8 Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. 9 Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? 10 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. 8 Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. 9 Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? 10 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.

Relación Cortada con Dios. La advertencia que Dios les dio era que, si comían de ese fruto que les había prohibido, iban a morir, ellos comieron no importando las consecuencias que vendrían, solo lo único que querían era disfrutar el momento y satisfacer la curiosidad y apetito carnal, sellado con la promesa de la serpiente que iban a adquirir sabiduría y ser igual a Dios, pero lo único que recibieron fue vergüenza, degradación, temor y separación. Aunque no murieron físicamente, si murieron espiritualmente, pues en el Versículo 8 nos dice que Dios busca al hombre que se esconde de Dios, eso nos da a entender que antes de comer el fruto, Dios hablaba cara a cara con el hombre, ¡que privilegio tenía el ser humano! La biblia nos habla de lo fuerte que es estar frente a Dios, En el llamado que tuvo el profeta Isaías capítulo 6, en la visión de la gloria de Dios llenando el templo de Dios en Isaías 6:5 Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.