(Asociacion Mision Bautista de Nicaragua)
Escritura
2Cr 15:7 Pero esforzaos vosotros, y no desfallezcan vuestras manos, pues hay recompensa para vuestra obra.
Para algunos esperar puede sentirse como una eternidad. El cansancio que trae la espera puede hacerte pensar en rendirte o abandonar tus sueños. Talvez estas esperando esa oportunidad laboral, un ascenso largamente anhelado, o el cumplimiento de una promesa que Dios te hizo. Sea lo que sea, hoy Dios te recuerda: no te rindas. La paciencia no es fácil; muchas veces es dolorosa. Pero tiene su recompensa. Cuando esperamos con fe, nuestro carácter es formado, maduramos y somos preparados para enfrentar desafíos aún mayores. Si la espera te ha robado la alegría, piensa en Jesús. El también espero, confió y venció. Toma fuerzas en El, porque tu bienestar y tu gozo verdadero vienen de su presencia, no de las circunstancias ni de lo que puedes calcular. No permitas que la espera te agobie, pon tu esperanza en Jesús, y veras como serás recompensado.