Neh 8:10 Luego Nehemías añadió: "Ya pueden irse. Coman bien, tomen bebidas dulces y compartan su comida con quienes no tengan nada, porque este día ha sido consagrado a nuestro Señor. No estén tristes, pues el gozo del Señor es nuestra fortaleza." (NVI)

La alegría no depende lo que tienes, sino de a quien tienes. El gozo permanente y verdadero solo Jesús lo puede dar. ¿Vivimos en un mundo aburrido? Claro que sí, esta es la razón por la que el ser humano está buscando e inventando constantemente algo que le de diversión.   La alegría que el mundo nos puede ofrecer es muy frágil y pasajera. Hay días en que la alegría parece un recuerdo lejano. Pero la Palabra de Dios nos recuerda que la verdadera alegría, no depende de las circunstancias, bienes u otros, sino de la presencia de Dios en nuestras vidas.   La Palabra de Dios nos enseña que en su “presencia hay plenitud de gozo, delicias a tu diestra para siempre” Sin Jesús en nuestros corazones, no podemos encontrar felicidad verdadera. Con El, aun cuando experimentamos las aflicciones e imperfecciones de la vida terrenal, aprendemos a gozarnos, sabiendo que muchas de esas cosas, van a obrar para nuestro bien.   Tú puedes orar a Dios pidiendo el regreso del gozo, de la alegría a tú corazón. Pide a Dios que te aparte, o que te ayude a vencer, todo aquello que ha estado alejando el gozo y la alegría de tú corazón.