Copyright 2016-2019 Lifeword
El Espíritu de Dios en el Cristiano
El Espíritu De Dios En El cristiano - Parte 4
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Duración: 00:14:32 Minutes
Listens:
12
Aired on Dic 24, 2020

Escritura

Romanos 8:26-27; Salmos 139:1-6; Hebreos 7:25; 1 Timoteo 25

Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. 27 Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos. Romanos 8:26-27 Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. 2 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos. 3 Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos. 4 Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda. 5 Detrás y delante me rodeaste, Y sobre mí pusiste tu mano. 6 Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo puedo comprender. Salmos 139:1-6 por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos. Hebreos 7:25

El Espíritu Santo de Dios ha hecho morada en tu espíritu humano para así hacer su trabajo en ti. Él es tu compañero, compartiendo contigo cada experiencia de tu vida. Él es tu maestro, guiándote en toda la verdad espiritual. Él es tu santificador trabajando para conformarte a la semejanza de Jesucristo. Él es tu intercesor, ayudándote cuando oras y haciendo que tu vida de oración tenga poder y validez. Vamos a entregarnos al estudio del trabajo del Espíritu Santo en cuanto a la ayuda que Él nos brinda cuando nosotros oramos. Dios nos ha dado su Espíritu Santo para interceder en oración para nosotros. Romanos 8:26-27 dice: “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos”. Dios desea que nosotros sepamos que tenemos la ayuda del Espíritu cuando oramos. Él dijo en el versículo 26: “El Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles”, repitió la misma declaración en el versículo 27: “El Espíritu intercede por los santos”. Si Dios lo hubiera dicho sólo una vez hubiera sido suficiente, pero el hecho de que lo haya dicho en un versículo para volverlo a repetir en el siguiente versículo, lo hace cosa de importancia. Dios desea que nosotros entendamos que el Espíritu intercede por nosotros cuando llegamos a Él en oración. ¿Qué significa la palabra intercesión? alguien quien intercede, es una persona que se pone en medio de dos personas, o dos grupos, para representar a ambos, ayudándoles de esa manera a llegar a algún acuerdo. El Espíritu Santo es nuestro intercesor en el hecho de que Él nos comunica la mente de Dios y nos representa delante de Dios en nuestras oraciones de una manera aceptable. ¿Necesitamos de un intercesor? Absolutamente. Nosotros somos mortales y tenemos límites, no podemos conocer las cosas de Dios a menos de que el Espíritu de Dios nos lo indique. Nuestras limitaciones nos dan problemas. En primer lugar, no sabemos lo que debemos pedir cuando oramos; muchas veces no sabemos lo que sería mejor para nuestras vidas, ¿Cómo entonces podemos orar si ni siquiera sabemos que debemos presentar delante de Dios? Bajo tales circunstancias, el Espíritu Santo viene a socorrernos. Él conoce todo lo que hay que saber en cuanto a Dios y el hombre y Él puede presentar nuestras peticiones correctamente. En segundo lugar, nosotros no sabemos cómo orar correctamente. Jesús nos dio algunos principios en cuanto a la oración, pero todavía necesitamos ayuda en el asunto de la oración. Es verdad que nosotros necesitamos comprender cómo orar y esa verdad nos es expresada en Romanos 8:26: “Pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros”. Ese intercesor que necesitamos tan desesperadamente es el Espíritu Santo de Dios. El Espíritu Santo está capacitado perfectamente para ser nuestro intercesor, Él es el Espíritu de Dios y no tiene problemas en saber cuál es la voluntad de Dios. Él siempre puede presentar peticiones de parte nuestra y siempre estarán de acuerdo con el propósito de Dios. Romanos 8:27 dice: “Porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos”. Él es el Espíritu Santo de Dios y todo lo que Él hace está marcado con la perfecta santidad por la cual le llamamos. Sus peticiones intercesoras son siempre juntas, verídicas y santas; nunca fallan en recibir el apruebo de Dios. La intercesión del Espíritu Santo es siempre perfecta. Él mora en el creyente y conoce cada detalle en cuanto al creyente en que mora, de esta manera expresa esta verdad el salmista en Salmos 139:1-6: “Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda. Detrás y delante me rodeaste, y sobre mí pusiste tu mano. Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; alto es, no lo puedo comprender”. Conociéndonos como Él nos conoce en tan perfecto detalle, el Espíritu Santo puede ayudarnos en nuestras debilidades cuando oramos. Anímate mi hermano cristiano cuando oras; Dios, el Espíritu Santo te está ayudando. ¿Cómo es que nos ayuda el Espíritu Santo cuando oramos? El apóstol Pablo nos dijo que Él intercede por nosotros con gemidos indecibles; Él intercede por los santos de acuerdo a la voluntad de Dios. Lo que deseamos comprender, es que el Espíritu Santo se pone de parte nuestra delante de Dios Padre. Él nos ayuda por medio de orar de parte nuestra. Observemos cuidadosamente cómo el Espíritu nos ayuda en la oración. Dos veces la Escritura nos da testimonio de que el Espíritu Santo intercede por nosotros. Muchos intérpretes de la Biblia usan este texto para enseñar un lenguaje de oración que nos es dado por el Espíritu Santo; ese lenguaje de oración, según ellos, es un idioma desconocido que no sería inteligible a nuestra comprensión, pero la Escritura no nos está enseñando una jerigonza especial de un lenguaje de oración por medio del cual el Espíritu Santo intercede por nosotros. Ese hecho es evidente por dos razones. En primer lugar, el texto es claro en decir que el Espíritu Santo intercede por nosotros y no a través de nosotros. No es necesario que Él use nuestro órgano vocal para interceder por nosotros. Él tiene accesos a Dios en formas mucho más avanzadas que el hablar. La Biblia también nos testifica que Jesús, la segunda persona de la Trinidad, hace intercesión por nosotros según Hebreos 7:25 y 1 Timoteo 25. ¿Acaso usa Cristo la voz de nosotros para interceder? Claro que no. Si la intercesión fuera obra del Hijo o del Espíritu Santo a través del creyente, el uso de la voz del creyente sería necesario, pero la intercesión no es a través del creyente sino para el creyente. El versículo, por lo consiguiente, no contiene ninguna sugerencia de un lenguaje de oración. En segundo lugar, la intercesión del Espíritu Santo para el creyente es hecha en gemidos indecibles, gemidos demasiado profundos para palabras, sentimientos que no se pueden expresar con palabras. El texto no indica que la intercesión puede ser gemido en lengua inteligible, pero que puede ser gemidos en lengua no inteligible. De ninguna manera. El ministerio de intercesión del Espíritu Santo no puede ser expresado con ninguna palabra sea inteligible o no inteligible. No hay ninguna fundación para que uno diga que el Espíritu da un lenguaje de oración por medio del cual Él se expresa a través del creyente. La palabra de Dios expresa exactamente lo contrario. El ministerio de intercesión del Espíritu Santo es tan sobrenatural e infinito que sobrepasa el lenguaje de cualquier índole. Anímate mi hermano cristiano. Dios te ayuda cuando oras y no depende de que uses un lenguaje de oración o lengua desconocida; Dios nos ama demasiado. Él planeó la Salvación nuestra, Él dio a su Hijo unigénito por nosotros, Él nos hizo nacer dentro de su familia por medio del trabajo del Espíritu Santo, Él causó que el Espíritu Santo morará permanentemente en nosotros para ser nuestro Compañero, Maestro, Santificador y nuestro Intercesor. En vista de que Dios nos ama de tal forma, nosotros también deberíamos amarle sinceramente a Él. No tengas miedo de Dios, no te escondas del ministerio del Espíritu Santo en tu vida. Lo mejor que podría sucederte hoy, es que fueras lleno del Espíritu, controlado y embestido del poder de Dios. Deja que el Espíritu Santo te enseña a orar. Él te hará conocer la voluntad de Dios. Él te hará recordar la palabra de Dios. Él te enseñará cómo orar y qué pedir en tus oraciones y no sólo eso, sino que intercederá para ti cuando oras. Padre, te damos gracias por tu Espíritu Santo que nos ayuda en nuestras debilidades en cuanto a la oración. Gracias por escucharnos, debido a la intercesión que Él hace para nosotros, nos regocijamos en esa seguridad y trataremos de ser personas que pasan más y más tiempo en la oración. En el nombre de Cristo oramos, Amén.

Otros archivos en esta serie