El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.

El verdadero hijo de Dios no solo debe ser honesto en todas sus actuaciones, sino que también debe parecerlo. No se trata de fingir, sino que nuestra sociedad, nuestro mundo sean capaces de ver, el resultado, los frutos de nuestra comunión como creyentes. Seguimos hablando acerca de nuestra visión en este mes, luego de haber recalcado en la semana la importancia del sobreedificar los unos en los otros. Todos debemos tener como meta cada día poder edificar y sobreedificar, como mínimo, en la vida de una persona. Nuestra visión y la inversión de nuestra vida en la vida de los demás, tanto en el discipulado como en nuestros Centros De Acción, ha servido para crear un compañerismo único, especial. Sé que al hablar de compañerismo todos hemos tenido experiencias que han marcado nuestras vidas para bien, (aún las situaciones difíciles), Dios, todo lo ha usado para enseñarnos y para que crezcamos espiritualmente, bien lo dice; Proverbios 27: “Hierro con hierro se aguza; Y así el hombre aguza el rostro de su amigo”. Como lo hemos dicho en muchas oportunidades la vida se trata de relaciones, primero claro está, nuestra relación con Dios, pero está a su vez nos da la capacidad de crear relaciones con nuestros semejantes que nos permiten aguzar o darle filo a nuestra vida, permitiéndonos crecer y madurar en Él, el compañerismo con nuestros hermanos no solo fortalece nuestra unión, nos sobreedifica, por esto cuando hablamos de nuestra visión el compañerismo es esencial y así como la unión y la sobreedificación tenemos la responsabilidad de cuidarlo y valorarlo. Pero cuando pienso en compañerismo nos solo viene a mi mente los buenos momentos que pasamos en nuestros Centros De Acción o en los Servicios De Celebración, algo que tanto extrañamos en estos días, también el compañerismo me lleva pensar en los primeros hermanos, que arriesgaron o dieron sus vidas por proteger o ayudar a otros hermanos, pienso en ese desprendimiento que había de lo material, teniendo siempre por encima lo espiritual, pienso en los momentos en que hemos tenido que compartir o confrontar situaciones difíciles, pero que estás nos han fortalecido, pienso es una simple llamada o mensaje que cambia todo nuestro día, este fue el legado que nos dejó el Señor Jesús, y hoy como iglesia el compañerismo nos permite no solo cumplir Su misión, sino dar el respaldo necesario que todos requerimos para continuar en medio de la batalla. Puede que hayamos tenido experiencias difíciles sobre el compañerismo, pero dejemos al Señor que nos hable hoy y transforme ese sentir, a uno donde prevalezca el amor y la armonía en Dios.   Romanos 12:10 “Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros”.   1) Tiene Que Mostrar Un Amor Sincero:   v. 9 ¿Qué debe motivar nuestro amor cuando del compañerismo se trata? Y lanzó está pregunta porque todos en algún momento nos hemos sentido contrariados, por mostrar amor y compañerismo a personas que son difíciles y digo que viene una contrariedad en nuestro interior, porque no queremos fingir amar, pero tampoco sería bueno actuar de acuerdo con lo que sentimos porque vamos a herir a la otra persona, la palabra del Señor nos dice en el verso 9, “El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno.” Quizás debemos preguntarnos ¿Qué espera el Señor de nosotros? Si nos apegamos a Su palabra encontramos que no solo no quiere que finjamos amor, sino que tampoco quiere que actuemos de mala manera, quiere que aborrezcamos lo malo y nos enfoquemos en hacer lo bueno. No me vean así, ya sé, tal vez puedas decirme y te entiendo “ahora quede peor pastor… ¿Qué quiere Dios que yo haga?” Bueno ahí es donde viene la parte en verdad difícil. Tenemos (como hemos aprendido) que negarnos a nosotros mismos ósea no vamos a fingir, pero sí nos vamos a obligar a amar con sinceridad y pureza, haciéndolo de corazón, evitando el ser egoístas y evitando guardar cosas en nuestro corazón que nos llevan a lo malo. Nuestra motivación cuando del compañerismo se trata tiene que ser agradar al Señor y pensar en la otra persona antes que, en nosotros, en realidad no espero que lo comprendas, solo que lo aceptes y lo apliques, Dios te recompensará si lo haces, nuestra visión e iglesia será bendecida si lo hacemos. Admiro en verdad al apóstol Pablo, él era una persona que amaba sinceramente, pero también cuando tenía que decir sus verdades las decía y sé notaba Su sincera preocupación y amor por los hermanos, yo necesito más de eso en mi vida. ¿Y tú, cómo estás en Tu amor para con tus compañeros de batalla?   2) Es Una Experiencia De Hermandad:   v. 10a Crecí con cuatro hermanas mujeres, siendo el mayor de la casa, algunos pensaría el mimado de la casa, pero no, no fue así, doy gracias a Dios por mis padres, en especial por mí madre, que nos trató y enseñó a todos por igual, pero al punto al que quiero ir es que no es fácil la convivencia, éramos cinco personas totalmente diferentes, con gustos y genios diferentes, yo debo reconocer que en mis años de adolescencia y principios de juventud, no fue el mejor hermano para ellas, era egoísta, no me gustaba compartir y me encerraba en mí mismo, he hablado de esto con mis hermanas y les he pedido perdón, la vida y el tiempo te enseña y ahora me arrepiento y he tratado de remediar esa situación en los años siguientes, porque quiero ser una bendición, un ejemplo para ellas y sus familias. Nuestro texto nos dice; ”Amaos los unos a los otros con amor fraternal…” debe prevalecer en nosotros el interés por dedicarnos a los demás antes que dedicarnos a nuestras preferencias personales, sé que esto es un choque cultural para todos, porque crecimos y se nos enseñó a la mayoría todo lo contrario, pero si no llegamos a este nivel de compañerismo, nos vamos a privar de una verdadera experiencia de hermandad. Está experiencia de hermandad involucra saber que tengo hermanos en Centro De Vida que se preocupan por mí y al mismo tiempo yo me preocupo por ellos, es aprender a corregirnos en amor, aunque casi siempre la corrección duele, es buscar ayudar a nuestros hermanos a alcanzar su máximo potencial en el Señor y ser parte de su crecimiento y madurez espiritual. Al pensar en esto y en nuestra visión veo claramente las palabras de nuestro Señor Jesús en Juan 13:34-35 “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. 35 En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros”. Compañerismo significa amistad, colaboración, solidaridad entre compañeros. Pero Jesús lo eleva, compañerismo es amar como Él nos ha amado, y así alcanzar autoridad para compartirle al mundo Su versión genuina del amor. ¿Cómo va tu experiencia de hermandad?   3) Se Trata De Honrar A Dios, Por Medio De Honrar A Los Hermanos:   v. 10b Además de amar nuestros hermanos, el compañerismo cristiano requiere que busquemos honrarnos los unos a los otros. Pero ¿Qué es honrar? Honrar a alguien es tratarle en nuestras obras y palabras como a alguien digno de nuestro servicio. Y aquí nuevamente nos enfrentamos a otra contradicción, porque podríamos decir, “esa persona no merece que la honre”. Poniéndonos a pensar en esto… ¿Qué quieres decir, qué tú si lo mereces? En realidad, solo nuestro Señor merece ser honrado, pero Él es quien nos pide que honremos a nuestros hermanos, sea que lo merezcan o no, honrar nos lleva a trata a las personas mejor de lo que quizás merecen. Parte de honrar también es preferirnos, algo que siempre nos debe poner a pensar es ¿Me llevo mejor con las personas o amistades del mundo, que con mis hermanos en la iglesia? Si es así, algo no anda bien en nosotros, la palabra del Señor en repetidas veces nos habla de que nuestro amor, hermandad y compañerismo debe ser tal que prefiramos a nuestros hermanos antes que los demás, a veces la comunión con los hermanos es hasta mejor que la relación que tenemos nuestra propia familia física, pero esto siempre dependerá también de nuestro caminar en el Señor.   Gálatas 6:10 “Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe”.Este asunto de preferirnos tiene que ver también con “preferir honrar que ser honrados”, al luchar con y golpear a nuestra carne para honrar a nuestros hermanos, llegamos a la máxima de todo en nuestra vida que es, honrar a Dios, le honramos porque decidimos obedecer y hacer lo bueno, le honramos porque amamos a los demás tal y como Él nos ama, esto sin duda da un giro total a nuestra manera de pensar y fortalece nuestra visión y a nuestra iglesia. ¿Qué prefieres honrar o que te honren?   Hermano, Dios nos dejó el compañerismo, porque anhelaba que nos tratáramos como una verdadera familia, para que esto suceda tenemos que mostrar un amor sincero, aprender cada día más a ser hermano y tomar la decisión de honrar y preferir a nuestros hermanos para así honrar también al Señor, ¿Cuál podría ser nuestra excusa para no hacerlo? Amigo, amiga, quizás aún no has experimentado de cerca el compañerismo cristiano, quiero decirte que el Señor lo dejó también pensando en Ti, pensando en personas que te guíen en tu búsqueda de Dios, pero para conocer de cerca el compañerismo cristiano tienes que empezar por conocer verdaderamente al Señor Jesús, entrégale tu vida, ven a Él hoy.