La práctica de la aborción ha desparramado por todo el mundo, dejando a muchas personas confundidas con emociones mixtas y con muchas preguntas sin contestaciones. Muchos han encontrado que esta práctica es una que traumatiza, el asesinato de miles de niños no nacidos arranca el tejido de mi corazón y también de muchos de mis hermanos en la fe. Yo digo que la práctica de aborción ha contribuido al deterioro de lo social, de lo moral y también de lo espiritual y algo tenemos que hacer en cuanto a ello. En 1957 el Instituto de leyes americanas salió con un código penal modelo que recomendó una modernización de leyes concernientes al aborto, bajo sus recomendaciones la aborción no es un crimen cuando es llevado a cabo bajo la supervisión de un médico registrado que piensa que el embarazo puede dañar físicamente o mentalmente a la madre o si es por asunto de violación o incesto.