El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta. Juan 7:17 no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios Efesios 6:6

Dios está trabajando en el mundo de acuerdo a su plan divino, para cumplir con los propósitos que Él resolvió en la eternidad antes de comenzar el tiempo, Dios está haciendo todas las cosas conforme a su voluntad. Su voluntad se aplica también a todos los asuntos de importancia en el mundo.   El nacimiento y la caída de naciones, la rotación regular de las estaciones y asuntos de igual importancia su voluntad es aplicable a los asuntos detallados de tu vida personal: El lugar en que vives, con quien te casas, cómo te comportas, si tienes suficiente que comer y todas esas cosas. Todas las personas que aman a Dios y le conocen, desean que su voluntad sea hecha, ellos se dan cuenta de que su voluntad es lo mejor en todo, por eso Jesús nos enseñó a orar diciendo: ¨Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra¨.   El negar la existencia de la voluntad de Dios, es decir que las cosas ocurren por pura suerte y que no existen ni propósitos ni metas en nuestro mundo, dicha actitud, es una que niega la existencia de un Dios quien nos es revelado por medio de la Biblia, el Dios de la Biblia es un Dios de propósitos, de poder, y hace todo de acuerdo a su voluntad, si no fuera así, Jesús no nos hubiera enseñado a decir: ¨Hágase tu voluntad, como en los cielos, así también en la tierra¨.   Todas las acciones que los hombres hacen apropósito están fundadas sobre un plan, por qué entonces nos extraña que un Dios de sabiduría, trabaje de acuerdo a un plan en cuanto a su creación. Uno puede ver un diseño y un propósito en la misma naturaleza, aún con los avances científicos y nuestra sabiduría; nos quedamos maravillados en cuanto al balance de la naturaleza. Dios creó la naturaleza, uno puede ver un diseño y propósito en su propio cuerpo físico. Un Dios inteligente, hizo ese diseño, y también de todo lo que existe, Él hizo a este mundo con un propósito. Cuando oramos ¨Hágase tu voluntad¨, le estamos pidiendo que Él continúe con su trabajo, al cual nosotros pertenecemos.   Es una tragedia de la experiencia humana, y una indicación de la depravación del hombre el hecho de que muchas personas le tengan miedo a la voluntad de Dios. Lo mejor que podría sucederte es que la voluntad de Dios sea hecha en tu vida. Entrégate a Él y verás como tu vida tendrá un propósito. La voluntad de Dios se hace en los cielos, la petición sugiere ese hecho: ¨Como en los cielos, así también en la tierra¨. La petición aún sugiere que la voluntad de Dios es cumplida perfectamente en los cielos y no en la tierra; nosotros debemos orar porque su voluntad se haga aquí en la tierra, así como lo es en los cielos, pero ¿por qué es que la voluntad no se hace aquí en la tierra a como es cumplida en los cielos? Indudablemente es por causa de la presencia de pecado y por la depravación del hombre.   El sistema mundial en qué vivimos está en rebelión a la voluntad de Dios, el mundo está encabezado por su propio Dios, a quienes nosotros conocemos como el príncipe del poder del aire, quien trabaja en los hijos de la desobediencia, pero en los cielos, no hay oposición, ahí se cumple la voluntad de Dios a la perfección. ¿Cómo es que es hecha la voluntad de Dios en los cielos? En primer lugar, es hecha con contentamiento, los del cielo no hacen el trabajo con negligencia, sino que se deleitan en hacer la voluntad de Dios.   En segundo lugar, es hecha sin preguntas. El hombre siempre ha juzgado la sabiduría de Dios, el hombre se pregunta que si la manera en que Dios hace las cosas será la mejor; esto no acontece en los cielos. Sabiendo que Dios sabe lo mejor, su voluntad se hace sin preguntas.   En tercer lugar, es hecha con alegría. Cuando Jesús vino al mundo dijo: ¨Me deleito en hacer tu voluntad, ¡oh Dios!¨. Este es el espíritu de los cielos, qué lástima que los hombres se acerquen a la voluntad de Dios con caras largas, es pecado el quejarse de tener que hacer la voluntad de Dios.   En cuarto lugar, es hecha sin vergüenza. Ocasionalmente te encontrarás con un cristiano que desea ser un miembro del servicio secreto de nuestro señor. Él actúa como si no deseara que las demás personas se den cuenta de que él le pertenece a Jesús. Él no es efectivo en su servicio, porque lo hace a media a causa de su vergüenza. Nunca sería así en el cielo.   En quinto lugar, es hecha inmediatamente. ¿Te puedes imaginar a un siervo de Dios atrasándose en su tarea?, en donde no hay pecado para estorbar, no es detenida la voluntad de Dios.   En sexto lugar, es hecha armoniosamente. ¿Te puedes imaginar a Gabriel Discutiendo con Miguel en cuanto a la voluntad de Dios? ¿Puedes imaginar el hecho de desacuerdos sobre cual es la voluntad de Dios o no? ¡Claro que no!  En el cielo la voluntad de Dios se hace con alegría, sin preguntas, sin vergüenza, rápidamente y con armonía.   Jesús nos enseñó a orar diciendo: ¨Hágase tu voluntad como en los cielos, así también en la tierra¨. La petición sugiere que la perfecta voluntad de Dios no se está llevando a cabo aquí en la tierra, ¿por qué será esto? Indudablemente a causa del pecado que existe aquí. Satanás está presente para oponerse a la justicia, él siempre está en contra de la voluntad de Dios. Él hace todo lo posible para que los hombres no se den cuenta de la voluntad de Dios, él crea en ellos un temor hacia la voluntad de Dios, él levanta en ellos un espíritu de orgullo que huye de la presencia de Dios, en demanda de la satisfacción personal. Después, siendo él el acusador, le echa la culpa al hombre por faltar delante de Dios y por no haber cumplido con su voluntad. Qué tragedia el hecho del que el hombre se deje usar de esta forma por Satanás.   En el cielo, la voluntad de Dios es cumplida por ángeles, ellos son espíritus que ministran al hombre de acuerdo a la voluntad de Dios. En la tierra, Dios desea hacer su voluntad por medio de los hombres, algunas veces Él cumple su voluntad aún por hombres que no se prestan a su voluntad como en el caso del faraón de Egipto. Él desea que tú hagas su voluntad con alegría en tu corazón. Es imposible orar: ¨Hágase tu voluntad como en los cielos, así también en la tierra¨, sin ofrecer tu vida a Dios para hacer su voluntad mientras que estás aquí en la tierra. ¿Tienes tú esa madurez espiritual para hacer la voluntad de Dios con alegría, sin hacer preguntas, sin tener vergüenza, rápidamente y con armonía? Si tú no te entregas a Dios, no puedes orar esta petición con sinceridad. Si vamos a pedir esto en nuestras oraciones, debemos sujetarnos a los que involucra dicha petición.   No perderás nada con entregarte a Dios, Jesús dijo que quien hiciera la voluntad de su padre en los cielos ese sería su hermano, su hermana y su madre. Si tú deseas tener este tipo de relación con Jesús, tendrás que entregarte a la voluntad de Dios. Jesús dijo en Juan 7:17: ¨El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios¨. Si tú deseas ver cosas espirituales en tu vida, tendrás que entregarte a la voluntad de Dios, la voluntad de Dios no debería ser una carga. Deberíamos hacer su voluntad con alegría del corazón, según Efesios 6:6, y deleitarnos en cumplirla. La mejor cosa que podría suceder en nuestro mundo sería que la voluntad de Dios se hiciera. No vayas a ser culpable de la hipocresía de pedir a Dios en oración que se ¨haga su voluntad en la tierra¨ y después negarte a hacer su voluntad.   Padre, reconocemos el hecho de que muchas veces hemos ordo con hipocresía, ayúdanos a estar siempre disponibles a tu voluntad; que cuando oremos ¨hágase tu voluntad aquí en la tierra¨, que sea de corazón y no de labios. Hoy nos entregamos a hacer tu voluntad y que ese sea nuestro diario deseo. En el nombre de Jesús te lo suplicamos. Amén.