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La Oración Modelo
La Oración Modelo - Parte 10
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Duración: 00:14:30 Minutes
Listens:
1
Aired on Ago 14, 2020

Escritura

2 Crónicas 20:6; 1 Timoteo 1:17; Apocalipsis 19:6; Hechos 5:29; Salmo 62:11; Efesios 3:20; Éxodo 24:17; 1 Timoteo 6:16; Hebreos 1:10-12.

Y dijo: Jehová Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los cielos, y te tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones? ¿no está en tu mano tal fuerza y poder, que no hay quien te resista? 2 Crónicas 20:6 queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman. 1 Timoteo 1:17; Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina! Apocalipsis 19:6 Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres. Hechos 5:29

La oración más grande, expresada en palabras humanas, es la oración modelo o el Padre Nuestro, es breve y se puede leer en unos treinta segundos. Es sin igual en simplicidad su vocabulario puede ser usado por un niño al igual que por un adulto, es una oración íntima. A Dios se le acerca como un hijo se acerca a su padre, quien se interesa por el bienestar de su vida.   Es una oración excelente. De las siete peticiones de la oración modelo, tres son relacionadas a Dios y cuatro son relacionadas al hombre. Se nos enseña a orar concerniente a la obra de Dios ¨Santificado sea tu nombre¨, al reino de Dios ¨Venga tu reino¨ y a la voluntad de Dios ¨Hágase tu voluntad como en el cielo así también en la tierra¨; estas tres peticiones son relacionadas a las tres gracias de la cristiandad: Fe, esperanza y amor.   La fe es la que santifica al nombre de Dios, la esperanza es la que anticipa su venida, el amor es el que se deleita en hacer su voluntad. Esta oración sí que es maravillosa. Las cuatro peticiones que son relacionadas al hombre, son de igual asombro, se nos enseña a orar por las necesidades del hombre: ¨El pan nuestro de cada día dánoslo hoy¨; por los pecados del hombre: ¨Perdónanos nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores¨; por las tentaciones del hombre: ¨Y no nos metas en tentación¨, y por los peligros del hombre: ¨Más líbranos del mal¨. Esta oración es comprensiva.   De acuerdo a Mateo, Jesús concluyó su oración con una doxología: ¨Porque tuyo es el reino, y el poder y la gloria por todos los siglos, Amén¨. Tal conclusión de alabanza es apropiada. La fe causará que la alabanza venga tras una petición. Pide lo que quieras de un padre amante que se deleita en dar de acuerdo a las riquezas de su gloria y siempre terminarás con una doxología.   La oración hacia Dios, está basada en el bendito hecho de su soberanía, oramos por todo lo que necesitamos porque sabemos que suyo es el reino. 2 Crónicas capítulo 20, versículo 6, dice: ¨¿No eres tú Dios en los cielos y tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones?¿No está en tu mano, tal fuerza y poder que no hay quien te resista?¨. 1 Timoteo capítulo 1, versículo 17, dice: ¨Por tanto al rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos, Amén¨.   Apocalipsis 19:6 dice: ¨Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas y como la voz de grandes truenos que decía: ¡Aleluya, poderoso el Señor nuestro Dios, Todopoderoso, reina! Tuyo es el reino¨. Dios es el rey soberano del universo, si Él es el rey, nosotros somos sus súbditos. El decir, tuyo es el reino en nuestras oraciones significa mucho más que solo reconocerle como rey, es reconocerle como nuestro rey. Debemos estar sumisos a Él. Un cristiano no podría tener una oportunidad más grande que la de ser un súbdito del soberano del universo. Debemos de obedecer a Dios y no al hombre, según Hechos 5:29.   Expresa esta doxología a Dios. Dilo una y otra vez: Tuyo es el reino, tuyo es el reino, tuyo es el reino. Dios es el Rey de reyes y Señor de señores.  Habiendo así declarado la soberanía de Dios, cae de rodillas y llámale Padre. Esa es la maravilla de su gracia. La oración no termina con la afirmación de la soberanía de Dios. La doxología dice: ¨Porque tuyo es el reino y el poder¨. En esta forma se nos expresa la habilidad de Dios. Salmo 62:11, dice: ¨Una vez habló Dios, dos veces he oído esto, que de Dios es el poder¨. Eso quiere decir que Dios, no solo tiene poder, sino que Él es la fuente de todo poder en el reino físico y espiritual. ¿Cuál es la expansión de su poder?, su dominio, es un dominio eterno, y su reino pasa de generación en generación. Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada, Él hace de acuerdo a su voluntad en el ejército de los cielos y entre los habitantes de la tierra. Nadie puede detener su mano o decirle: ¿qué es lo que haces?   No, no hay nada difícil para con Dios. A base de esta seguridad es que oramos, ¿por qué orar a Dios si Él no es capaz de contestar nuestras oraciones? Así como Abraham, nosotros estamos persuadidos a que Él puede hacer todo lo que Él desea hacer. Efesios 3:20, dice: ¨Y a aquel que es poderoso para hacer todas las cosas, mucho más abundante de lo que pedimos o lo que entendemos, según el poder que actúa en nosotros¨. El poder le pertenece a Dios, por eso es que oramos con Él, porque Él tiene la habilidad de contestar nuestras oraciones. Mirando hacia Dios oramos: ¨Tuyo es el reino y el poder¨, pero la doxología no termina ahí, Jesús le añade una frase más: ¨Y la gloria¨. ¨Porque tuyo es el reino, y el poder y la gloria¨, es difícil intentar describir la gloria de Dios.   En Éxodo 24:17, Moisés lo vio y dijo lo siguiente: ¨Y la apariencia de la gloria de Jehová era como un fuego abrazador¨. Habiendo tenido solo un vistazo de la gloria de Dios, Moisés bajó de la montaña con su rostro resplandeciente por la reflexión de esa gloria divina. 1 Timoteo 6:16, dice: ¨El único que tiene mortalidad, que habita en la luz inaccesible a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver; al cual sea la honra y el imperio sempiterno¨, ese es el Dios a quien le decimos: ¨Tuya es la gloria¨.   El resultado final de nuestra oración, es el de ser la gloria magnificada de Dios. No podemos hacer más para añadir a su gloria, pero Él es honrado cuando nosotros reflejamos su gloria. Es el privilegio de un cristiano el vivir, amar, servir, y orar que Dios sea magnificado por medio de Cristo Jesús. Que tu vida sea una de esas que testifican a diario, demostrando que la gloria le pertenece a Dios: ¨porque tuyo es el reino y el poder, y la gloria¨, ¿por cuánto tiempo? Por los siglos de los siglos.   Esto testifica de la eternidad de Dios, Él no podría tener el reino, ni el poder, ni la gloria a menos de que viviera para siempre. Él vive para siempre, y Hebreos 1:10-12, dice: ¨¡Tú, oh señor! En el principio fundaste la tierra y los cielos son obras de tus manos. Ellos perecerán, más tú permaneces y todos ellos se envejecerán como una vestidura y como un vestido los envolverás y serán mudados. Pero tú eres el mismo y tus años no acabarán¨, Amén, Amén, Amén.   Padre, Dios eterno, Señor de los cielos y de la tierra ¿cómo es que te interesas por nosotros? Gracias por amarnos y por proveernos salvación por medio de Cristo Jesús tu hijo, nuestro salvador. Padre, hoy te alabamos. Esperamos gozosamente aquel día en donde podremos estar contigo en el cielo y decimos con toda sinceridad: ¨Tuyo es el reino y el poder, y la gloria, por los siglos de los siglos, Amén.

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