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Tu Nombre Es Digno
Tu Nombre Es Digno - Parte 5
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Duración: 00:14:30 Minutes
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Aired on Dic 11, 2020

Escritura

Juan 3:5; Gálatas 3:26; Hebreos 2:11-12; Mateo 12:46-50; Mateo 23:8; Gálatas 3:28; Juan 17:21-22; Hechos 15.

Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Juan 3:5 pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. Gálatas 3:26 Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos, 12 diciendo: Anunciaré a mis hermanos tu nombre, En medio de la congregación te alabaré. Hebreos 2:11-12 Mientras él aún hablaba a la gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le querían hablar. 47 Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar. 48 Respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? 49 Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. 50 Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre. Mateo 12:46-50

Me acuerdo de un himno en ingles que dice: “Tal vez te has fijado que nos llamamos hermanos y hermanas por aquí, pues todos somos familia por esos lados”; el Coro dice: “Yo me alegro tanto ser parte de la familia de Dios”. Me acorde de este himno en inglés, porque me ayudara a explicar un poco mejor el estudio de hoy.   Vamos a tener primero un repaso de los estudios anteriores. Cuando ponemos atención a la convicción, somos llamados “Creyentes”; cuando el énfasis este puesto en el carácter, somos llamados “Santos”; en cuanto a nuestra conducta, somos llamados “cristianos”; en cuanto a nuestra entrega total a la persona de Cristo, somos llamados “Discípulos”; cuando pensamos en la comunión que tenemos con otros creyentes, somos llamados “Hermanos”.   Vamos a observar el término “Hermano” a la luz de las sagradas escrituras. El término “Hermano”, o “Hermana” indica que la persona a quien se le llama ese nombre es de la misma familia. Personalmente yo tengo dos hermanos y una hermana; yo podría darte sus nombres; yo conozco las edades de ellos; puedo reconocer sus caras cuando los veo; yo tengo una relación con ellos que no comparto con nadie más en este mundo. Ellos son mis hermanos y mi hermana porque nacimos de los mismos padres, y somos una misma familia.   Por otra parte, yo tengo un sin número de hermanos y hermanas cuyos nombres desconozco, no sé cuánto será la edad de cada uno de ellos, y nunca he visto el rostro de ellos. Sin embargo, todos hemos nacido dentro de la misma familia; todos nacimos del mismo espíritu conforme Juan 3:5, y somos hijos de Dios por la Fe en Cristo Jesús conforme a Gálatas 3:26.   Yo me alegro tanto ser de la familia de Dios. Por medio de la Fe miramos hacia Dios para llamarle “Padre”. El Bendito Espíritu Santo da testimonio a nuestro espíritu de que verdaderamente somos hijos de Dios. Tenemos confianza y nos regocijamos en la realidad de esa relación que compartimos con Él.   Aprendí en la matemática una cosa de suma importancia, y es esto: “Cosas que tienen lo mismo en común con otra cosa, tienen algo en común entre ellos mismos”. Supongamos que ponemos tres cajas delante de nosotros, vamos a enumerarlas, uno, dos, y tres; y vamos a suponer que la caja número uno es del mismo tamaño que la caja número dos, y que la caja numero dos tiene el mismo tamaño que la caja número tres. Tu sabrías que la caja número uno y tres son iguales, porque tienen el mismo tamaño que la caja número dos. Todos tienen algo en común, lo que tienen en común es su tamaño.   Ahora, supongamos que Dios es tu Padre Celestial por la Fe en Cristo Jesús, y supongamos que Dios es mi Padre Celestial también por la Fe en Cristo Jesús; ¿Cuál es la relación entonces entre tu y yo?, si, somos hijos del mismo Padre. Entonces somos Hermanos.   “Hermano” era un término comúnmente usado por los cristianos desde la edad más temprana. Tenemos la referencia a nuestro hermano “Apolos”; también encontramos palabras como estas: “A mi amado hermano, compañero de trabajo y fiel soldado, testigo fiel y amado Hermano, etc.”. Pablo fue llamado “nuestro amado hermano” por el Apóstol Pedro. Los cristianos primitivos no se llamaban “Rabí, Padre, Obispo o Anciano” entre ellos mismos. Simplemente se llamaban “Hermano” o “Hermana”, y eso lo decía todo.   Pero hay una verdad más emocionante que esa: somos “Hermanos” y “Hermanas” porque somos hijos de Dios. Pero en vista de que Cristo es el unigénito hijo de Dios, Él también es nuestro “Hermano”.   Hebreos 2:11-12 dice lo siguiente: “Porque el que Santifica, y los que son Santificados, de unos son todos, por lo cual no se avergüenza de llamarlos Hermanos diciendo: Anunciare a mis hermanos tu nombre en medio de la congregación, te alabare”.   Jesús mismo llama a los cristianos “Hermanos”, al igual que la congregación de cristianos con sus “Hermanos” y “Hermanas” en Dios. Jesús testifico de que habría una relación familiar que trascendería todo enlace de carne y sangre; esta enseñanza se ve claramente en Mateo 12:46-50, dice: “Mientras él aún hablaba a la gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le querían hablar. Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera y te quieren hablar, respondiendo él al que le decía esto dijo: ¿Quién es mi madre, y quienes son mis hermanos? Y extendiendo su mano hacia sus discípulos dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los Cielos, ese es mi hermano y mi hermana y mi madre”.   ¿Estas entregado a hacer la voluntad de Dios? Si es así, Jesús te llama su “Hermano” o “Hermana”, y eso te hace hermano o hermana de cada cristiano que existe en el mundo entero. Jesús nos enseñó a considerarnos hijos de la misma familia, Él dijo en Mateo 23:8: “porque uno es vuestro maestro, el Cristo y todos vosotros sois hermanos”, si, todos nosotros somos hermanos en Cristo Jesús.   Trata a tu compañero cristiano como miembro de tu familia, que no exista diferencias de raza, color, cultura, edad, nacionalidad o riquezas que nos separen. Yo he predicado en muchas partes de nuestro hemisferio, y he encontrado a muchos de mis hermanos y hermanas en Cristo.   Gálatas 3:28 dice: “Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús”. Jesús desea que nuestra relación familiar predomine en nuestros tratos los unos con los otros. Ese era el deseo de su corazón cuando pidió lo siguiente en Juan 17:21-22: “Para que todos sean uno, como tú, Oh Padre, en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno”. Encontramos un bello ejemplo de nuestra comunión en Cristo en Hechos 15, hubo un gran concilio en Jerusalén para ver si la circuncisión de los judíos era un requisito para los gentiles que habían sido convertidos al cristianismo. Una carta fue escrita de parte de los apóstoles ancianos y hermanos de la comunidad judeo-cristiana a los creyentes en Cristo de la comunidad gentil, la carta enviaba saludos a los hermanos gentiles, la fe en Cristo había derrumbado el muro que les separaba y les había hecho uno en él, eso es lo que Jesús quiso decir cuando dijo: “Todos vosotros sois hermanos”. Con este precioso tema de comunión en Cristo llegamos a la conclusión de este estudio, muchos nos llaman creyentes, santos, cristianos, discípulos y hermanos; es así, porque somos uno en Cristo Jesús.   Vamos a orar, Padre, te damos gracias por estos estudios que hemos tenido, gracias por permitirnos ser tus hijos por medio de la Fe en Cristo, gracias por el precioso privilegio de tener una comunión los unos con los otros, y todos nosotros contigo. Te damos las gracias en el nombre de Jesús. Amén.

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