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Humanismo…La Gran Mentira
Una Vieja Mentira Bajo Nombre Nuevo
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Feb 21, 2022
Feb 12, 2022
Duración:
00:14:32 Minutes
Vistas:
40

Escritura

Salmos 14:1

Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; No hay quien haga el bien. Salmos 14:1

¿Cómo estás? Me alegro d que puedas estar conmigo nuevamente para estudiar la Palabra de Dios. Hoy vamos a comenzar una nueva serie de estudios sobre el “Humanismo”.  El Salmos 14:1, nos dice: “Dice el necio en su corazón: No hay Dios”. Este versículo, es una profecía antigua de una maldición moderna, nosotros conocemos a esta maldición bajo el nombre de “Humanismo Secular”. El humanismo secular, no es otra cosa más que un intento del hombre en explicar la vida sin tomar en cuenta a Dios. En esta forma de pensar es el hombre quien llega a ser el centro de todo y todo gira alrededor del él; es una religión que niega la existencia de Dios y convierte al hombre en su propio dios; es una filosofía que se ha extendido por todo el mundo y muchos cristianos están pereciendo debido a que no tienen un conocimiento concerniente a ello.   El título que quiero dar al estudio de hoy es “Una Necedad Vieja con un Nombre Nuevo”, digo esto porque la Biblia nos dice que el necio dice que no hay Dios; ese necio existió desde hace muchos años y todavía vive hoy; este necio es un Ateo; hoy le tenemos con nosotros, solo que ha cambiado su nombre. Ya no es conocido como Ateo, hoy su nombre es “Humanista Secular”, pero es el mismo necio, su nombre ha sido cambiado solo para proteger al culpable. Humanismo nos suena bien porque lleva en sí la raíz “humano”, y cuando el humanista se describe a sí mismo, muchos son engañados en pensar que esta persona tiene en alta estima el valor del humano, pero no es así.   Quiero que observes el cuadro que Dios pinta con este viejo necio, un nombre nuevo. El Salmos 14, da una descripción adecuada de las creencias del humanista secular; la declaración de sus creencias, se pueden ver en el versículo 1, es la declaración: “No hay Dios”. El Humanismo es ateísmo; puede estar camuflajeado, pero de todos modos es ateísmo; ¿Quiénes son los humanistas?, ¿Hay muchos? Déjame decirte que hay millones de humanistas en nuestro medio hoy. Hay muchos humanistas doctores, abogados, congresistas, jueces, senadores, presidentes, negociantes, y aún pastores y sacerdotes. Tal vez me acuses de juzgar falsamente; pero yo te lo puedo probar. Ve a una librería o biblioteca y busca el libro titulado: “El Manifiesto Humanista”; ve a la última página y mira las firmas de todos los grandes personajes que han endorsado sus nombres; te quedarás sorprendido. El Manifiesto Humanista, ha sido llamado la Biblia de los Humanistas seculares. En 1933, la Asociación Americana Humanista imprimió este libro con un credo para su movimiento; el libro identifica al humanismo como una religión, pero no quería ser comparada a las demás religiones del mundo que faltaban del poder para cambiar la situación del ser humano del siglo XX, los puntos destacados que separa su religión de las otras son los siguientes: Los humanistas creen que el universo existe en sí mismo y que no fue creado. El humanismo asegura que la naturaleza descrita por la ciencia moderna hace imposible la aceptación de algo sobrenatural que garantiza los valores del ser humano. El humanismo considera que la realización completa de la personalidad del ser humano es el fin de su vida y debe buscar cómo desarrollarse y satisfacerse mientras tiene vida. En lugar de la oración y adoración de Dios, el humanista encuentra su satisfacción emocional y religiosa en un esfuerzo cooperativo en promover el bienestar social de sí mismo. Según el humanista, el hombre por fin se está dando cuenta de que únicamente él, es responsable por la realización de sus sueños, y que tiene dentro de sí mismo, el poder para lograr lo que desea. Oiga esto, y mira la astucia del pensar y el mensaje del libro, en ninguna parte niega la existencia de Dios. Por el silencio en cuanto a Dios, parece dejar abierta la posibilidad de que tal vez exista, pero el mensaje completo del libro es propagar que el creer en Dios no tiene ningún efecto, está diciendo que no importa si Dios existe o no; el hombre tiene la responsabilidad de vivir como que no existiera, ósea que está bien si uno quiere creer que existe un Dios, pero que no debiera actuar como si existiera. Este pensar rechaza la moralidad religiosa, en otras palabras, no existen principios básicos de moralidad.   El Manifiesto Humanista no atrajo la atención de muchas personas cuando fue imprimido, los que endorsaron originalmente el libro, fueron solamente 34 personas; pero entre esas personas, el autor principal del libro era el profesor John Dewey; y el señor Dewey, ha sido uno de los filósofos de más reputación en el siglo XX. De hecho, quizás el señor Dewey, ha sido el filósofo de más influencia en la historia americana, pues tuvo gran influencia sobre la teoría y práctica de la educación pública en los Estados Unidos.   Cuarenta años después de que fuera imprimido este libro, algunos pensamientos fueron añadidos, dos de las declaraciones más importantes son: Que la tradición dogmática de las religiones autoritarias que elevan a Dios un rito o credo sobre las necesidades del ser humano, hacen un gran mal a la especie humana y que la ciencia no ha podido encontrar un propósito divino o providencia para la especie humana, mientras que hay tantas cosas que no comprendemos, los humanos somos responsables por lo que somos y por lo que llegaremos a ser, ninguna deidad nos salvará. Debemos salvarnos a nosotros mismos, de hecho, promesas de salvación inmortal o el temor de condenación eterna son dañinos para el humano, según el humanismo secular.   ¿Ya puedes ver lo que este documento nos quiere decir? Simplemente implica que este mundo no fue creado, el humanismo declara que el mundo siempre ha existido, que los cristianos somos necios por pensar que Dios creó al mundo, pero ¿Sabes lo que cree este tonto con nombre nuevo? Él cree que nada, más nadie es igual a todo; no, el humanista no cree en el cielo, él no cree en el infierno, él no cree en la salvación por la sangre de Jesús, el rechaza la revelación de Dios por medio de su Santa Palabra y, sin embargo, algunos declaran ser pastores predicadores y evangelistas. Algunos marineros le preguntaron a su capellán: “¿Crees tú en el infierno?”; el capellán les contestó: “¡Claro que sí!, ¿por qué?”. –Bueno- dijeron ellos, es que, si tú no crees que hay un infierno, no tenemos necesidad de un capellán porque si no hay infierno no te necesitamos.   Aquel predicador que no enseña lo que la Biblia dice acerca del infierno, es un hombre deshonesto, pero ¿Sabes qué? Muchos de los que endorsaron el libro “El manifiesto Humanista” declaran ser predicadores, el señor Paul Kurtz, editor de la revista “El Humanista”, dice: “El humanismo no puede ser aplicado a aquel quien todavía cree en Dios como el creador del universo, el humanismo cristiano sería posible únicamente para aquellos quienes tienen la voluntad de admitir que ellos son humanistas ateos, seguramente el humanismo no se mezcla con creyentes intoxicados de Dios”. Fíjate que el Salmos 14:1 no solo nos declara lo que el humanista cree, sino que también nos da la fuente de su creer, la Palabra de Dios nos enseña que el necio dice en su corazón: No hay Dios.   No tiene un problema mental, no es que no puede creer, el asunto es que no quiere creer, él rechaza la idea de Dios porque Dios le incomoda, piensa que si puede deshacerse del pensamiento de Dios, puede deshacerse de su incomodidad, pero no es así, porque el pensamiento sigue llegando a su cabeza una y otra vez. Es como el hombre que se compró un boomerang nuevo y murió tratando de deshacerse de su boomerang viejo. La declaración del necio en decir que “No hay Dios” es un pensamiento que sale de su corazón; el humanista no es otra cosa que un viejo necio que se ha dado un nuevo nombre. Mi amigo, no seas necio. Si nunca has invitado a Dios a entrar en tu corazón, hazlo ahorita mismo, arrepiéntete de tus pecados, pide a Jesús que te perdone e invítale a entrar a tu corazón, para que sea tu Salvador y Señor hoy y para siempre.   Vamos a orar. Padre, te pido ayuda para mi amigo en este momento. Señor, él necesita conocer a Jesús, convéncele de sus pecados y de su necesidad de Jesús, ayúdale a recibir a mi Señor en este mismo momento en su corazón, ayúdale, porque te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.

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