Escritura
de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, Efesios 3:15 Padre de huérfanos y defensor de viudas Es Dios en su santa morada. Salmo 68:5 Ahora pues, Jehová, tú eres nuestro padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos somos todos nosotros. Isaías 64:8 Y seré para vosotros por Padre, Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso. 2 Corintios 6:18 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! 16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. 17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. Romanos 8:15-17
Dios tienen muchos títulos en la Biblia algunos de esos títulos se refieren a su persona, él es Dios, Jehová, el Todopoderoso; otros títulos se refieren a su trabajo: Creador, juez gobernador, el que provee; pero el nombre más precioso que podemos dar a Dios por título es ¨Padre¨. En la oración modelo, Jesús nos enseñó a dirigirnos al soberano Dios del universo, de esta manera: ¨Padre nuestro que estás en los cielos¨. El hombre ha dicho que el llamar a Dios ¨Padre¨, ha sido un concepto creado por el hombre y proyectado hacia Dios, al contrario, la Biblia dice que nuestro concepto humano de tener a Dios como Padre, es un reflejo de la realidad de la divinidad de Dios, según Efesios capítulo, versículo 15. El hombre ha pervertido el concepto de tener a Dios como Padre a causa del pecado. Martín Lutero, tuvo un padre tan brutal, que él tuvo gran dificultad en llamar a Dios padre cuando él oraba. Pero lo que el hombre ha pervertido, Dios lo ha santificado, y por esa razón es que Jesús nos enseñó a orar diciendo: ¨Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre¨. El Antiguo como el nuevo testamento, ha demostrado que Dios se ha revelado así mismo como un Padre a la humanidad. Salmo 68:5, dice: ¨Padre de huérfanos y defensor de viudas es Dios en su santa morada¨. Isaías 64:8 dice: ¨Ahora pues Jehová, tú eres nuestro Padre. Nosotros barro y tú el que nos formaste. Así que obra de tus manos somos todos nosotros¨. El Nuevo Testamento, une su testimonio a esto, 2 Corintios 6:18 dice: ¨Y seré para vosotros por padre y vosotros me seréis hijos e hijas. Dice el Señor Todopoderoso¨. La distinción parece ser en el hecho de que, en el Antiguo Testamento, Dios se llama Padre, de una Nación escogida; mientras que, en el Nuevo Testamento, se ve una relación de Padre con personas individuales. Romanos 8:15-17 dice: ¨Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, si no que habéis recibido el Espíritu de adopción por el cual clamamos ¡Abba Padre!¨. El Espíritu mismo da testimonio a nuestro Espíritu, de que somos hijos de Dios, y si hijos, también herederos. Herederos de Dios y coherederos con Cristo. ¿Quién es un hijo de Dios hoy día? ¿Quién es que tiene derecho de llamar a Dios Padre?, la respuesta se encuentra en Gálatas 4:4-6: ¨Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su hijo, el cual clama ¡Abba, Padre!¨. Es evidente que solo los que son hijos de Dios, tienen el derecho de llamarle Padre. Solo aquellos que han sido redimidos por la sangre de Cristo Jesús. Dios es tu Padre, solo si has recibido a Cristo como tu único y suficiente salvador. Claro, Dios es creador de todos, pero solo es Padre de los creyentes a causa de la nueva creación ¨La salvación en Cristo Jesús¨, según 2 Corintios 5:17. Gálatas 3:26 dice: ¨Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús¨. ¿Qué sucede, si uno no ha puesto su fe en la persona de Cristo? Lo que sucede es que nunca es hijo de Dios. Juan 1:12 dice: ¨Más a todos los que le recibieron¨, eso es decir que le recibieron como su salvador personal. A los que creen en su nombre, les dio potestad para ser hechos hijos de Dios. ¿Cómo es que uno se hace hijo de Dios?, lo hace por medio de aceptar a Cristo como su Salvador. En respuesta a tu fe, el Espíritu Santo causa que nazcas en la familia de Dios. Juan 1:3 dice: ¨Los cuales no son engendrados de sangre ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, si no de Dios¨. Por eso es que Jesús declaró en Juan 3:5 y 7: ¨De cierto, de cierto te digo que el que no naciere del agua y del espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. No te maravilles que te dijera, os es necesario nacer de nuevo¨. ¿Cuándo es que uno llega a ser hijo de Dios?, en el mismo momento en que recibe a Jesús como su Salvador. Cuando la Biblia nos habla de Dios como nuestro Padre, lo dice en tiempo presente, como en Romanos 8:16. ¨El Espíritu mismo, da testimonio a nuestro Espíritu, de que ¨somos¨ hijos de Dios¨. El apóstol Juan lo expresa de forma impresionante en 1 Juan 3:1 y 2: ¨Mirad cual amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios. Por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a Él. Amados, ahora, somos hijos de Dios¨. Cada creyente es un hijo de Dios ahora, Él puede estar seguro de esto a causa del testimonio de las escrituras a su mente y el testimonio del Espíritu Santo a su corazón. ¿Tienes tú esta seguridad? Varias benditas implicaciones, siguen el hecho de tener a Dios por Padre. Vamos a hacer una lista y regocijarnos de los privilegios que Él nos da: En primer lugar, como nuestro Padre, Dios, suple nuestras necesidades. Cada padre terrenal, se preocupa por el bienestar de los miembros de su familia, Dios también se preocupa por los suyos. Él nos invita a pedir, buscar y amar, cuando tenemos necesidad. Mateo 7:8 dice: ¨Porque todo aquel que pide, recibe, y el que busca halla. Y al que llama se le abrirá¨. ¿De qué manera nos contestará cuando pedimos? Contestará de la manera en que contesta un padre. Mateo 7:9-11, dice: ¨Qué hombre hay de vosotros, que, si su hijo le pide pan, le dará una piedra o si le pide un pescado le dará una serpiente¨. Pues si vosotros siendo malos sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, cuanto más vuestro padre que está en los cielos, dará buenas cosas a los que le piden. Dios provee por nosotros como un padre provee por sus hijos. Jesús nos dijo que no tenemos que preocuparnos por comida, alojamiento o vestimenta. Mateo 6:32 y 33, dice: ¨Vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas, más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todas estas cosas os serán añadidas¨. Así es como provee nuestro Padre celestial. En segundo lugar, como Padre, Dios reparte sus bienes con nosotros, así como los hijos terrenales son herederos de los bienes de sus padres, así mismo los hijos de Dios son herederos de su padre celestial. Romanos 8:17, dice: ¨Y si hijos también herederos, herederos de Dios y coherederos con Cristo¨. ¡Qué maravilloso es Dios en dejarnos participar con Él de esta manera! Gálatas 4:7 dice: ¨Así que ya no eres esclavo sino hijo, y si hijo, también heredero de Dio por medio de Cristo. Esto sucede porque Dios es tu Padre¨. En tercer lugar, como Padre, podemos tener una relación y comunión íntima con él. No existen ligas más fuertes que las de una familia. Hebreos 2:11, dice: ¨Porque el que santifica y los que son santificados, de unos son todos, por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos¨. Yo soy un padre, y me deleito en tener a uno de mis hijos sentado sobre mi rodilla para compartir mis experiencias con ellos, Dios es un padre mucho más perfecto que yo. Él se deleita de nuestra comunión, así como nosotros con la comunión que tenemos con Él. En cuarto lugar, como padre, Dios crea unidad entre los creyentes. Esto es lo que llamamos, ¨comunión cristiana¨, paz entre, los miembros de la familia de Dios. De cada creyente se puede decir conforme a Efesios 2:19: ¨Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los Santos y miembros de la familia de Dios¨. Gálatas 3:26 y 28 dice: ¨Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús, ya no hay judío ni griego, no hay esclavo ni libre, no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús¨. Y en último lugar, como Padre, Dios nos distingue de los incrédulos, así como nosotros distinguimos a nuestros hijos, de los que no son nuestros. 1 Tesalonicenses 5:5, dice: ¨Porque todos vosotros sois hijos de luz, e hijos del día¨. No somos de la noche ni de las tinieblas, por esa razón es que debemos vivir mejor¨. Filipenses 2:15 y 16 dice: ¨Para que seáis hijos irreprensibles y sencillos. Hijos de Dios, sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo asidos de la palabra de vida. Sí, tú eres diferente y puedes llamar a Dios: Padre. Jesús nos enseñó que somos hijos de Dios, por medio de la fe. Él nos aseguró de que Dios es nuestro Padre Celestial. El hecho de que Dios sea Padre de cada creyente no es una doctrina, es una verdad. Asegúrate de conocer a Cristo como Salvador, y entonces podrás orar ¨Padre nuestro¨, sabiendo que como el Padre se compadece de los hijos, se compadece Jehová de los que le temen. Conforme al Salmo 103:13. Padre, gracias por llamarnos tus hijos te pido por aquellos que no lo son, ayúdales en buscarte en el nombre de Jesús te lo pido. Amén.
Otros archivos en esta serie
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)