(Centro De Vida)
Escritura
Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 1 Tesalonicenses 4:17 De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan. Salmos 24:1
Hoy entramos a nuestro último mensaje sobre estudios bíblicos científicos, déjame decirte que los científicos por naturaleza no son alarmistas y sin embargo hay un verdadero temor entre ellos, pues piensan que el hombre va rápidamente hacia su autodestrucción. Debido a esto hay un sentido de urgencia en la comunidad científica para el desarrollo de algo que cuide al hombre de ese destino, aún más alarmante es el pensamiento de algunos en que el hombre ya ha ido demasiado lejos y que su autodestrucción es inevitable. Entonces la única esperanza que hay es que ellos puedan detener el proceso de la autodestrucción y añadir unos cuantos años más a la vida humana que conocemos. La pregunta que quiero que observemos hoy es: ¿Son válidos estos temores? La respuesta que te tengo que dar es sí, los factores que respaldan la destrucción del hombre son numerosas, a menos de que la raza humana tome pasos seguros e inmediatos van a surgir condiciones que dejarán a este planeta exento de vida. Es aquí en estas circunstancias que la iluminación espiritual de nuestra fe cristiana hace la diferencia, como creyente en Cristo Jesús yo puedo encararme a las evidencias de estos temores aceptando que hay un potencial por la aniquilación de toda vida, pero no con temor sino con coraje y confianza y me puedo gozar en el triunfo de esta fe simplemente porque la Biblia me enseña que la vida humana llegará a los límites de la eternidad cuando todos los efectos del pecado serán purgados para siempre del universo y la vida en su sentido verdadero será gozado por todos los que tenemos a Jesús en nuestro corazón. Permítame decirte que no estoy intentando asustarte, el potencial de la destrucción del hombre no es imaginario, es muy real. La desgracia de esto es que las condiciones que amenazan al hombre y a los demás seres vivientes es el resultado del avance de la sabiduría del hombre, en muchos casos la sabiduría tecnológica del hombre ha sobrepasado su sabiduría de controlar dicha tecnología y sus efectos dañinos. Como consecuencia de ello, lo bueno de la tecnología avanzada ha sido sepultado en los problemas que la tecnología causo. La multitud de diferentes peligros que amenazan al hombre en sí mismos, son una amenaza que pueden conducir al hombre a la desesperación, si solo hubiera una fuente de peligro causaría preocupación en nosotros, pero el tener un sin número de fuentes merece nuestra atención inmediata, pues ha causado una situación en la cual no hay esperanza según la comunidad científica. La gran pregunta que tenemos que hacernos a este nivel es: ¿Puede el hombre resolver la mayoría de estos problemas a tiempo para salvar al hombre de su autodestrucción? Para aclarar mi punto de vista, permítame darte una ilustración, por ejemplo: hoy corremos el peligro de una destrucción nuclear, si puestos estratégicamente y detonados simultáneamente hay suficientes artefactos nucleares para eliminar toda vida en nuestro planeta, en eso vemos la necesidad de prevenir una guerra, después de esto tenemos el incesante peligro de la polución, los tipos y recursos de la polución o contaminación son tan numerosos y complejos como lo son las varias actividades del hombre pero aunque los científicos griten una y otra vez avisando a todos de este peligro que nos destruirá el hombre sigue contaminando el ambiente. Podemos añadir a nuestra lista el peligro de la sobrepoblación, la población del mundo que por más cierto ya está a un nivel crítico sigue aumentando al paso de ciento ochenta mil personas por día, más de un millón por semana o unos sesenta y cinco millones por año. Podemos ver que el hombre no va a hacer lo posible por limitar el aumento, uno de los problemas es eso, el hombre piensa emocionalmente en vez de razonar, las masas no quieren comprender el peligro que hay en cuanto a la sobrepoblación. Uno de los avances científicos más recientes es el de la ingeniería genética, los avances en cuanto a la biología molecular han dado al hombre el entendimiento de los procesos básicos que forman la vida y han puesto a su alcance la posibilidad de manipular sus propias materias hereditarias, algo bueno podía salir de esto, podía ser que posibilitara al hombre encontrar la cura para muchas enfermedades genéticas pero al mismo tiempo podría causar mucho daño, por ejemplo: hay muchas diferentes opiniones en cuanto al hombre alterado genéticamente, podría ser que este hombre no pueda adaptarse a su ambiente, si tal es el caso, pronto el hombre desaparecería de la faz de la tierra, sí, los cristianos nos damos cuenta del potencial que el hombre tiene para autodestruirse pero no nos desesperamos, ¿Por qué? Pues porque hemos aceptado las promesas que Dios nos ha hecho en su Palabra. ¿Será destruido el hombre por sí mismo? ¿Llegará a eliminarse totalmente como una especie de vida? A la luz de todo lo que hemos hablado científicamente su destino es dudoso pero la Biblia nos dice que no, el hombre en su forma natural existirá durante el tiempo del arrebatamiento, esta verdad es claramente presentada en las enseñanzas de Pablo. La primera parte del versículo 17 de 1 Tesalonicenses capítulo 4 dice: “Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos” hablando de los que ya han muerto en Cristo, de hecho, el hombre continuará hasta el regreso de Cristo a la tierra. Este evento se llevará a efecto siete años después del arrebatamiento, cuando el arrebatamiento ocurre todos los que no han recibido a Jesús como Salvador se quedarán aquí en sus cuerpos naturales, muchos morirán durante el periodo de la tribulación, otros no. Un remanente de personas, serán salvas en ese tiempo y serán preservadas para Dios, aquellos santos que no sufren el martirio constituirán las naciones que pertenecerán al Reino de Cristo durante el milenio, luego vendrá la batalla final, la humanidad todavía existe. Después del milenio Satanás será puesto nuevamente en libertad y reunirá a su ejército para la gran batalla, Cristo y los suyos ganarán. Por esta razón nosotros los cristianos no nos alarmamos, el hombre carnal seguirá viviendo hasta ese momento final. La humanidad existirá hasta ese entonces, la Biblia lo dice y nosotros lo creemos. El hecho de que nosotros creemos que la vida será preservada hasta el momento final no significa que no vamos a hacer todo lo que está a nuestro alcance para preservar nuestro ambiente personal. Yo no tengo pensado contaminar nuestros recursos naturales simplemente porque sé que Dios mantendrá a todo con vida hasta el momento final, yo quiero que sepas que nosotros los creyentes en Cristo tenemos la responsabilidad de preservar. Por eso es que la Biblia nos llama la sal de la tierra, tú y yo debemos tener en mente la conservación de la vida. El nivel de satisfacción y buena salud depende de nuestros deseos de conservar puro nuestro ambiente, debemos proteger la naturaleza. Como creyente en Cristo yo tengo el deber de pensar en el prójimo y amarle como me amo a mí mismo y esto significa que voy a desear lo bueno para el prójimo. Si las futuras generaciones logran disfrutar de un ambiente limpio, las bellezas y las maravillas de la naturaleza, aire y agua limpia será simplemente porque esta generación lo ha permitido, no solo es nuestra responsabilidad para con el hombre, sino que es nuestra responsabilidad para con Dios el proteger nuestro ambiente. Dios ha creado todo y el Salmos 24:1 dice: “De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan”. Cuando el hombre abusa la tierra está abusando a algo que no le pertenece, la tierra y todo lo que en el existe es de Dios y Dios no aprecia que el hombre ni nadie más destruya lo que a Él le pertenece. Por eso los creyentes tomamos en serio la conservación y protección de la naturaleza. Vamos a orar. Padre, te damos gracias por la naturaleza, Tú has sido muy bondadoso con nosotros. En estos momentos tenemos que arrodillarnos ante tu trono para pedirte perdón por no haber protegido aquello que has puesto a nuestro cargo. Señor, ayúdanos en ser más conscientes de los pasos que debemos tomar, danos sabiduría para preservar en vez de destruir, te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.
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