incrédulo de su pecado. Una cosa que tiene en común todos los métodos es que todo se basan en la Palabra de Dios: la Biblia. Los cantos, mensajes radiales, literaturas y testimonios, todos tienen que basarse en verdades bíblicas para poder ser usados por el Espíritu, esto es así porque la Biblia es la espada del Espíritu, es el arma que Él usa para pelear contra el mal, es el arma que Él usa para convencer al incrédulo de su pecado. Jesús dijo: “Cuándo él venga (hablando del Espíritu) convencerá al mundo de pecado. De pecado por cuanto no creen en mí”. Casi todo pecado tiene su raíz en la incredulidad, uno hace el mal diciendo: “Eso no me perjudicará a mí”, el muchacho comienza a fumar diciendo: “Eso lo dejaré de hacer cuando yo quiera, no me controlará”, lo mismo sucede con el alcohólico y el drogadicto; el que lee libros y revistas pornográficas nunca admitiría que eso lo llevará en el futuro a la fornicación y al adulterio, y así es cómo la incredulidad en cuanto lo que la Biblia enseña sobre de dichas cosas y lleva al individuo al pecado, ya cuando es tarde se da cuenta de su triste situación pero la máxima incredulidad es no creer lo que la Biblia enseña acerca de Cristo Jesús, al oír de lo que la Biblia enseña sobre la depravación del hombre y de su necesidad de un Salvador el incrédulo es visitado por el Espíritu, quien tocará su corazón, haciéndole saber que lo que oye es la verdad, o sea que convence al hombre de que es pecador y de que necesita aceptar a Jesús. La segunda cosa que hace el Espíritu con el hombre incrédulo es convencerlo de justicia, eso nos trae a la pregunta de “¿qué es justicia?”. Bueno, Jesús dijo de justicia: “Por cuanto voy al Padre y no me veréis más”, el Espíritu Santo tiene el trabajo de convencer al incrédulo de que Jesús era quien dijo ser: el único justo, el unigénito Hijo de Dios, justo y perfecto, el único quien nos puede justificar con Dios. Jesús vino a la tierra, vivió una vida santa sin pecado y murió como sacrificio para todos los que creen en Él, al terminar su misión regresó al Padre comprobando ser quien dijo ser: el Hijo de Dios, el Espíritu Santo toma esta verdad y la da a conocer al hombre incrédulo para que pueda aceptar la verdad y creyendo en Jesús, el Justo, encontrar vida eterna, el Espíritu Santo hace saber al hombre incrédulo que en Cristo Jesús él puede ser justificado así como lo dice 2 Corintios 5:21: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él”. Esta justicia es aplicada una sola vez, cuando el hombre recibe a Jesús como su Salvador, el Espíritu entra en su ser y lo convierte en hijo de Dios, nunca más puede suceder este evento, se hace una sola vez y para siempre, por eso es que Jesús dijo: “Voy al Padre y no me veréis más”, con esto daba entender que su salvación es eterna y segura, Él no vendrá otra vez a morir por los pecados de la humanidad y es el Espíritu Santo quien da entender esta verdad al hombre incrédulo, primero le convence de su pecado, después le convence de que puede ser justificado por medio de recibir a Jesús y luego entra en la tercera etapa de su trabajo con el hombre pecador. La tercera cosa que hace es: convencer al hombre de juicio, Jesús dijo: “De juicio por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado”, el Espíritu Santo hace saber a la persona incrédula de que el pecado sin justificación será juzgado, todo aquel que no acepta la justicia de Dios, Cristo Jesús, será juzgado y enviado a eterna condenación en el infierno junto con Satanás, el príncipe de este mundo. Juan 3:36 dice: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá vida, sino que la ira de Dios está sobre él”. Hebreos 9:27 dice: “Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto, el juicio”, Apocalipsis 20:15 nos habla de los que rehúsan creer en Jesús como Salvador por no arrepentirse de sus pecados y por no invitar a Jesús en sus corazones no son inscritos en el libro de la vida, llegarán al día de juicio y el libro de la vida será abierto, y el versículo 15 dice: “Y el que no se halló en el libro de la vida fue lanzado al lago del fuego”, todo esto es trabajo del Espíritu Santo con el hombre incrédulo, Él convence a las personas de pecado de justicia y de juicio, aún mientras que yo te estoy hablando el Espíritu Santo está trabajando diciéndote que es cierto lo que yo estoy diciendo, ¿cómo lo sé? Porque la Biblia dice que eso es lo que hace el Espíritu y también porque eso es lo que me ha pasado a mí, el Espíritu me convenció de que yo era pecador, de que Jesús murió para salvarme y de que si no le recibía sufriría sin esperanza a un juicio en donde sería condenado a una eternidad en el infierno, yo me arrepentí y pedí perdón de mis pecados a Dios. E invité a Jesús entrar en mi vida para ser mi Salvador y Señor. ¿Todo esto? Lo hizo el Espíritu Santo. Si Él te está hablando a ti, espero que tú le escucharas. Vamos a orar. Padre, gracias te damos por el Espíritu Santo y su ministerio con el hombre pecador, gracias por amarnos aun cuando no lo merecemos, gracias por avisarnos por medio de tu Espíritu de todas estas verdades, ayúdanos a ser obedientes a la voz del Espíritu, porque te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

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