(Centro De Vida)
Escritura
Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor.”
El camino a la cruz culmina con la tumba… pero no termina allí. La cruz fue dolor, la sepultura fue silencio, pero la resurrección fue victoria. En este momento glorioso, Jesús derrota a la muerte, al pecado y al infierno. La piedra ha sido removida, no para que Él pudiera salir, sino para que tú y yo podamos entrar y ver que ya no está ahí. La tumba vacía no es un símbolo de pérdida, sino el grito más poderoso de esperanza que el mundo ha escuchado: ¡Cristo vive! Mateo 28:5-6 lo dice de la siguiente manera: “Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor.” Dos mujeres, María Magdalena y la otra María, van al sepulcro con tristeza, esperando encontrar el cuerpo de Jesús. En su lugar, hallan a un ángel que les anuncia la buena noticia: Jesús ha resucitado, tal como lo había dicho. El ángel les muestra el lugar vacío como prueba de que Él ya no está allí. Este evento no solo confirma las palabras de Jesús sobre su resurrección, sino que marca el punto más alto del evangelio. La resurrección demuestra que la muerte no tiene la última palabra, que el sacrificio fue aceptado y que ahora hay vida eterna disponible para todo aquel que cree. Dios quiere enseñarte que la resurrección de Jesús es la base de tu fe y de tu esperanza. Si Cristo no hubiese resucitado, nuestra fe sería en vano dice 1 Corintios 15:17). Pero Él vive, y eso lo cambia todo. Su victoria sobre la muerte significa que tú puedes tener una nueva vida, libre de culpa, restaurada y con propósito. El mensaje del ángel “no temáis... ha resucitado” nos recuerda que Dios cumple sus promesas. Aunque el proceso sea doloroso, oscuro y lleno de incertidumbre, Dios tiene la última palabra, y esa palabra es vida. La resurrección no solo es un hecho para recordar, es una realidad para vivir. Vive con esperanza. No importa cuán oscuro parezca el presente, si Jesús venció a la muerte, y él es tu salvador, nada está perdido. Dios tiene el poder de levantar lo que parece muerto en tu vida. Comparte la buena noticia. Así como el ángel dijo “id pronto y decid a sus discípulos”, tú también tienes una misión: proclamar que Jesús está vivo. Camina en nueva vida. Ya no eres esclavo del pecado ni del pasado. Has sido resucitado con Cristo. Colosenses 3:1dice: “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios”. ¿Estás viviendo como alguien que realmente cree que Jesús resucitó? Vive como alguien que ha sido liberado. La tumba vacía es el fundamento de una fe viva. Jesús no está muerto, Él resucitó, y vive para siempre. Esa verdad te libera, te sostiene y te envía. Esta Semana no termina con lágrimas frente a una cruz, sino con un corazón encendido por la vida nueva que Cristo ofrece. Él vive... ¿y tú? ¿Estás viviendo para Él?
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